A estas alturas de la película climática —y de la social — no creemos que nadie siga esperando una suerte de milagro que haga reaccionar a las instituciones. Después de asistir, entre otras, a la declaración de Antonio Turiel en el Senado, a la aprobación de la nueva ley de cambio climático o a la celebración de la Asamblea Ciudadana al mismo tiempo que los fondos NextGenerationEU se destinan a las grandes corporaciones, se subvenciona con 430 millones de euros la industria cárnica o se aumenta el gasto militar; el diagnóstico es claro: conocen el problema al que nos enfrentamos, es solo que sus intereses no son los de la mayoría. Frente a esta problemática y para dar respuesta a la misma, desde Futuro Vegetal hemos decidido pasar a la acción.
Futuro Vegetal nace con la intención de hacer frente a una de las mayores problemáticas a la que estamos asistiendo en el territorio ocupado por el estado español, la hambruna que se nos viene encima como consecuencia de la sequía, los fenómenos climáticos extremos, la falta de distribución de la tierra y la pérdida de la superficie agrícola útil. Todo ello fomentado por el oligopolio de la industria cárnica concentrado, como si de la trama de una película de mafiosos se tratase, en cuatro familias que controlan los cinco mayores grupos de la industria cárnica del estado. Estas corporaciones, multimillonarias por supuesto, aún se las apañan para conseguir cuantiosas subvenciones año tras año al tiempo que su actividad deforesta —tanto aquí como en regiones aún más empobrecidas —, degrada el suelo, precariza empleos y causa un tremendo sufrimiento animal. No sin motivo considera la FAO a la ganadería como la principal responsable de la emisión de gases de efecto invernadero.
No obstante, como este artículo no pretende extenderse en cuestiones científicas, limitaremos las explicaciones al párrafo anterior. La intención de estas palabras es encender una llama en vuestros corazones y devolveros las ganas de recuperar lo que nos corresponde por naturaleza y nos han arrebatado: el derecho a decidir cómo queremos vivir.
Es cierto que la Crisis Climática nos ha situado en un contexto en el que toda lucha se ve con muy poco margen de maniobra. Ya no nos vale pensar en una liberación de las clases populares en quince años, pues todo parece indicar que para entonces la situación sólo será más difícil. De ahí que necesitemos hacer todo lo que esté en nuestra mano hoy para evitar las peores consecuencias de esta Crisis. Así pues, el equipo de Futuro Vegetal, compuesto por activistas climáticos con años de experiencia y que hemos asumido riesgos altísimos para tratar de forzar al Gobierno a actuar conforme a la advertencia científica, nos propusimos diseñar una estrategia que nos sirviera para generar el mayor cambio alcanzable en el menor tiempo posible. Siendo conscientes del estado en el que se encuentra la sociedad española, no somos muy optimistas sobre la posibilidad de que la revolución estalle antes de que acabe el año, pero eso no quita para que no se puedan ir dando pasos en esa dirección.
Desarrollamos una estrategia de acción y alcance para revertir la situación y concienciar a la ciudadanía no ya sobre la Crisis Climática sino sobre las consecuencias de esta en nuestro día a día. Si tenéis ocasión, echadle un ojo al mapa con la previsión de estrés hídrico para la Península Ibérica en tan solo ocho años y entenderéis porqué nos pareció prioritario trabajar la cuestión de la Soberanía Alimentaria. Aprovechando la polémica de principios de año sobre lasmacrogranjas, acudimos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería y arrojamos varios litros de agua tintada de rojo como protesta por las palabras del ministro, quien consideraba el asunto como algo irrelevante, y para exigir el cese inmediato de las subvenciones a la industria ganadera y su empleo en el fomento de alternativas social y ecológicamente responsables basadas en vegetales.
Gracias a esta acción, conseguimos establecer una línea de diálogo con el ejecutivo. Como era de esperar —y desgraciadamente —, lo único que encontramos por parte de “la representación del pueblo” fue una negativa rotunda a cambiar sus políticas en este sentido. Pese a que el IPCC lleva años reclamando un cambio en el sistema alimentario. Pese a que este sistema nos aboca a sufrir las peores consecuencias de la Crisis Climática. No les importamos nada.
En consecuencia, hemos estado trabajando estos meses en responder a la falta de acción por parte de quienes tienen obligación de actuar. Es una cuestión de vida o muerte, no podemos seguir delegando. Decidimos empoderar a la población para que seamos nosotras mismas quienes hagamos lo que es necesario a ojos de la comunidad científica: cerrar los centros de negocio de la industria cárnica.
Para lograrlo, comenzamos una gira por todo el territorio estatal para explicar la situación de vulnerabilidad del territorio y nuestra propuesta para enfrentarlo. La primera parada fue en Sevilla, donde decidimos, además de dar una charla a la que acudieron numerosas personas interesadas y que nos sirvió para ponernos en marcha en el sur peninsular, realizar una acción en la sede de los cuatro partidos políticos mayoritarios ante la falta de debate público en las elecciones andaluzas sobre la vulnerabilidad de la región a la Crisis Climática.
Nuestra intención es dar formaciones a todas las personas que se vayan incorporando a Futuro Vegetal para que sean capaces de crear las suyas propias y utilizar la desobediencia civil como herramienta para traer la Crisis Alimentaria que se avecina al debate público.
Tras esta acción, tuvimos un mes para preparar cuestiones más técnicas como la estrategia comunicativa y la gira. Comenzamos el 29 de julio en Donosti y seguiremos por todo el norte peninsular durante el verano. Por el sur y por el levante tenemos pensado ir en septiembre, pero toda ayuda es bienvenida para cubrir el máximo territorio posible. En estas sesiones explicaremos con más detalle la relación entre Crisis Climática, Crisis Alimentaria y el sistema capitalista como causa de ambas; así como la estrategia que tenemos para hacerle frente. Vamos ya por fin con la última parte de la estrategia: la acción. Desde Futuro Vegetal creemos que es importante recuperar aquello de lo que nos han despojado. La participación en política, reducida a votar al menos malo cada cuatro años; un espacio de tierra en el que vivir y producir nuestro alimento y un mundo habitable para nosotras y nuestras hijas.
Es por eso por lo que estamos promoviendo una campaña para el mes de octubre donde ocuparemos varios centros de la industria cárnica por todo el territorio estatal. Con esto tenemos varios objetivos.
- El primero es causar pérdidas económicas a estas grandes corporaciones, pues sabemos que es lo único que les duele. Nuestra mejor opción si queremos conseguir el cierre de la industria cárnica es conseguir que ésta deje de ser rentable. Fuera de las acciones individuales, consideramos que la estrategia a seguir es provocar de forma continuada y prolongada en el tiempo esta serie de cierres de sus centros de negocio hasta acabar con el modelo.
- El segundo objetivo es aprovechar la acción para que se genere debate público sobre la cuestión. Cambiar la narrativa es posible pese a toda la inversión publicitaria antes mencionada, pero, para ello, necesitamos emprender acciones valientes, inesperadas y llamativas que tiren del foco mediático hacia la cuestión.
- Nuestro tercer y último objetivo, quizá el más importante, es el de empoderar a la población para que tome consciencia de su poder. No hay nada más poderoso que el pueblo unido, solo nos falta creérnoslo. Tenemos aquí la posibilidad de, mediante la no violencia, recuperar un espacio que nos ha sido arrebatado. Somos muchas más quienes sufrimos las consecuencias de un sistema que nos exprime, tenemos que organizarnos. Esta acción es solo el comienzo de lo que esperamos sea una serie de ocupaciones (o recuperaciones de espacio) por todo el estado.
Las instituciones ni están ni se las espera. Confiar en las corporaciones es un suicido colectivo. Solo nos queda confiar en el apoyo mutuo, la acción directa y la autogestión. Sabemos que las consecuencias de la Crisis Climática serán horribles, pero aún podemos decidir qué futuro vivir. Necesitamos trabajar hoy para tener una realidad que merezca la pena ser vivida. Libre de grandes corporaciones y gobernantes que solo responden a intereses partidistas. Tenemos que recuperar la chispa revolucionaria que nos permita adaptarnos al nuevo mundo post-capitalista.
Estimados seguidores de 15-15-15, no me puedo creer lo qué estoy leyendo. De verdad creéis que para enfrentarnos a la crisis climática, hay que empezar por desmontar la industria cárnica y ganadería en intensivo, que sí que entra dentro de la revisión a la industria basura de la alimentación. Pero es que ésto es exactamente el discurso de Bill Gates y su pitonisa Melinda. Ahora mismo están cayendo pequeños ganaderos en extensivo por la subida de los precios debido a la crisis energética, mientras las empresas de éste sector están en máximos de rentabilidad. Otro tanto pasa con la horticultura y agricultura en extensivo. Los pequeños no van a poder aguantar, y en esto los discursos de futuro vegetal, rebelión extinción, rebelión científica no hacen ninguna diferenciación. Pero qué se pretende? arruinar por completo lo poco que queda de los recursos rurales. Las huertas familiares, que quitan un buen pellizco a la macro industria hortícola e hipermercados, se está haciendo insostenible cada año que pasa, debido a las nuevas plagas y las virosis que conllevan. Es casi imposible sacar adelante un cultivo en ecológico. Este año en especial, no hace falta decir porqué. Los detractores siempre le echan la culpa a la globalización, pero no se han enterado que ésta empieza en le XVIII con los grandes veleros. Y que hay unos organismo de control para contener precisamente nuevas epidemias o plagas. Es posible que nos entre la mosca de la col de EEUU, la mosca blanca de Sudáfrica, el vasates del tomate de Australia, la barroa de las abejas de China, etc, etc ….., y le echen la culpa a la globalización. Sí, la barroa llevaba años en Francia y no podía pasar el pirineo. En dos años el ministerio la declara en toda la peninsula, la causa fue de unos desaprensivos extranjeros afincados en el mediterráneo que introducen colmenas infectadas del ácaro. El radio de acción de la abeja es de tres kilómetros. Cómo es posible que en dos años invade toda la península, quizás tenían un jet privado. En dos años la Bayer se estaba forrando con la venta de las tablillas para combatir la barroa, así las cosas.
Si tenemos una crisis mundial energética climática, por favor, hagan una revisión sensata y reveindiquen empezando por los grandes consumidores de energía. Miren ustedxs un mapa del tráfico diario marítimo, aéreo, terrestre o la huella de carbono de los ejércitos, quizás les aclare la visión y dejen de seguir las propuestas de los mismos personajes que nos metieron en la crisis de la pandemia.
Salud compañerx.
P.D. está escrito a salto de mata.
¡Muy buenas Antonio!
Precisamente por eso que comentas de no dejar a nadie atrás es por lo que la demanda de FV a las instituciones es que las subvenciones que actualmente se dirigen a la industria cárnica se deriven a alternativas SOCIAL y ecológicamente responsables basadas en vegetales.
Creemos que los 430 millones de euros que se han embolsado este año las grandes corporaciones estarían mejor apoyando pequeñas explotaciones familiares y fomentando la creación de nuevas iniciativas de regeneración y recuperación del suelo.
Acabar con estos titanes cárnicos en nuestro estado es un paso urgente y vital para poder afrontar la Crisis Climática, recuperar la soberanía popular y garantizar una transición justa.
Estoy de acuerdo con lo que plantea el escrito.
Bajo mi punto de vista, todas estas cosas son síntomas de una misma enfermedad, que no es otra que la toma de decisiones por parte de personas que ya no representan sino los intereses de los nuevos señores feudales.
Los partidos políticos han caducado. Hay que buscar la forma de cambiar el sistema y que las decisiones se tomen desde abajo hacia arriba y no al revés. ¿Cómo?
¡Muy buenas Manuel! Pues es un buen melón para abrir hahaha
Yo ando por Futuro Vegetal, como ya sabes. Somos parte de Rebelión o Extinción y ahí abandoramos mucho el tema de Asambleas Ciudadanas. Personalmente, creo que podemos ir mucho más allá. Yo soy fan del modelo zapatista de comunidades-municipios-caracoles o del modelo kurdo.
Con FV una de las cosas que tratamos de impulsar es la recuperación de poder popular mediante la repartición de tierras y una mayor autonomía alimentaria 🙂
Esto que dices es una burda patraña. Por favor un poco de seriedad. Para solucionar el cambio climatico y su manipulación por las élites económicas, vamos a tener que suprimir los pedos de las vacas.
Quieres repartir los latifundios, cuando están arruinandose los pequeños productores en extensivo, a causa de una crisis energética provocada, anda ya, por favor. Haceis reir.