El aula magna de la facultad de económicas durante el curso de decrecimiento.
El aula magna acogió este curso sobre decrecimiento. Foto cedida por Pablo Alonso Fernández.

Aprendiendo sobre desmaterialización, decrecimiento y transición energética en la USC

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La paradoja de Jevons:
utilizamos de forma más eficiente el carbón,
eso no servirá para ahorrar en el uso de este combustible,
sino que lo consumiremos todavía más.

Es 2 de septiembre en Compostela. El nuevo curso académico todavía no empezó, pero los pasillos de la facultad de económicas de la Universidad de Santiago de Compostela están llenos de gente. No están aquí porque se equivocaran de fecha, y es probable que no estén deseosos de terminar las vacaciones de verano. Están aquí porque quieren aprender sobre decrecimiento y transición energética en un curso organizado por Rosa Mª Regueiro Ferreira y Pablo Alonso Fernández, profesores en esta misma facultad.

«El curso de verano ‘Desmaterialización, decrecimiento y transición energética’ nace como un deseo de acercar a la ciudadanía a lo que nosotros investigamos y explicamos en las aulas». Rosa Mª Regueiro es profesora titular de Economía Aplicada en la USC, forma parte del grupo de investigación sobre bioeconomía en esta misma universidad, y es experta en el sector eólico, tema sobre el que ha escrito varios libros como A propiedade do vento galego. Ella habla con pasión de este curso, que ya va por la segunda edición. “Queremos que las personas entiendan lo que hacemos, como grupo de economía de energía, en proyectos tanto nacionales como internacionales”.

Este año, como el anterior, es curso está sobre todo dedicado a los eólicos, una fuente de energía renovable cada vez más controvertida. “Cuando hicimos la primera edición de este curso ya hablamos de eólica, y hubo tal demanda y tal cantidad de preguntas que hubo muchas cosas que no tuvismo tiempo de abordar. Por eso decidimos retomarla este año”, cuenta Regueiro. “El año que viene estamos pensando en acercanos a la problemática de la hidráulica y de la solar fotovoltaica, pero entonces meteremos las tres porque la eólica da mucho que hablar. Y no solo en Galicia”.

Tres días y medio de intercambio de conocimientos

El curso comienza con una presentación por parte del decano de la facultad de económicas, Xoán Ramón Doldán, y de la propia Regueiro. Ella recalca la importancia de este curso y comenta que está dedicado a Amil Sen Eólicos, un colectivo que está hoy presente en la aula y que lleva años luchando para evitar que se coloque un parque eólico en esta zona cerca de Moraña (Pontevedra). “Este año hemos tomado el caso de Amil porque es un colectivo que se está moviendo mucho, pero podíamos haber invitado a cualquier otro”, afirma Regueiro. “Por desgracia hay tantas muestras de esta realidad que tenemos muchos ejemplos de los que escoger”.

Xoán Doldán y Rosa Regueiro presentando el curso de verano sobre decrecimiento
Xoán Doldán y Rosa Regueiro presentando el curso de verano sobre decrecimiento

A lo largo de estos días, aún así, no solo se hablará de eólicos. Por la aula magna de esta facultad pasarán todo tipo de personas expertas en cambio climático, decrecimiento, energías renovables e incluso sociología, que conseguirán mostrar un mapa muy completo de la situación climática y de las problemáticas a los que nos enfrentamos en las próximas décadas. Entre ellos están Aurelia Mañé, Óscar Carpintero, Luis Buendía, José Cortés, Alberto Matarán, Alba Nogueira o Jaume Franquesa.

Casi todos los relatores y las relatores coinciden en que llegamos tarde para algunos de los desafíos que nos esperan en el futuro próximo. También en que de poco valen las energías renovables si no hay un decrecimiento real, ya que, instalar renovables para seguir consumiendo al ritmo actual, es contraproducente.

“Se le está llamando transición energética a algo que no es porque siempre se utilizaron al mismo tiempo los modelos energéticos anteriores”, comenta Óscar Carpintero, uno de los más notables economistas ecológicos y el mayor experto en metabolismo energético del estado español; Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid.

Aurelia Mañé, profesora de Historia Económica y Política de la Energía en la Universidad de Barcelona, pone en contexto la idea de la “ideología fósil” y cómo se inició en parte este proceso en el que ahora está inmersa la sociedad.

“Esta sesión puede que os parezca extraña porque hablo de pasado, en vez de futuro. Es una aproximación histórica”, comenta la profesora al empezar su ponencia. “Son como piezas que se unen hasta llegar al término “ideología fósil”, que es esa idea de progreso y desmaterialización que condiciona de alguna forma la idea de transición energética”.

Mañé explica también la invención de Oriente Medio —una zona creada por Occidente para tener control sobre el petróleo de calidad que existe en esta parte del mundo— y cómo esto llevó también a la creación del concepto de lugar paisaje. “Se legitima la ocupación energética de espacios que se dice que están vacíos”, asegura. “Lo mismo que ocurre en Galicia, y en otras zonas del estado español, con el tema de los eólicos».

Para Mañé, como para muchos otros participantes de este curso, la llave está en entender que, encontrar una fuente de energía, no hace que se dejen de usar las anteriores. Y también que, sin cambiar el sistema y consumir menos energía, no puede haber un cambio real.

“Si la ideología fósil se adapta al recurso de las renovables y se crean grandes instalaciones centralizadas, como ocurre con el petróleo y otras fuentes de energía, entonces lo que estamos es pensando en el modelo renovable como si fuese fósil”, advierte Mañé. “Estamos mercantilizando el sol y el aire”.

Con esto concuerdan el sociólogo José Cortés, profesor en la Universidad de Coruña; y Pablo Alonso, secretario del curso y profesor de Economía Cuantitativa en la USC. “Las deslocalizaciones productivas aumentan el impacto ecológico”, comenta Alonso. “Si hacemos una transición energética corporativa y alejamos la generación de energía de los lugares de consumo, entonces no solucionamos nada y continuamos con procesos de colonialismo energético”, añade Cortés.

Cartel curso verano 2024 USC Desmaterialización, Decrecemento, Transición EnerxéticaOtros de los conceptos que salen durante las charlas son el de metabolismo energético y el de colonialismo energético. El primero, un concepto que forma parte de la ponencia de Óscar Carpintero, se trata de un indicador que cuantifica el comportamiento económico en términos de sostenibilidad, y permite evaluar su una economía es sostenible medioambientalmente o no.

El segundo, el colonialismo energético, que forma parte de la charla impartida por el profesor titular de la Universidad de Granada Alberto Matarán, es la idea de que hay lugares a los que sacrifican para llevar a cabo una transición energética corporativa. “Las empresas dicen que todo vale para la transición energética, y a quien dice que no se le acusa de negacionista y de anti-energías renovables”, comenta Matarán. “Así intentan imponernos una solución que solo mantiene sus beneficios, su jerarquía de dominio colonial y sus privilegios. Tenemos que tener mucho cuidado en cómo se hace el despliegue de la energía renovable”.

Durante el curso también se habla del papel del Estado en la llamada transición, de la mano de Luis Buendía; del asociacionismo para «luchar contra los gigantes», por parte de Patricia Gamallo y Belén Rodríguez; o sobre qué precio estamos dispuestos a pagar para tener recursos y seguir creciendo, como comenta Margarita Mediavilla en su relatorio. También hay muchas más conversaciones sobre eólicos, y hasta la proyección del documental Derrubando Xigantes de OCO Xeración de Contido.

“Hicimos este curso porque es un campo que está de máxima actualidad y empiezan a aparecer economistas expertos en energía”, comenta Regueiro. “Pero además, muchos están aquí porque están viviendo los efectos de una mala transición en su piel. Rara es la persona que no tiene un conocido o un familiar que se ve afectado directa o indirectamente por la problemática eólica o por otra”.

Generaciones unidas por el decrecimiento

Entre las asistentes hay personas que no sabían lo que era el decrecimiento y personas que llevan años luchando porque se ponga cada vez más en práctica. Sin embargo, a todas les une el deseo de que las cosas cambien antes de que sea tarde.

“Yo, por ejemplo, no conocía el concepto antes de entrar en la facultad, pero ahora hablamos bastante sobre decrecimiento en macroeconomía, y está habiendo muchos debates que se entrelazan además con el tema del capitalismo, que busca el crecimiento perpetuo”. Rosa empieza este año tercero de economía y vino hasta aquí para entender un poco mejor este concepto. “Hablamos mucho sobre el dilema de si podemos producir la misma energía usando solo fuentes renovables, y muchas pensamos que es muy difícil con los recursos que tenemos, que son limitados. Para mí la clave sería decrecer”.

Chema, otro asistente, sí que lleva años teniendo el decrecimiento como objetivo, y vino aquí desde Extremadura para seguir aprendiendo sobre esta realidad. “Nosotros estamos viendo lo que está ocurriendo en Extremadura con la fotovoltaica y con las multinacionales. Por supuesto que defendemos las energías renovables, pero no las vemos como transición”, comenta Chema. “Porque si seguimos con el mismo nivel de consumo, vamos a tener que utilizar más carbón y petróleo. Y eso transición no es”.

Tanto Rosa como Chema coinciden en que este tipo de cursos son vitales para acercar la sociedad a conceptos que de otra forma no conocerían. También, para juntar en un lugar a personas con las mismas preocupaciones por el cambio climático y por conseguir un menor uso de los recursos a nivel mundial.

“Yo creo que sobre todo las nuevas generaciones están muy interesadas en todo esto. Puede que el concepto por ahora solo les suene —siempre se habló de crecimiento, y es raro decir lo contrario— pero están preocupados por cambiar las cousas”, termina diciendo Regueiro. “Y ya están viendo que la crisis energética es una realidad que les empieza a afectar a ellos también».

El curso termina. Las asistentes salen del aula con muchas ganas de compartir apreciaciones y divulgar los conceptos que aprendieron estos días. Porque, cuantas más personas comprendan el problema de lo que ocurre, más posibilidades de cambiar las cosas.

El aula magna de la facultad de económicas durante el curso de decrecimiento.
El aula magna acogió este curso sobre decrecimiento. Foto cedida por Pablo Alonso Fernández.
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Realizadora audiovisual, periodista y traductora. Licenciada en comunicación audiovisual por la USC, máster en documental creativo por la UAB y máster en traducción audiovisual por la UOC. Forma parte de la cooperativa de comunicación social Xarda y colabora en varios medios de comunicación como O Salto Galiza, GCiencia, Novas da Galiza o Pikara Magazine.

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