Infraestructura verde, hacia una ordenación saludable y sostenible del territorio

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Introducción

Muchas de las luchas ciudadanas por la conservación de los recursos naturales y por un medio ambiente habitable toman la forma de reivindicación de espacios verdes concretos, como un parque natural, un bosque urbano, una arboleda o, simplemente, que se respete el mínimo de zonas verdes por habitante marcadas por la ley. Pero en el imaginario de la mayoría, si bien estos espacios pueden ser apreciados por su belleza y su aire limpio, están lejos de reconocerse tan necesarios como los puentes o los sistemas de alcantarillado.

El concepto que nos ocupa, la Infraestructura Verde (IV), resulta útil, en primera instancia, para articular entorno suyo diferentes luchas ciudadanas, muchas veces desconectadas entre sí. En Málaga, por ejemplo, tenemos a quienes exigen más huertos urbanos, propuestas que reivindican un bosque en la ciudad o la renaturalización completa del río Guadalmedina.

A menudo, la escasez de apoyos que encuentran estas iniciativas por sí solas dificulta llevarlas adelante. Y, pese a su semejanza, sus fuerzas se disipan al ir por separado. Una noción común, ya que todas se centran en elementos de una misma red de zonas verdes cuya interdependencia, como veremos a lo largo de este artículo, es enorme, puede ser la de Infraestructura Verde.

Además, con la primera parte del nombre, “infraestructura”, se destaca la importancia de sus múltiples funciones. Todos entendemos perfectamente que en un territorio no podemos construir bloques de viviendas sin parar, que necesitamos tener puentes, carreteras, red de saneamiento y otros elementos de la infraestructura gris imprescindibles para la sociedad por los servicios que le prestan. Asimismo, la Infraestructura Verde refiere a los beneficios insustituibles que el medio ambiente nos presta, ya que incorpora un cambio de perspectiva acerca de las zonas verdes, yendo varios pasos más allá de su belleza paisajística, al clasificar, sistematizar e incluso cuantificar las múltiples ventajas que tal infraestructura nos proporciona, denominadas en la literatura académica Servicios Ecosistémicos.

Algunos de estos servicios son la mitigación y adaptación al Cambio Climático, la protección ante catástrofes naturales como sequías e inundaciones, o una mayor resiliencia de nuestro sistema alimentario, al implementar los ecosistemas de los cuales depende.

La infraestructura verde (GI por sus siglas en inglés), en la cual está incluida la infraestructura verde comestible, es una red de áreas naturales y seminaturales que están protegidas y mejoradas para favorecer su biodiversidad y que así puedan brindar servicios ecosistémicos a la sociedad en general. Su principal objetivo es conservar la biodiversidad de la que dependemos y debe su nombre a la infraestructura gris (incluso pueden combinarse ambas para lograr soluciones resilientes).

Ejemplo de infraestructura Verde. Fuente: Biodiversity Europa
Ejemplo de infraestructura Verde. Fuente: Biodiversity Europa
La IV integra en su definición la importancia de la conectividad de sus elementos y su interdependencia a diversas escalas. Se puede pensar como símil una estación de tren: por sí sola nada hace, necesita una red de vías y de otras estaciones para poder comunicar barrios, localidades y regiones entre sí. Lo mismo pasa con un árbol o con un jardín, conectarlo a otros elementos verdes potencia sus beneficios. Y es que tal conectividad es clave para conservar la biodiversidad, tan importante para nuestra supervivencia y nuestra salud.

Otro valor del concepto de Infraestructura Verde, tanto para colectivos ecologistas como para asociaciones de vecinos y administraciones a todos los niveles, es que alude a una gestión activa de los elementos que la componen. Ello explica su presencia en diversas normativas y legislaciones de Ordenación del territorio, tanto en España como en otros países, así como en recomendaciones europeas. Estas normativas pueden replicarse, adaptándolas al contexto, en nuestros municipios y regiones.

Ejemplo de ello es la Estrategia Estatal de Infraestructura Verde y Conectividad Ecológica. A nivel autonómico, destaca la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana de 2011 y su Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, los cuales cuentan con la IV como instrumento de ordenación territorial y de planificación urbanística que debe quedar recogida en la elaboración de los planes urbanísticos y territoriales desde su inicio.

En este artículo parto de la necesidad que tenemos de ecosistemas sanos y biodiversos, basándome en los Servicios Ecosistémicos o medioambientales que nos aportan. A continuación, repaso las principales amenazas actuales para los ecosistemas y, por tanto, para una correcta y suficiente prestación de sus servicios. Después, ante las dos principales tendencias para solucionar tales problemas, me decanto de manera justificada por las Soluciones Basadas en la Naturaleza, entre las cuales la Infraestructura Verde resulta imprescindible. La última parte busca definir tal infraestructura y sus principales elementos y características.

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Miembro del huerto urbano comunitario malagueño El Caminito y de Ecologistas en Acción, auxiliar de enfermería y graduada en filosofía.

2 Comments

  1. Es muy interesante el enfoque. He encontrado que adoptar el lenguaje de los profesionales con prestigio en esta sociedad (como los ingenieros) contribuye a que las ideas ecológicas sean tomadas más en serio.

    Tengo una sugerencia, sin embargo. Hablemos de infraestructura VIVA. Porque «verde» ya es una palabra lamentablemente cooptada por los «negocionistas» de los que habla Antonio Turiel. Gente que solo piensa el ambiente como oportunidad de negocios.

    He visto esto en el caso de legislaciones fallidas sobre los «techos verdes», ponen cualquier especie, incluso exóticas, incluso las que consumen mucha agua, y al final se pierde el objetivo inicial. Por eso se ha propuesto el término de «techo vivo» para enfatizar que esa cubierta vegetal tiene que autosustentarse y que no se puede poner cualquier especie. Además poner la palabra «vivo» es una sutil manera de indicar que el profesional a consultar tiene que estar relacionado a la biología de alguna manera.

    Hablar de una infraestructura VIVA da el pie para reconocer la continuidad de la naturaleza dentro de la ciudad, para tomar a la ciudad como un ecosistema dentro de otro, y por lo tanto examinar en qué maneras está fallando la ciudad en sostener las formas de vida dentro suyo.

    Saludos desde Argentina!

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