(Traducción del propio autor y Manuel Casal Lodeiro.)
El curricán es el nombre que los marineros de Coruña le dan a la corriente del golfo, o Gulf Stream, así lo cuenta Emilio González López en su ensayo Las fronteras marítimas atlánticas de Galicia (p. 9):
Las comunicaciones de Galicia con los pueblos del norte del Atlántico no son sólo facilitadas por la rapidez de las marítimas, que no tienen otro obstáculo que el mal tiempo, sino también por las corrientes marinas, como la Gran Corriente del Golfo, O Curricán en nuestra lengua gallega (…)
Si somos lo que somos:
atlánticos, milesios
vecinos de Poniente
es porque el mar se mueve
silente y poderoso
en eterno retorno
continuo y sin premura
desde el Sur hasta el Norte
confinando a Boreas
en su cuartel de invierno.
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
No somos lo que fuimos:
para fingir potencia
homínidos absurdos
renegamos de Gaia:
inscrito en el Catastro
tenemos al planeta,
y paramos el mar
y ensuciamos el aire
gracias a nuestra técnica
llena de cachivaches
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Reclamo vuestra acción
más bien vuestra renuncia
a cumplir lo que mandan
nuestros antagonistas
para que el mar no pare
y vuelva el padre invierno
después de un ocre otoño
y dancen las abejas
y llueva sobre el asfalto.
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
¡Que muera entre estertores
cualquiera que no deje
que vuelva el Curricán!
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Que bailen las ballenas
para mover el océano
y ¡fluya el Curricán!
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
¡Que la vida y la alegría
se extiendan por el cosmos
al son del Curricán!
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán
Cu-rri-cán