Camino a Olduvai
Ilustración de portada del libro, por Antonio Orihuela.

Camino de Olduvai. Selección de poemas (I)

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Camino de Olduvai(Selección de poemas del libro recopilatorio Camino de Olduvai de Antonio Orihuela, publicado por Irrecuperables en 2023, realizada por Manuel Casal Lodeiro.)

Cacotopía

El futuro no va a ser verde, confortable
ni sostenible para diez mil millones de personas,
tampoco habrá pértigas para saltar al otro lado,
no hay otro lado, ni milagro,
ni campo en el que cultivar tu propia comida,
ni reductos de vida
donde sobrevivan la belleza, la sensibilidad,
la empatía.

Hemos fracasado.

El petróleo ha ganado.
Los Mall han ganado.
La alienación ha ganado.
La indiferencia ha ganado.
El fascismo ha ganado.
El capitalismo ha ganado.

La mitad del mundo lo consideró inevitable,
la otra mitad lo consideró deseable.

El capitalismo ha ganado
pero no sobrevivirá a sí mismo.

Luchar no tiene sentido,
abandonar la lucha no tiene sentido.

De ahora en adelante,
tendrás que encontrar tus propios motivos para vivir,
para dar sentido a tu vida, para la compasión,
para sostener los vínculos,
para seguir llamándote humano,

porque esto se acaba
y no vamos a dejar en herencia sino escombros,
habrá que levantar, sobre ellos, la vida.

I have a nightmare

Uno mandaba,
nadie pensaba,
todos decían sí,
todos eran brutales,
todos eran creyentes,
todos eran estúpidos,
todos eran cómplices,
todos eran codiciosos,
todos caminaban en fila,
todos eran espectadores,
todos eran depredadores,

todos huían de la realidad,
todos tenían trabajos basura,
todos hacían turismo basura,
todos comían comida basura,

todos leían libros de autoayuda,

todos se declaraban irresponsables,

todos buscaban la máxima rentabilidad,
todos estaban localizados, conectados, disponibles,
todos eran ciudadanos ejemplares,
todos eran consumidores verdes,
todos eran virtuosos ecologistas,
todos querían aplastar cabezas,

todos se suicidaban en masa.

Complicidad

para Carlos Fernández Liria

No sé si una mariposa que mueva sus alas en Hong Kong
puede provocar una tempestad en New York,

pero sí sé que en el precio de la gasolina ya va descontado
el costo de las bombas que caen en Irak,

sé que si tecleas en un ordenador comprar o vender
en el mercado de derivados financieros
los precios del arroz pueden subir en el otro extremo del mundo,
generando una burbuja que matará de hambre
y llenará de sufrimiento muchas casas,

sé que el éxito de mis bonos de Endesa
se cimentaron en el apoyo a la dictadura de Pinochet,
el despido de trabajadores fijos, la prohibición de los sindicatos,
el aumento de la jornada laboral y la subcontratación temporal,

sé que cuando compro acciones de Repsol
una selva virgen de Ecuador es destruida
y sus habitantes masacrados y expulsados de sus tierras originarias,

sé que cuando recibo los beneficios de Iberdrola
sus cifras pueden estar amasadas con el frío
de todos aquellos a los que se les ha cortado la calefacción,

sé que en los bonos del Santander,
la tasa de retorno bien puede engrosarse
con sus inversiones en la industria armamentística
y el negocio mundial de la guerra,

sé que cuando estreno móvil de quinta generación
una oscura relación se establece entre su funcionamiento,
el tráfico de coltán en la república Centroafricana
y la guerra que allí se ha cobrado ya millones de muertos,

sé que cuando meto mis ahorros en un fondo de pensiones
esos dineros pueden ir lo mismo a facilitar un ERE en mi empresa
para deslocalizarla y aumentar sus beneficios
que a la construcción de una nueva obra faraónica
que arrasará un parque natural en cualquier lugar del mundo,

sé que cuando compro una hamburguesa en un Mac’Donalds
un trozo más de selva amazónica desaparece para siempre,
que cuando me viste Inditex cierro los ojos a la explotación infantil
en el lejano oriente,
que no llegará ni al céntimo lo que el trabajador malayo
reciba del precio de las Nike que me calzo.

Sé que vivimos desconectados de nuestras acciones.
Sé que no podemos seguir viviendo en un mundo así.

La vía hacia la simplicidad

Huertos comunitarios, cooperativas de consumo,
monedas locales, reciclaje, talleres de artesanía,
cooperativas integrales, bancos de tiempo,

pero hay que ir un poco más allá…

vivir con menos, crecer con menos,
caminar hacia la simplicidad voluntaria
y los gozos espirituales,

vivir bien, mejor con menos,
abandonar las ciudades,
fin del trabajo alienado,
desenchufar la tecnosfera,
mínimo consumo de energía, de bienes,
fin del Estado, más democracia,
confederación de comunidades,

volver a los pueblos, pequeñas granjas,
agricultura ecológica, propiedad comunal,
cultivos de temporada, mercados comarcales,
vegetarianismo, frugalidad, reciprocidad,

vidas llenas de relaciones, de ocio creativo
y de ocupaciones interesantes,
bicicletas, ambulancias,
algunos trenes y barcos,

carpinterías, talleres de textiles,
producción doméstica de bienes y servicios,
hospitales comarcales,
extensión de los cuidados,

todo esto ya está en los márgenes, empujando
y te necesitamos tanto.

Hegel de vacaciones

El fin del mundo ya llegó
pero viene en episodios.

Uno se llama Titanic, en él se hunde el mundo
pero la orquesta sigue tocando,
la derecha promete crecimiento infinito,
la publicidad dice no te conformes con menos,
la propaganda comenta que lo mejor está por venir,
la gente va al gimnasio, hace yoga
y se recupera la venta de automóviles y smartphones.

Otro se titula El dinero manda,
un musical para que el corazón lata al ritmo del capital
que justificará la desaparición de ecosistemas
la explotación de las personas,
y el exterminio de las especies.

El tercero se llama Cuatro Gatos,
y enseña a despreciar a ecologistas, anticapitalistas,
decrecentistas, anarquistas y animalistas.

El tercero se llama Enterprise
y promete el traslado a Marte
el día que terminemos de destruir
lo que será imposible reconstruir en ninguna otra parte.

El cuarto es Zombis Nazis
y plantea la necesaria eliminación del 99%
para la supervivencia del 1%,
de momento es un gran éxito
y apenas hay gente en desacuerdo
pues todos nos consideramos dentro del 1%
que se salvará.

El quinto será Corazón y enseñará
todos los atributos del posthumanismo en ciernes:
irresponsabilidad, infantilismo, apoliticismo,
consumismo e inmoralidad.

El sexto será ¡Entre fieras!
y en él los pobres serán castigados por inadaptados
e ineficientes de cara a su necesaria eliminación.

El séptimo será Raíces, para aceptar la división biológica
de amos blancos y siervos de razas inferiores.

El octavo será Tendido 0,
para combatir el sufrimiento animal
con tradición, cultura y arte de la tauromaquia.

El noveno será El Dorado,
para naturalizar la depredación de las riquezas del Tercer Mundo
y la eliminación de las comunidades nativas
por primitivas y atrasadas.

Y entre medias, repetirán ¿Todo bien?,
para bloquear cualquier síntoma de malestar
cuando haya que saludar a alguien
en este tiempo donde nada va bien.

Camino a Olduvai
Ilustración de portada del libro, por Antonio Orihuela.
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Arqueólogo del presente y escritor a destiempo de la modernidad liberal, viene elaborando desde comienzos de los noventa un discurso crítico sobre la vida dañada y las resistencias cotidianas en las sociedades del capitalismo tardío.

2 Comments

  1. He disfrutado mucho leyendo estas ¿prosas poéticas? del gran Antonio Orihuela. Me parecen todas fsntásticas.
    Si tuviera q destacar alguna me decidiría por la segunda: es d una creación yo diría q intencionadamente muy sencilla y d una fuerte realidad.
    ¡Enhorabuena, amigo Antonio!

  2. Gracias. Admiro la crudeza empleada, la palabra sin tapujos, el sentimiento descarnado y directo, sin disfraz. Se necesita tanta poesía….
    Saludos!

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