(Artículo previamente publicado en el blog del autor. Es la continuación del artículo publicado anteriormente en 15/15\15. Ha sido ligeramente adaptado para su publicación en la revista.)
Introducción
Permacultura, Agroecología, Decrecimiento y Movimiento en Transición conjugados con el pensamiento libertario, todo ello bajo una perspectiva feminista, con el objetivo de estructurar un sindicalismo social y ecologista que genere empleo y gestione servicios básicos.
Este texto intentará de manera breve y concisa presentar una propuesta transformadora de la sociedad capitalista, al igual que rupturista con el marco que nos ofrece el Estado-Nación moderno; dicha propuesta se razona en base a la realidad que vivimos en el Estado Español.
Nos encontramos en un escenario de precariedad absoluta donde las clases populares se encuentran sumidas en un gran letargo frente a un monstruo neoliberal que genera sistemáticamente precariedad, inseguridad y falta de futuro laboral, pero sobre todo —y lo más importante a mi entender— una realidad de dependencia y, por definición, de sumisión a su modelo social, político y económico. Debemos de dejarlo claro y ser honestas/o: sus instituciones y su sistema democrático y laboral son los anzuelos perfectos para legitimar una pesca por arrastre a gran escala que acaba desgarrando las vidas de miles y miles de personas, sobre todo en el hemisferio sur.
Es por ello, por lo que debemos de plantear una alternativa seria y estructurada que de posibilidades a aquellas personas que anhelan el concepto de que “otro mundo es posible”, y que por lo tanto consideran que es necesaria una alternativa al capitalismo y al Estado-Nación como estructuras de poder verticales, no democráticas, anti-ecológicas y patriarcales.
La propuesta de un nuevo sindicato-red
La propuesta que aquí vengo a exponer consistiría en la creación de un sindicato como motor de cambio social que ampare y lidere políticamente proyectos socio-económicos ofertando empleo y servicios a la sociedad desde perspectivas ecosociales y feministas. Es decir, promoción y asentamiento de la economía social como propuesta de futuro, eso sí, siempre dejando claro que la creación de esta red de redes se generará para dar una alternativa al Estado-Nación y al capitalismo, desechando, por lo tanto, el sistema de partidos actual y las reglas del juego de la participación política institucional-estatal.
Esta red de redes sindical seguiría el hilo conductor a nivel organizativo del Confederalismo Democrático, creando desde lo micro una realidad política, económico-social, y por lo tanto de servicios, que plantee una alternativa al Estado-Nación en cada ciudad, pueblo o comarca. De esta manera se generaría una contra-cultura que derive con el tiempo en un contra-poder capaz de hacerle frente al Estado-Nación. Ni que decir tiene que esta red de redes sindical sería completamente descentralizada siendo cada núcleo autónomo a la hora de llevar a cabo la toma de decisiones; eso sí, es imprescindible que se establezcan unos mínimos nexos de unión que, desde mi punto vista, deberían ser los siguientes:
- Ecologismo social, Feminismo y Antimilitarismo como cabeza ideológica, todo ello bajo una lógica libertaria como perspectiva de pensamiento integral.
- Asamblearismo y Confederalismo como cuerpo organizativo.
- No participación de sus miembros en partidos políticos.
- Ni liberadxs ni subvenciones.
- Libre adhesión y desunión de sus partes.
Muy grosso modo, y sin tener en cuenta multitud de factores que habría que analizar desde una óptica más pormenorizada, podríamos decir que estos cinco puntos serían los ingredientes principales para desarrollar un cóctel político explosivo que diese respuesta a las necesidades socio-económicas, políticas y ecológicas del siglo XXI.
Todas aquellas que hemos participado en colectivos o proyectos de raíz libertaria, ecosocial o feminista, somos conscientes de las limitaciones que nos encontramos con los grupos, muchas veces derivadas de la falta de implicación y compromiso, hechos que a mi entender vienen derivados de dos elementos fundamentales:
- la falta de tiempo derivada de la ocupación laboral o de estudios, y
- la falta de una estructura descentralizada, organizada y seria que dé voz a sus miembros y desarrolle un sistema de servicios, con el objeto de satisfacer las necesidades de las personas que quieran participar en dicho proyecto (salud, educación, alimentación etc..).
¿Cómo se pone esto en marcha?
La manera de dar pie a dicha alternativa radica, para mí, en la conformación de una red de cooperativas que englobe a consumidoras/es y productoras/es de servicios. Este Movimiento socio-económico se encontraría bajo la protección legal de un sindicato socio-político que promocione, asesore e incentive un modelo alternativo al capitalismo y al Estado-Nación.
Con esta propuesta lo que se plantea es unificar desde la horizontalidad a los proyectos de economía colaborativa, de índole ecosocial, feminista o libertaria que así lo quisieran, proyectos que a día de hoy se encuentran descoordinados por el territorio. Se conformaría así un Movimiento amplio, pragmático y a la vez revolucionario. Y, lo más importante, visibilizaría alternativas que van más allá de las que nos ofrece el sistema de partidos, diseñado por aquellos que quieren que nada cambie, estructurado y acorazado con un maquinaria represiva y burocrática que convierte a todo diputado/a honrado/a en un cómplice y acomodado del régimen vigente, no por su mala fe, si no por las inercias negativas a las que les arrastra la política profesionalizada y la legalidad vigente, que sobrepone lo privado a lo público, o lo económico a lo ambiental.
Conclusión
Son varios los ejemplos pasados y actuales que nos invitan a ver plausible y aplicable esta propuesta: las colectividades de Aragón durante la Revolución Española, los caracoles zapatistas, las cooperativas de producción de Rojava, el Movimiento de Ciudades en Transición, los proyectos de agroecología social, permacultura o decrecimiento… Son algunos de los numerosos argumentos que nos demuestran que otro mundo es posible, aquí y ahora. Desgraciadamente, es muy común que las propuestas políticas de ruptura tiendan a olvidar que todos/as somos estómagos y que, por lo tanto, cualquier propuesta que se reclame transformadora ha de plantear la creación de empleo y servicios como objetivos fundamentales, ya que sin unas condiciones mínimas de vida de las personas que forman parte del proyecto transformador, la superación del sistema anti-ecológico y anti-personas que nos oprime —así como el asentamiento de la propuesta alternativa — serán una quimera imposible.
Este texto intenta proponer la creación de un sindicato que genere empleo promocionando y creando cooperativas de productores/as y consumidoras/es independientes del sindicato en su forma económica, pero interdependientes en su forma sociopolítica. En definitiva el sindicato se presentaría como una red de redes político-organizativa como alternativa administrativa al Estado-Nación.
Tenemos que demostrar que una sociedad basada en la economía de mercado, en la explotación de la naturaleza y en la competencia acabará por destruir al planeta. Tenemos que hacer lo posible para que la gente entienda que si queremos resolver de una vez por todas nuestros problemas con la naturaleza, tenemos que preocuparnos de las relaciones sociales. La gente tiene que entender que todo tiene que unificarse en una visión del mundo coherente, en una visión basada en un análisis, en una crítica, y en soluciones de nivel político, personal e histórico. (Murray Bookchin)
Eso ya existe, la CNT. Otra cosa es que los sindicatos no se vean con fuerza aún, aunque todo depende del lugar. CNT ya ha puesto en marcha una cooperativa ecológica autogestionada en Extremadura, luego están las cooperativas integrales de Eukadi, Catalunya, Galicia, Aragón, etc. Me parece más bien que la propuesta se debiera derivar a una confederación de colectividades rurales decrecentistas. Que CNT lo apoyase estaría muy bien pero bien puede ser una confederación propia con ese propósito concreto. También existen los grupos de apoyo mutuo. ¿Por qué no acaba de arrancar? Pues que siempre somos pocas y con poco tiempo, acá, en Soria, el sindi de CNT hasta lo tengo por crear con más gente, aǵún día saltará la chispa pero, personalmente, prefiero decirlo claramente; la solución es el anarquismo y el medio para lanzarlo es la propaganda por el echo que es lo que propones pero otro sindicato, es duplicar, cuando ya hay uno. Un saludo.
Que la CNT pudiese servir de base para hacer lo que propone el autor no lo veo descabellado, pero que el objetivo (actual) de la CNT (o de la CGT o de cualquier otro sindicato) sea este aquí expuesto, lo dudo mucho.
Por eso mismo no veo la idea de sindicato para esto si no más bien una confederación que explícitamente se dedique a crear el proyecto y que CNT lo apoye sería cosa de CNT que, personalmente, me interesa mucho apoyar. Es decir proyecto independiente por que el sindicalismo conlleva una burocracia que cuando el 36 creó problemas. La CNT y todo sindicato revolucionario, conseguida la revolución, tiene que desaparecer por que es una herramienta, sin embargo esta propuesta es una alternativa para ir a más en el tiempo y que sea perpetua entiendo.
A mí me parece una propuesta muy interesante, aunque claro está que poco desarrollada. Pero como punto de partida está muy bien.
Me recuerda a la Vía de la Simplicidad de Ted Trainer, también de inspiración libertaria, aunque más enfocada al modelo cooperativo.
Buenas! lo que intenta plantear el texto no es una duplicación, si no más bien. una unidad de acción en torno a cuestiones que por los motivos que sean no se han trabajado como primordiales ,por eso, creo que la síntesis de la propuesta se encontraría en tres cuestiones fundamentales:
1) generar un Movimiento socio-político que sea capaz de coordinar desde la horizontalidad una red de redes socio-económica que presente una alternativa al Estado y a la Banca. Redes independientes al sindicato en su forma socio-económica pero interdependientes en su forma socio-política,es decir, que sean parte y activo del Movimiento practicando una política desprofesionalizada.
2) entender la necesidad que tienen las organizaciones rupturistas de plantear una alternativa al empleo capitalista, que también a su sistema educativo o sanitario; para que dicha alternativa sea consistente y fiable debe ser a mi entender liquida en su forma interna y solida en su forma externa, buscando así, que nuestra propuesta libertaria se visibilice como una alternativa al Estado y al Capitalismo.
3) y en tercer lugar dejar bien claro, que este texto plantea una reflexión para coordinar lo descoordinado y no para duplicar lo existente, es decir, en ese proyecto que se puede llamar sindicato, confederación o coordinadora lo que se plantea verdaderamente es generar una realidad administrativa alternativa desde la horizontalidad y la autogestión.
Veo bastante encaje con la propuesa que apunto en el p. 2.2. de este texto, fruto de una presentación que hice en Móstoles en febrero, precisamente invitado por un colectivo de inspiración libertaria (Rompe el Círculo), pero que se inscribe actualmente en esto que llamamos las estrategias duales y promueve la participación en las instituciones del Estado, acertadamente a mi entender: http://casdeiro.info/textos/2017/04/13/siete-ideas-polemicas-a-partir-de-la-izquierda-ante-el-colapso-y-la-via-de-la-simplicidad/
Espero que pueda contribuir a esta idea en germinación.
[…] https://www.15-15-15.org/webzine/2017/03/22/alegato-para-la-creacion-de-un-sindicato-libertario-moto… […]
El punto 3 («No participación de sus miembros en partidos políticos.») me parece demasiado rígido. Quizás podría utilizarse una fórmula como la de la CNT que es prohibir que en los distintos órganos haya miembros de partidos políticos, pero sí aceptada en la participación de base.
Así no se cierra tanto la organización y, con el tiempo, (en tanto se vea los límites del partido) acabarán desapareciendo por la misma inercia.
Sí, yo tampoco veo eso ni necesario ni siquiera conveniente, porque creo que dificultaría las «estrategias duales» que venimos defendiendo algunas personas.
Tampoco lo de rechazar los cargos liberados. No entiendo esa obsesión en algunas organizaciones. Mientras se esté a las órdenes de la asamblea, sean revocables, etc. etc. ¿por qué no se va a cobrar por ese trabajo como por cualquier otro?
Pero esos detalles no le restan valor a la propuesta. Yo creo que poner en marcha algo así ilusionaría a mucha gente y podría canalizar muchos deseos de construir, al tiempo que generaría medios de vida e iría creando la otra economía que sustituirá a la capitalista. Aunque por supuesto habría que pulir mucho y completar la idea.
Buenas de nuevo!
Lo primero alegrarme por el debate que se esta generando en este foro, en segundo lugar voy a intentar explicar de la mejor manera posible porque planteo el texto en la forma que lo planteo, contestando las apreciaciones que me hacéis y que agradezco.
En cuanto al tema de la no participación de sus miembros en partidos políticos, es por dos motivos fundamentales que nos ha enseñado la historia:
1) en los partidos políticos( tanto en la izquierda revolucionaria como en la social-democracia) siempre se ha considerado valido a nivel estratégico la participación en organizaciones diferentes a la propia para construir satélites en dichas organizaciones introduciendo cuadros políticos, si esto se da, existen muchas probabilidades de que la propuesta que planteo fracase.
2) y en segundo lugar por un cuestión de proyecto-táctica-estrategia, si no contemplamos la vía parlamentaria como adecuada, entiendo como una contradicción insalvable que en un proyecto de estas características, claramente a-estatal, participen personas que consideran a el Estado o la toma del poder del mismo como una estrategia factible.
Por otro lado y cnt al compa Manuel, referente al tema del «trabajo político retribuido» recurriré a dos puntos:
1) haciendo alusión al teórico del decrecimiento Paul Aries en una sociedad donde el trabajo no debe ocupar la centralidad de nuestras vidas, todas, deberíamos poder ser a parte de productores de un servicio durante un periodo determinado( el cual nos retribuye una fuente para vivir), poetas, madres, amantes, y también y no menos importante, políticos no profesionales para resolver los problemas de nuestra comunidad.
2) y en segundo lugar decir que he vivido muy de cerca la política profesionalizada y retribuida, y he de decir, que la misma genera un ambiente bastante» chungo» en torno a dos cuestiones fundamentales
-2a) luchas de poder entre los que ocupan un puesto retribuido en un momento determinado y los que optan a desempeñarlo en un futuro( podría profundizar más aún en este aspecto).
-2b) la desigualdad en torno al control de la información y la verticalidad que se genera por tal motivo en la toma de decisiones, donde muchas veces se suele o delegar de buen grado ante el desconocimiento de ciertos aspectos que conocen mejor las personas liberadas por su completa dedicación, o bien y también frecuente, llevar a confrontaciones por esa «verticalidad informativa»que suele derivar en «malos rollos» y ruptura de grupo.
Vaya chapa que os he pegado 😉 un cordial saludo a ambos
Pues completamente de acuerdo, sólo que lo propondría cómo una confederación independiente, sin trabajo remunerado tal cómo comentas, es decir, sin liberados por que si hay liberados ya estamos dando la razón a la esclavitud asalariada y no estamos haciendo nada y haciendo un flaco favor a la propaganda por el echo. Si hay gente de partidos políticos también mal, estoy de acuerdo con excluirles por que son una amenaza pues el estado destruiría la propuesta y sería una alternativa nada seria decir que se quiere destruir al estado con una alternativa y defenderlo por otro lado. Como sindicato ya veo a CNT pero CNT, por ser sindicato y por su estrategia (Toma de los medios de producción y huelga general) Es una herramienta a desaparecer en la revolución para dejar paso a la anarquía. Sin embargo esta propuesta es para perdurar y, por tanto, los puntos que citas son imprescindibles. Una propuesta autónoma pero sin la línea sindical por medio.
Comparto lo que dice Pedro y Adokin…Yo ya tengo unas pocas Fincas para Colectivizar en comarca de Aranda (Burgos)…Lo que necesitamos es Compañerxs que quieran Crear ese o esos proyectos colectivistas…Salud y Anarquía.
Yo también estoy totalmente de acuerdo con no dejar participar a la gente que opta por la via parlamentaria, ya que el proyecto que expone Pedro va calramente en la línea de traspasar tanto el capitalismo, como los Estados-nación. Y para la persona que trabaja en la vía parlamentaria esto le supondría un problema, a no ser que su intención sea la de manipular este proyecto.
Por otro lado, yo también he tenido algún acercamiento a la opción parlamentaria de la que salí huyendo por las actitudes que ví, y abrazando el mundo libertario del que nunca formé parte pero que siempre tuvo mi simpatía.
Un proyecto así es absolutamente necesario, y lo llevo escuchando desde hace ya bastante tiempo, pero parece que no arranca…
La idea es buena pero de ninguna manera habrá éxito y no se lo digo por pesimista sino que se trata de promover una forma de autogestión de la enajenación capitalista, abolir la propiedad privada de los medios de producción no constituiría un cambio suficiente, la subordinación del contenido de la vida social a la forma-valor y su acumulación podría, al límite, reproducirse sin una clase dominante o darse de una manera “democrática” sin por eso resultar menos destructiva. Por ejemplo, una fábrica autogestionada por sus obreros -viejo sueño de la izquierda-pero que necesita encontrar éxito en un mercado competitivo seguramente tomará las mismas decisiones que una fábrica dirigida por el capital privado. La culpa no es ni de una estructura técnica como tal, ni de una complejidad inseparable de la modernidad, sino del sujeto automático que es el valor. La crisis del capitalismo no puede resolverse en el marco del propio capitalismo, ni con el decrecimiento, ni menos con un supuesto capitalismo verde o desarrollo sustentable y otras invenciones que se dicen por ahí. Mientras perdure la sociedad de la mercancía, el aumento de productividad hará que una masa cada vez más grande de objetos materiales -cuya producción consume los recursos reales del planeta- represente una masa cada vez más reducida de valor y tan sólo la producción de valor tiene importancia en la lógica del capital. Muy enredada la cuestión como ve para salir de la madeja en que nos ha enredado el capitalismo, no se trata únicamente de liberarse de la clase capitalista sino de las relaciones sociales capitalistas, relaciones que involucran a todo mundo, si bien con papeles diferentes.
Saludos y continúe a pesar de mi observación con el empeño, no es para que lo deje.
¡Buenas, Pedro!
Por mi parte considero fundamental la construcción de esta red, y coincido casi plenamente con el planteamiento que has hecho.
No tengo claro si realmente es necesario adoptar la figura formal de sindicato, porque lo que estás planteando es un nuevo modelo global de sociedad, y un sindicato se toma generalmente como algo asociado a lo laboral. Otro tema es que fuéramos capaces de resucitar la CNT del 36, que verdaderamente funcionaba básicamente como lo que tú estás proponiendo ahora -en sus circunstancias-, pero a día de hoy yo no lo veo posible.
Por mi parte creo que es más coherente funcionar como red-movimiento ciudadano y que dentro de esa red pueda haber sindicatos, asociaciones, colectividades… trabajando cada una en su ámbito, vinculadas todas a la misma idea y objetivo, colaborando y apoyándonos todos, y organizándonos para hacer viable la consecución de ese objetivo común.
En cualquier caso estoy convencido de que esto que planteas es una necesidad y por supuesto me sumo a ello desde ya. De hecho, hace tiempo que vengo planteando lo mismo, pero desde un punto de vista algo más global, porque considero que la construcción de esa sociedad alternativa que planteas es una necesidad, pero hay que hacer más cosas.
Mi propuesta global está aquí:
http://noalregimendel78.blogspot.com.es/p/blog-page_79.html
Esta red de redes que planteas, en mi propuesta, es la vía 1. En ese blog que enlazo desarrollo la vía 3. La vía 2 ya la están desarrollando hoy en día organizaciones como la CNT, Marchas por la Dignidad, etc.
En mi opinión no vamos a poder superar las limitaciones -de masa crítica- que hoy en día tenemos si no cubrimos todos los frentes.
En cualquier caso, aquí estoy, y me sumo.
Aprendiendo muchísimo a base de leer los artículos y comentarios que aparecen aquí, me atrevo a escribir por primera vez. Básicamente estoy de acuerdo con la propuesta que se hace en el artículo. Me parece muy interesante y oportuna, aunque no comparto la no militancia en partidos políticos porque no creo que aporte nada y en cambio me parece que resta al proyecto. Quizá, como ya se ha dicho, sí en cualquier órgano pero no para la militancia en general.
Por otro lado me llama la atención la continua llamada a la creación de empleo y servicios, con la que estoy de acuerdo a través de las redes a construir entre las distintas iniciativas, y, en contraposición, la ausencia de alguna referencia a cómo debemos gestionar la ausencia de puestos de trabajo y cómo la tecnología va a seguir suprimiendo miles de ellos y cómo vamos a afrontar esta situación ya que, en mi opinión, debemos garantizar como sociedad un nivel de vida mínimo a todas las personas, tal y como también se dice en el artículo. Hecho, por lo tanto, en falta alguna referencia a la implantación de la Renta Básica Universal, elemento en mi opinión irrenunciable y auténticamente revolucionario de cara a conseguir una sociedad más justa.
Saludos y sigo aprendiendo
» la ausencia de alguna referencia a cómo debemos gestionar la ausencia de puestos de trabajo» No entiendo esa «ausencia», pues precisamente me parece que el objetivo de la propuesta es crear puestos de trabajo!
Por otro lado no coincido en que «la tecnología va a seguir suprimiendo miles de ellos». Ese es el mensaje que nos vienen vendiendo desde el B.A.U. estos últimos años con mayor insistencia, pero creo que su viabilidad tiene un alcance muy corto. Parar sustituir el trabajo humano no sólo hace falta «tecnología», sino sobre todo, y antes de nada, «energía». Y es precisamente eso lo que está empezando a flaquear, sin posibilidades de solución.
En cuanto a la RBU ya me he expresado en repetidas ocasiones en contra de su viabilidad, precisamente por el mismo motivo, por el irreversible declive energético. He escrito de ello en mi libro de «La izquierda ante el colapso de la civilización industrial» así como en algún artículo publicado en gallego: http://praza.gal/opinion/2924/por-que-esta-renda-basica-non-e-sustentable/