A dos velas no es solo un documental, es un grito. Una bofetada en la cara de Endesa, del Ayuntamiento de Sevilla, de la Junta de Andalucía, y de todos los que han permitido que miles de familias trabajadoras vivan en la oscuridad mientras las eléctricas reparten dividendos millonarios.
La película —dirigida por Agustín Toranzo con guión de Mariano Agudo y Bibiana Vaxevanos— recoge la rabia organizada de los barrios obreros sevillanos, hartos de excusas, criminalización y abandono institucional. No hay metáforas ni neutralidad: lo que hay son cables que no se arreglan, enfermos sin máquinas para respirar, niños sin nevera, ancianas sin ventilador. Lo que hay es clase trabajadora resistiendo con dignidad.
Un documental en tres tiempos, una misma lucha
- Memoria obrera y vecinal:
No hay futuro sin memoria. El documental rinde homenaje a la lucha vecinal de las décadas anteriores, a quienes salieron a la calle por el derecho al agua, a la vivienda, a la luz. Esta memoria se recoge no por nostalgia, sino como arma para el presente recalcando que la lucha solo es posible a través de la organización. - Conflicto vivo:
El corazón del documental está en la lucha por el acceso a la electricidad: ocupaciones vecinales, solidaridad entre bloques, organización barrial frente al desprecio institucional. Frente al discurso de la “sobreocupación” o el “fraude eléctrico”, el documental muestra la realidad: la precariedad estructural, el abandono deliberado, el castigo colectivo. - Ecología para ricos, apagón para el pueblo:
A dos velas se atreve a nombrar lo que muchos documentales esquivan: la crisis ecológica está siendo gestionada por las élites contra las de abajo. Mientras nos llaman a “reducir el consumo”, nos niegan los mínimos. Mientras los fondos verdes financian placas solares en urbanizaciones de lujo, nuestros barrios se incendian por transformadores colapsados.
Una herramienta de lucha
Pocas veces un audiovisual toca tan de lleno las condiciones materiales de la clase trabajadora a la par que la crisis energética a la que nos enfrentamos. Este documental no es solo una denuncia: es un acto político. Muestra cómo la organización barrial no es solo una defensa, sino una ofensiva por la vida digna. Y lo hace sin folclore ni victimismo, sino con combatividad, ternura y conciencia de clase.
Este no es un documental para festivales complacientes. Es un documental para llenar asambleas, centros sociales, sindicatos, comedores, plazas. Para gritar que mientras las eléctricas manden, no habrá justicia energética. Para recordarnos que sin un sector eléctrico por y para el pueblo el acceso a la electricidad va a ser cada día una posibilidad más lejana.
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¿dónde se puede ver? gracias