Demián Morassi

Entrevista con un niño «elegido» de Primaria

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Hola, buenos días. Somos del semanal REVISTA COLAPSO. ¿Sabías que te íbamos a entrevistar hoy?

Hola, sí, me avisaron en el colegio.

¿Sabes por qué te han elegido a ti?

Sí, dicen que se me da bien todo, y que tengo posibilidades de poder ir a la universidad. Soy el ELEGIDO de mi cole.

Cuéntanos un poco más de eso: ¿cuántos como tú hay en el cole?

Bueno, como yo de todo el colegio, que somos unos 400, solo yo, pero hacen reuniones con los elegidos una vez al mes, donde nos preparan un poco. En toda la ciudad somos 3.

Y el resto ¿no irá a la universidad?

No, los demás se irán a las granjas, como todos, cuando cumplan los 14 irán a cultivar.

¿Os enseñan a cultivar?

Sí. En esta ciudad sobre todo nos enseñan agricultura y gestión de regadíos. Sobre todo cultivamos zanahorias, dicen que hacemos las mejores zanahorias del país. Cuando un niño se porta mal en clase le decíamos: como te portes mal acabarás en el campo de zanahorias… Pero ahora ya como todos vamos a acabar allí, ya no nos da miedo, de hecho muchos quieren irse ya, con sus hermanos mayores o algún familiar.

Y ¿cómo es la vida siendo un elegido?

Bueno, siempre hay a quien le gustaria ser como nosotros, y nos trata mal, pero enseguida se hace una reunión marcial donde al abusica se le hace una purga hasta que llora y confiesa. Lo malo es que nadie quiere ser nuestro amigo por miedo a ser purgado, por eso al final tus amigos son los otros niños elegidos.

Me imagino. Ppero ¿cómo es tu día a día?

Bueno, pues me levanto por la mañana, no hay nadie en casa, cojo la libreta y la mochila del portátil…

¿Portátil? ¿Tenéis un portátil?

Sí, bueno, a los elegidos nos deja el ayuntamiento un ordenador, dicen que para que vayamos aprendiendo a usar uno, que luego en la universidad se enseña a usarlo más. En el colegio tenemos 5 ordenadores aparte de mi portatil.

Y ¿no te da miedo que te lo roben?

Dicen que antes si se robaban, porque había cosas que hacer con ellos, pero ahora solo sirve para trabajar en el Estado. Además como se enteren de quién ha sido ya sabéis lo que le pasa… para mí es una responsabilidad y me da miedo que se rompa.

Bueno, sigue contándonos cómo es un día normal para ti.

Pues eso, voy a clase desde casa. En invierno hace mucho frio, se me hacen heridas en las orejas. Está todo congelado y el colegio está muy lejos de casa. En verano es peor, además son tantos meses… menos mal que paramos de Junio a Septiembre. A veces me intentan robar, me registran los bolsillos, me amenazan con cosas que pinchan. Pero desde que se hacen purgas, la gente tiene miedo de ser acusada por robar y me pasa menos. Pero hay niños que todavía me roban un lápiz, o una madalena o algo.

Luego al llegar al colegio nos dan la madalena para desayunar, y un vaso de agua. Hay días que te ponen algún regalo, como una piruleta o un caramelo, y una vez al año te dan una bolsa con varias cosas, el día de la Hispanidad.

Hay que tener mucho cuidado, porque eso sí que si lo dejas en la mesa en un cambio de clase y no miras, te lo quitan.

Nos enseñan un poco de todo: a leer, escribir, algo de matemáticas, y mucha agricultura. Quieren que aprendamos bien, ya sabéis que podemos estar en cualquier puesto en la granja y hay que estar preparados.

Luego al medio día cojo la mochila y…

¿No pesa mucho esa mochila? ¡Es muy grande!

Sí, bueno, aquí llevo todo. Aparte de, como te dije, el portátil, también llevo una muda de ropa por si tengo que ir a dormir a algún sitio. A veces hace tanto frío que nos dejan dormir en el gimnasio. El colegio no tiene calefacción, pero las paredes son gruesas, no como la mayoría de casas, y si nieva o algo nos dejan dormir a quien queramos aquí. Hay colchonetas ¡¡y mantas!! Además los profes se quedan y es divertido. Dicen que es mejor quedarse que volver a casa. Muchos niños no vuelven después del invierno.

Sigue, por favor.

Y… nada, luego voy al comedero.

¿Comedero?

Sí, je je, a La casa de la Comida. La llamamos comedero los del cole. Bueno, antes paso por la parroquia, que siempre hay cola a la hora de comer, por si alguien me da algo. Tengo amigos, ¿sabe? A veces está Lola, la que antes trabajaba en la radio, y me da unas galletas o algo. Cada día hay más gente allí, y más enfermos.

Y de allí me voy a La casa de la Comida. Allí no se puede hacer cola: tienen unas listas y si no estás, no te dan nada. Yo como soy un elegido me dan de comer, y en cuanto llego enseguida me buscan en la lista y me dejan pasar. Sobre todo hay gente adulta, no hay niños; son personas que el ayuntamiento ha decidido que tienen como yo derecho a comer todos los días por interés nacional. Y, nada… pues me dan un plato de macarrones y una zanahoria.

Luego vuelvo a casa y recojo un poco antes de que venga mi familia del campo. A veces si mi madre ha dejado algo de comer, hago la cena, y ya tarde vuelven todos y hablamos un poco de cómo nos ha ido el dia.

Y ¿no usas el portátil para hacer los deberes?

No, no tenemos luz en casa.

Y ¿qué opina tu familia de que seas un elegido?

A mi madre le parece bien. Mi padre piensa que estaría mejor con ellos en el campo, no se fía de las universidades ni del gobierno.

Y ¿tú que opinas?

No sé. Me gusta porque tengo a los otros amigos elegidos, pero es un poco solitario. Nadie más quiere ser mi amigo.

Y ¿no tienes ganas de ir a la universidad?

No, ¿para qué? ¿Qué voy a hacer allí? Dicen que antes podías hacer cualquier cosa si ibas a la universidad, pero ahora yo no quiero trabajar para el gobierno. Es la única salida: eso o zanahorias.

Pues nada, muchas gracias. Y dáselas también a tu profesor. Ya os dejaremos un ejemplar de la revista en la biblioteca.

(No os perdáis el próximo número, en el que entrevistamos a una farmacéutica.)

Demián Morassi
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Estudió Ing. de Telecomunicaciones, tuvo empresas pioneras en varios campos de Internet, viajó por todo el mundo, vivió en Dublín y Tokyo, peregrinó una y otra vez por España y Japón, aprendió varios idiomas que le abrieron puertas de culturas y puntos de vista, fundó y colaboró en varios movimientos sociales por la transparencia (como Graba tu Pleno), fue político, fundó su propio partido, fue troll de internet, fue archivero digital, y le dió por escribir cosas... Al final, como todos, fue olvidado.

3 Comments

  1. Molt bo Fèlix. M’ha agradat el conte. Cal explorar la part humana, social i política del col·lapse.

  2. Hola Alvar me alegro de que te guste, son posibles futuros, vidas que pueden llegar a vivir los que nos sucedan, y la verdad que creo que este cuento es un futuro optimista respecto a otras opciones tal vez mas probables. Por cierto he sacado un librillo que tal vez te interese, echa un vistazo a mi web felixmoreno.com un abrazo.

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