Mantener los ojos abiertos durante La Caída da vértigo. Pero esta es una invitación a incomodarse, a mirar de frente al sinsentido diario y permitirnos cierta lucidez entre tanta omisión de socorro.
No es un vuelo, ¡es una caída libre! No controlamos la crisis climática y ecológica como quisiéramos. Se nos acabó el tiempo para un derrumbamiento controlado de nuestra civilización industrial y opresora. Ahora no existe más lugar seguro que la poesía.
Y en ese mientras tanto que nos ha tocado vivir, la ironía y el humor nos hacen la existencia algo más soportable. Cuando la cotidianidad se vuelve tan macabra, no queda otra que buscar estas vías de escape. Que nos perdonen quienes vengan después.
Pero también, a veces, y contra todo pronóstico, las personas protestamos. Dejamos de hacer planes de vida como si nada estuviera sucediendo, y comenzamos a apreciar los pequeños detalles de esa vida buena que se nos escapa entre los dedos. Entendemos que, si nos juntamos, si nos apoyamos mutuamente, si desobedecemos en masa, estamos al mismo tiempo salvándonos como especie y despertando como parte consciente de Gaia que somos.
Poesía, ironía y humor para mantener nuestros ojos abiertos. Sin este acto de coraje estamos perdid*s.
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