Desde Can Batlló en Barcelona, de la mano de Descontrol, llega una publicación super-ágil y harto necesaria, que deseamos sea leída por multitudes: se trata de Alzadas por la Tierra. Nos traen textos que provienen de tres movimientos por la justicia social y climática, surgidos durante los últimos años desde el Norte: de Estados Unidos, Alemania y Francia.
Utilizando diferentes estrategias de acción directa y sabotaje, estos movimientos se están oponiendo humilde pero frontalmente al avanzado terricidio en curso. Varios de sus textos, así como algunas de las bellas fotografías, que marcan el ritmo de las páginas, han sido traducidos, entre otros, desde los portales de información y pensamiento Lundimatin, y CrimethInc, y también hay textos desde la misma editorial a modo de acompañamientos.
Para las personas que son conocedoras del sombrío presente y porvenir, en cuanto a las posibilidades de supervivencia para millones de personas y en general para toda la vida en la tierra —entiéndase para las que nos vemos afectadas por las ininterrumpidas alertas de la comunidad científica— su lectura nos sirve acertadamente y en bandeja, el camino que seguir. O bien continuar esperando, aún en 2024, que desde los gobiernos se tomen las medidas necesarias, o bien ser actoras y aunar esfuerzos para detener la locura en curso (ampliaciones de aeropuertos, puertos, nuevas carreteras, destrucción de la vida en general, etc). Para quienes residimos en el mismo hemisferio, el saber que hay miles de personas que están dispuestas a ello, desde el corazón de la mega-máquina, o de la bestia si se prefiere, del Norte Global, es una lección de humildad pero también de esperanza, empatía y auténtica humanidad. Y quienes lleguen a esta edición un tanto despistad*s, podrán con ella, a modo de buena ducha fría, informarse de la situación.
Empieza la lectura por Les Soulèvements de la Terre, el movimiento surgido en Francia hará casi unos 4 años, el cual está inquietando fuertemente al gobierno de Macron, gran maestro del engaño a su pueblo (por otro lado algo más que habitual bajo el sol de la Unión Europea). Les Soulèvements, tal y como nos explican, han logrado aunar a dos movimientos paralelos: por un lado las luchas de fin de mes internacionalizadas, en parte, por los chalecos amarillos; y las marchas por el clima por el otro. Un movimiento apoyado por numerosos sindicatos como la Confédération Paysanne y decenas y decenas de organizaciones de todo tipo (no solo ecologistas), así como por numerosas personalidades, logrando así un sólido respaldo de la ciudadanía, la cual es incansablemente desinformada sobre la crisis sistémica por los canales de máxima audiencia.
La acción logró su objetivo simbólico, accediendo a la mega-balsa y atravesando el cordón policial, abatiendo las vallas que la rodeaban y dejando inutilizables algunas de las cañerías enterradas. El movimiento define como “gran agujero como símbolo de poder” la defensa por parte de las fuerzas del orden de estas mega-balsas que almacenan el agua de la peor de las maneras, ya que cada una con su gran extensión favorece la evaporación en cuanto el calor aprieta.
Otro momento importante fue la acción magníficamente mediatizada por l*s organizador*s, del sabotaje de la cementera ecocida Lafarge, no lejos de Marsella. La multinacional que ha colaborado con el Isis para sus fines extractivistas vinculados a la fabricación de cemento, ha sido condenada por la justicia americana a pagar millones de dólares. Sin embargo hay que decir que el temible Ministro del Interior, Gérald Darmanin, tildó al Les Soulèvements de movimiento “ecoterrorista”, una declaración sin ambigüedades por parte del poder, indicando así su posición a favor de la crisis sistémica, del ecocidio y acelerando de paso el colapso de las sociedades industriales. La edición de Descontrol se focaliza un poco más en este movimiento francés y otras de sus numerosas acciones y estrategias de puesta en escena, llegando hasta el séptimo llamamiento, y describe los vaivenes con la justicia francesa. Pero Les Soulèvements tienen también hábiles herramientas semánticas, una de ellas es la del “desarmar” a la industria ecocida[1], dándole una vuelta diplomática a la misma acción del sabotaje, ya que esta palabra no aglutina necesariamente a mucha gente y jurídicamente es fácilmente atacable. La lucha, se sabe, puede ser también lingüística.
Entre otros rendez-vous por venir de Les Soulèvements, se prevé una gran convocatoria internacional durante el transcurso de los Juegos Olímpicos de París 2024: será los días 20 y 21 de julio en la región del Poitou, no muy lejos de Sainte-Soline, aunque informan de que será posible ir a acampar allí a partir del día 14, en su información disponible en varias lenguas.
La parte final de Alzadas por la Tierra se centra en la palpitante lucha Stop Cop City, contra el proyecto de construcción de Cop City, un complejo de entrenamiento policial (su nombre pareciera el título de algún visionario film de Paul Verhoeven). Esta se ubica en el bosque de Weelaunee cerca de la ciudad de Atlanta, en los Estados Unidos de Norteamérica.
De manera parecida a Lützerath l*s militantes de Weelaunee se subieron a los árboles y construyeron allí sus cabañas y circuitos, para dificultar lo máximo posible la intervención de las constructoras. Nos ha parecido que se nos explican detalles con elementos importantes en cuanto a las tácticas y métodos empleados. Estos textos desde Atlanta son una oda al sabotaje de la maquinaria ecocida (excavadoras, etc) así como a las ventajas de dichas acciones, frente a la superioridad numérica y en equipamiento de las fuerzas del orden, cuya misión es la de proteger la acción terricida de los inversores y de las empresas constructoras. No hay que olvidar que los Estados Unidos han estado casi siempre a la vanguardia del control social y nuevas formas de dominación, que luego llegan a Europa y al resto del mundo. Con lo cual Cop City, de ser construida, podría servir de modelo inicialmente, para proyectos similares en otros lugares de Estados Unidos. Hubo un activista que resultó muerto por la policía, conocido como Tortuguita. También encontraremos en esta parte del libro un texto visionario —esperémoslo— que desmenuza inteligentemente los discursos y pretextos venideros, desde los poderes, para cuando l*s activistas hayan logrado definitivamente detener el proyecto de Cop City.
Post-scriptum

Notas
[1] “El desarme es autodefensa” se puede leer en francés en su web.
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