Aunque siempre advierto de que el argumento de autoridad no es científicamente válido, llevo unos 20 años promocionando el Warning to Humanity, que es una extensa carta escrita y dirigida a la Humanidad advirtiendo de que íbamos derechos a «chocar con el iceberg a bordo del Titanic» (la analogía es mía). La firmaron más de 1.500 científicos y más de la mitad de los premios Nobel de ciencias vivos en 1992.
Siempre he apuntado que su autoridad no venía por su premio Nobel, pero, en todo caso, merecía nuestra atención por proceder de tantos científicos.
A partir de esa carta construyo los datos y los analizo para concluir que la intuición y razonamiento de aquellos científicos eran correctos.
También suelo señalar que en los días que siguieron al lanzamiento de esa carta, ningún medio de comunicación de impacto nacional o internacional, norteamericano o europeo, se hizo eco (a decir de sus promotores).
Frente a este Warning acaba de salir a la luz una carta firmada por científicos bien vociferada por parte de los medios de comunicación de masas (aquí en España El País, el ABC, El Mundo, etc.). La carta la firman 109 premios Nobel, casi todos de física, química o medicina y fisiología (hay algún economista, un literato y un Nobel de la Paz).
Es una carta cortita pero muy dura, de ataque directo a Greenpeace y otras organizaciones ecologistas por sus ataques a los OGM (organismos genéticamente modificados).
Puesto que el tema del que hablan está relacionado con la biología molecular y la genética, eso descarta la autoridad científica de todos los físicos: vale tanto su opinión como la de mi vecino metido en una ONGD; seguramente bastante menos, como veremos.
También deberíamos descartar a la mayoría de los químicos. Desde la ciencia deberíamos escuchar (en este tema) sólo a los Nobel que hayan obtenido ese galardón por sus conocimientos en genética, biología moelcular, etc., ya que la carta tiene que ver, supuestamente, con la biotecnología, que son su herramienta de estudio y trabajo.
Además, tendremos que hacerlo con sentido de la precaución, por los posibles intereses privados —económicos o de otra índole—, ya que su Nobel —y el montante económico que supone— y sus décadas de dedicación a una herramienta que ha sido denostada y criticada en sus aplicaciones prácticas agrícolas los influirá hacia un cierto sesgo (inevitable y que todos tenemos).
He buceado aleatoriamente en la biografía de una docena de los Nobel de medicina y fisiología firmantes de la carta en cuestión, y todos ellos, como esperaba, han contribuido a la ciencia básica de la genética y la biología molecular en su sentido reduccionista: genética autoinmune, exones-intrones, cascadas de proteínas, etc. No he encontrado a ninguno cuya contribución sea sobre el arroz dorado —que cita la carta— o sobre alguna biotecnología que en teoría pudiese mejorar la agricultura para alimentar al mundo y sus hambrientos.
Mi primera impresión tras leer la carta me ha recordado cuando se supo que el amianto, el plomo en la gasolina, el tabaco, los CFCs o la quema de combustibles fósiles perjudican al medio ambiente humano y a nuestra salud. En aquel entonces y aún hoy, unos pocos científicos se pasaron al lado oscuro —las más de las veces por intereses económicos— para sembrar dudas o defender lo indefendible. En el caso que nos ocupa la cosa es mucho peor porque puede dar la sensación de que, para el caso de los OGM de aplicación agrícola, los defensores de esta técnica aplicada a la agricultura representan la mayoría científica y no una minoría despistada o corrupta como en otros casos históricos o actuales de preocupación ambiental.
¿Quién se atreverá a cuestionar a tantos premios Nobel y expertos? Es justo el apoyo científico lo que Greenpeace y otros han buscado, por ejemplo cuando tratan de defender del cambio climático el ecosistema Ártico: el consenso de la mayoría científica. Greenpeace puede cometer errores, claro, pero desde luego las réplicas que ya está dando a la susodicha carta están cargadas de mucha más seriedad, sentido común, capacidad crítica y ciencia.
Pasemos, pues, al terreno concreto de la carta y su cadena de razonamiento. Empecemos con su primer párrafo:
The United Nations Food & Agriculture Program [FAO] has noted that global production of food, feed and fiber will need approximately to double by 2050 to meet the demands of a growing global population. Organizations opposed to modern plant breeding, with Greenpeace at their lead, have repeatedly denied these facts and opposed biotechnological innovations in agriculture. They have misrepresented their risks, benefits, and impacts, and supported the criminal destruction of approved field trials and research projects.
La FAO —que no es una organización científica, por cierto— dice que la producción de alimentos y fibras deberá doblarse para 2050 para cubrir la demanda de una población global en crecimiento.
Debemos señalar que la misma FAO que citan, también dice que esa necesaria duplicación es en parte debida al crecimiento de la población y, sobre todo, al aumento de la riqueza económica esperada: se prevén dietas más carnívoras y derrochadoras de alimentos (sólo lo que se pierde/tira en la ineficiente cadena alimentaria de Estados Unidos entre el agricultor y el comensal bastaría en teoría para alimentar a todos los hambrientos de los que dice preocuparse la carta de estos Nobel).
Nos encontramos, así, con una primera frase sesgada que no debería haber pasado el mínimo criterio de cualquier científico, por tratar de asociar a un único factor ese hipotético aumento de necesidades. Es más, la misma FAO dice que la cantidad de alimentos que hoy se produce a escala mundial daría para alimentar a toda la población humana digna y sanamente, por lo que se infiere que el tema no es sólo una cuestión tecnológica. Cualquier científico que empiece con una cita de la FAO debería saber eso. Segundo fallo lógico, por tanto: la gente pasa hambre principalmente porque no tiene dinero para comprar alimentos, no porque no existan, sean estos OGM o no.
Los científicos pasan a afirmar que Greenpeace y otras organizaciones que se oponen al modern plant breeding (producción moderna de plantas) han negado esos hechos y se han opuesto a las innovaciones biotecnológicas en la agricultura. De nuevo aquí cometen varios fallos lógicos hasta llegar a la simple mentira. Cualquier firmante debería haberse preocupado, como científico, de revisar lo que se dice. Las técnicas modernas de producción de plantas no son sólo las biotecnologías de los OGM (confunden el todo por una parte): hay técnicas actuales que se basan en otros principios y deberían conocerlas para opinar. Además, el término moderno que emplean tiene un sesgo claro que pretende inducir a que sus opositores están atrasados (por contraposición a moderno). Además, ¿qué hechos niega Greenpeace: que la FAO dice que hay que doblar la producción de alimentos y fibras? Y ¿qué tiene que ver negar o afirmar eso con oponerse a los OGM o la biotecnología aplicadas a la agricultura? Ni siquiera niega Greenpeace que vayamos a necesitar más alimentos, claro: esa frase es una simple mentira. El salto en el vacío que contiene esa afirmación es gratuito y sin ningún sentido lógico ni científico. De nuevo, no están escribiendo como científicos porque los fallos en la cadena de razonamiento la convierten en obviamente falsa.
Terminan este primer párrafo diciendo que han interpretado mal los riesgos, impactos y beneficios de las innovaciones biotecnológicas en la agricultura y que han defendido la «destrucción criminal» de proyectos de investigación en el campo. A parte de que se les está acusando de cómplices de «criminales», los riesgos, impactos y beneficios de la biotecnología es obvio que van más allá de cuestiones técnicas sobre cortar y pegar un gen en un organismo vivo (es de lo que estos científicos saben); sin embargo, ni son ecólogos para saber cuáles son los posibles riesgos sobre los ecosistemas, ni son expertos en economía ni en geografía del hambre para saber evaluar cuáles son los impactos y beneficios de esa biotecnología. De nuevo confunden el todo por su parte, cuando son precisamente Greenpeace y otras organizaciones las que saben, por el contacto con la realidad directa y por la información procedente de otros expertos (médicos, ecólogos, etc.) de la mayor parte de ese todo y de sus relaciones. Lejos de ser humildes y razonar con un método científico, vuelven a fallar.
Los siguientes párrafos siguen con un blablablá insufrible cargado de sesgos y fallos lógicos cuya detección ya le dejo a los lectores, para concluir que Greenpeace se deja llevar por la emoción y el dogma e insinuar que son unos genocidas indirectos:
…Opposition based on emotion and dogma contradicted by data must be stopped. How many poor people in the world must die before we consider this a «crime against humanity»? (la negrita es suya).
¡Qué paradoja que un científico se arrogue el papel de tal, pero usando únicamente la emoción y el dogma (y la mentira y la tergiversación) llegue a tan ruin conclusión!
Quizás sin saberlo, el crimen contra la humanidad lo estén cometiendo ellos y especialmente los que vociferan interesadamente una ideología neoliberal que —ésta sí— puede argumentarse que como mínimo tolera ciertos genocidios: después de todo, es la ideología de la mayoría de las élites que al caer la noche mantuvieron la velocidad de crucero del Titanic a sabiendas de que había icebergs.
El misil lanzado a la línea de flotación de Greenpeace —y por extensión a cientos de organizaciones de desarrollo humano y ecologistas— parece que no es más que una más de las batallas que se están dando en este colapso civilizatorio, un misil que a lo único que contribuye es a un peor colapso.
Ese misil daña colateralmente también a la propia ciencia y a científicos como los climatólogos, los ecólogos de la biodiversidad, los expertos en recursos energéticos y un largo etcétera que llevan décadas tratando de hacer una ciencia que sirva a la humanidad y la advierta de los peligros ambientales que enfrenta. Por tanto hace más difícil aun la labor de divulgación que algunos pretendemos.
Los firmantes de esa carta no parecen ser conscientes de que han lanzado un arma que harán suya los negacionistas (o ¿son en el fondo ellos mismos negacionistas?) cuando cualquiera de esos cientos de organizaciones quieran hacer campañas basadas en datos científicos apoyados por una mayoría científica. A pocas luces que tuvieran, deberían haberse dado cuenta de ello.
Todo se realimenta, menos —parece— en las cabezas de muchos científicos reduccionistas, por muy nobeles que sean.
gracias Carlos. Se me ocurrió poner en el buscador unos cuantos nombres de los firmantes, seguido de «Monsanto», y resultó que todos los que probé habían visitado sus instalaciones, o participado en alguna actividad patrocinada…
No conocía la carta y he de agradecer a Carlos el haberla traido hasta aqui, me confirma una cosa que llevo mucho dándole vueltas y que ahora veo más clara. El mundo, al menos lo que entedemos como sociedad occidental, se resquebraja. La, cada vez menos fina, grieta que separa incluidos de excluidos está ya en todos los ámbitos y hace pensar en que lado se quiere estar. En el lado de los ciudadanos de «a bien», perfectamente integrados y obedientes a su buen BAU, dónde seguirán embistiendo contral el muro del crecimiento hasta que la sangre brote por la frente y les ciegue los ojos. Y, mientras se pueda seguir saltando la grieta que ya semeja un barranco, nos verán a los excluidos trabajando por un mundo más sencillo y pequeño en lo esencial, y a su vez nosotros los miraremos incrédulos, con cierta desazón. La grieta devendrá en barranco y después en insalvable cañon y para colmo será fortificada con fronteras de todo tipo. Por desgracia, olvidándonos de la grieta, compartiremos hasta el final tierra, agua y aire y sabemos que estos elementos se cuelan por cualquier grieta para filtrarse incluso en nuestro ser. No importa de qué lado estemos mientras no estemos del lado del planeta. Saltándonos las leyes sabias y originales de la naturaleza solo conseguiremos hacernos trampas a nosotros mismos con fatales consecuencias.
Otra interesante conexión que no nos extrañará a muchos. ¿Probaste con los físicos? Eso sí sería extraño.
Hola,
Se ve que muchos hemos hecho lo mismo….
En mi caso, conozco a tres, los que más me han dolido: . Destaco Eric Kandel, cuyo libro de Neuroquímica, Principles of Neurosciences es básico ..aunque no el único, y dos más: Murad e Ignarro, que compartieron el Nóbel sobre el descubrimiento de la síntesis del NO en células de mamíferos y del que privaron a Salvador Moncada, con el que trabajé en ese tema.
Pero además, he visitado la página de la Conferencia de Prensa que organizaron y que os enlazo…
La primera, frase es ya mentira, dice, que no hay practicamente nada en nuestra dieta que no esté modificado genéticamente…..( no comments) pues para muchos, esto es casi cierto, por desgracia…
Con esto me quedo convencida de que no tienen argumentos, y sorprendida de las pocas preguntas que les hicieron-aunque confieso que no terminé de verla entera-
Ningún Bioquímico relevante desde mi humilde punto de vista, ningún inmunólogo de los grandes, tampoco. Pero la carta ya lleva muchas más adhesiones, la mitad de ellas medio inventadas, y muchas de España. Para mi no es serio. Serio es, como bien dices, el eco que la prensa, incluyendo la pretendida prensa de izdas..ha hecho de la noticia..) en lo que insisten es en que Greenpeace debe publicamente reconocer que se ha equivocado..y lo que afirman es que ningún científico trabajando en Biol. Mol de plantas, se ha sumado al manifiesto.
Lo que horroriza, pero es lo mismo que pasa con los medicamentos.. es que la razón es siempre la misma: los pobres de los pobres….lo hacen por su bien.. claro..¿cómo osan los verdes interferir con su intento salvador de la humanidad » en vías de desarrollo»?
Dejo el enlace para la curiosidad de los Sociólogos y /o Psicólogos sobre el desarrollo de la conferencia de prensa… protagonizada por Richard Roberts.. el de los intrones.. que pena!
http://supportprecisionagriculture.org/Nobel-Laureates-Press-Conference-June30-2016.mp4
Finalmente me gustaría compartir algunas reflexiones que me resuenan :
la primera es el gran documental que podéis encontrar de Chomsky que aporta mucho «Requiem for the American Dream» que explica hacia dónde nos dirigimos..quizás nos da claves también sobre cómo reaccionar.
La segunda, a traves de Gabi ( Gabriela Vazauez que lleva fantásticamente el:
http://www.observatorio-omg.org/) que no me pierdo, y que tiene una entrevista traducida hecha a Vandana Shiva:
http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Entrevista_a_Vandana_Shiva_Semillas_de_Verdad
No todo está perdido…ni mucho menos.
Saludos
No pude encontrar la noticia original para saber quienes eran y en que especialidad. Figura Obama? Lamentablemente la ciencia está tan fragmentada que la mayoría conoce una fracción de su campo específico. Pero no deja de haber espíritu corporativo y una adhesión al «argumento de autoridad». Evitando pensar en explícita corrupción. No se hasta que punto pueden ser dañinos los OMG, pero la producción en América latina y en particular en Argentina es desvastadora. Se habla de evitar la ceguera de miles de niños. No sería mas lógico que esas cabezas pensantes buscaran la forma de que se deje de saquear a los países pobres y ayudarles a producir comida de verdad? Se desconoce acaso, el daño de los agrotóxicos en esos países donde el estado mira para otro lado, ante los miles de afectados, muchísimos de ellos niños? Parece que como son pobres se puede hacer con ellos cualquier experimento y nadie registrará las consecuencias
Compañero Carlos de Castro
Dice usted en relación a la carta escrita por más de un centenar de personalidades, entre ellas nada más ni nada menos que 109 premios Nobel, atacando a los atacan todo lo relacionado con los Organismos Modificados Genéticamente.
“Desde la ciencia deberíamos escuchar (en este tema) sólo a los Nobel que hayan obtenido ese galardón por sus conocimientos en genética, biología molecular, etc., ya que la carta tiene que ver, supuestamente, con la biotecnología, que son su herramienta de estudio y trabajo”.
¿Pero usted cree querido profesor que ser un premio Nobel da plena autoridad infalible para todo?, ¿Quién sino la sección de la burguesía europea (decadente, parásita y rapiñera) es la encargada de entregar tal distinción?, ¿No le entregaron el Premio Nobel de la Paz al presidente de la guerra de Libia, Ucrania, Siria, etc que ha caotizado estas regiones y lanzado al mar Mediterráneo a millones de seres humanos?. Por eso creo que “tendremos que hacerlo con sentido de la precaución” como dice usted, con mucha precaución, porque el planeta va hacia el caos precisamente por los científicos del sistema-mundo capitalista, por el gran “éxito” cosechado en su labor, ha sido la ciencia al servicio de la acumulación incesante de capital la responsable. No existe una ciencia imparcial, la ciencia siempre toma partido. Una ciencia ingenuamente imparcial (para decir poco) es como una enorme piedra en la cima de una montaña, que puede rodar y destruir o permanecer ahí sin moverse, pero de espalda al crimen que siempre pudiera ocasionar. La ciencia que proyecta La Revista 15-15-15 es de esa que necesitamos hoy y siempre, una ciencia comprometida, valiente, preocupada por la civilización.
Gracias a usted por arriesgarse a hacer una crítica y denuncia de tal magnitud.
Un saludo afectuoso.
Señor Carlos de Castro , sabiendo que los premios Nobel no siempre son merecidos, debo señalarle que su analogia de que ibamos directos a chocar contra en el iceberg a bordo del Titanic , la detalló en 2004, en su libro : Le sindrome Titanic el ecologista francés Nicolas Hulot ( emision TV Ushuaia). Yo la utilizo frecuentemente citando a Nicolas Hulot .Entonces quien creó esa analogia ? ¿Vd o el ? . Gracias por su respuesta.
No tengo ninguna preferencia sobre la analogía del Titanic. Creo que la empleo desde finales de los 90 en algunas charlas supongo que inspirado por el Warning to Humanity (habla del choque de la Civilización contra la Naturalez, así que no es muy original asociarlo con el Titanic). O sobre esa idea de los 80 y 90 de «La Nave Tierra» y de «Salvemos la Tierra». Probablemente es algo que se lleva utilizando desde hace muchas décadas en parecidos contextos. Así que probablemente es un «meme» que nadie se puede atribuir o nos lo podemos atribuir todos. Lo más lejos que recuerdo emplearla por escrito fue en una carta a un periódico en 2010 (Historia del Tierratanic). Desde enconces al menos ya no digo que vamos a chocar con el iceberg sino que ya hemos chocado y es inevitable el hundimiento (en este punto si creo que estoy casi solo y quizás sea el primero en emplearlo en ese sentido). Pero no es importante. Jorge Riechmann también gusta de emplearla. Y cada autor lo hace con matices diferentes. Por ejemplo, estrujando esa analogía, últimamente me gusta decir que pretender que las energías renovables pueden mantener nuestra civilización post-industrial es como pretender mantener a flote el Titanic poniendo debajo los botes salvavidas: puede ser un error enorme.
También suelo hablar del «Endurance» (otro barco que se hundió) y de cómo, en este caso, toda la expedición se salvó por cooperar, confiar en el otro y organizarse bien.
Hola Carlos
Magnífico artículo, enhorabuena, aunque no por la causa por la que los has tenido que escribir, que es bastante triste
Mucha gente critica mis artículos, sobretodo los relativos al paradigma científico actual, y considera que doy mucha «caña» a una institución tan indudablemente positiva como es la Ciencia, pero esto refuerza mi idea de que la Ciencia no es sólo «una forma «escéptica de realizar investigaciones sobre la realidad, ni «un conjunto de aseveraciones que aún no se han demostrado erróneas», sino que tiene profundos componentes sociológicos y un marcado sesgo institucional que hace que se defina qué es lo «investigable» y qué no
Uno de los aspectos más estremecedores de esta «cartita» de los premios Nobel (por cierto sólo hay 1 biólogo entre los 110 y es James Watson, no comment), es el posicionamiento cerrado y su apuesta «ciega» por los OGM que con seguridad va afectar a fondo de lo que es «investigable» o no
Por ejemplo: ¿Habrá algún doctorando que se atreva a proponer que su tesis se va a basar en probar efectos dañinos de los OGM de los que pueda haber sospecha?. ¿Qué nuevo licenciado en Medicina, Química o Biología que quiera vivir dignamente de la investigación y recibir fondos para realizarla va a enfrentarse a la «manada de lobos» de los «Laureates» y su «peer review» devastador?
En el mejor de los casos me temo que volveremos a ver el lamentable espectáculo a decenas de Lynn Margulis paseando sus tesis sobre los daños de los OGM de un lado para otro recibiendo, como aquella, el rechazo de todos los organismos e instituciones «científicas» (¿o debería decir de la Inquisición?), hasta que, como decía Max Planck «la verdad no se impone con razones o argumentos, simplemente se mueren sus enemigos» o también decía «la Ciencia avanza de entierro en entierro» y de esto sabía bastante el descubridor de la Física Cuántica
Llegará un día, me temo que lejano, donde estos 110 magíficos se tendrán que tragar sus palabras cuando sea incuestionable el efecto perjudicial para la salud de las personas, de las condiciones sociales de vida de los campesinos del 3º mundo, de los suelos, de los ecosistemas de toda esta mierda; pero me temo que esta carta y los que la han alentado, han alejado décadas esta conclusión (como tantas y tantas decenas de estudios «científicos» pagados por las tabacaleras retrasaron la conclusión evidente desde siempre que el tabaco era un agente cancerígeno y destructor de la salud de las personas)
Es un Dia de Infamia para la Ciencia que acelerará su decadencia en la forma en que lo conocemos actualmente, y que, en el lado positivo, forzará un cambio de paradigma que la acabará haciendo irreconocible con lo que ahora conocemos, como buena parte de las instituciones humanas que ahora damos como «fijas»
Un abrazo
Y sin embargo, necesitamos de la ciencia como base para la denuncia del cambio climático, de la pérdida de biodiversidad, de los límites materiales y energéticos y ese largo etc. que nos llevan al colapso. Llevo un par de décadas denunciando la mala ciencia y su método intrínsecamente conservador (eso de que tengamos que esperar a que se mueran los catedráticos, je, je). La ciencia está llena de mitos y barreras como sabe cualquiera que conozca un poco de su historia. En medio de ese caos de chapuzas como minimizar los efectos del cambio climático, inventar reservas fósiles, exagerar sistemáticamente el potencial tecnológico de cualquier tecnología, etc.la carta de los 110 es una vuelta más de tuerca que probablemente haga bastante daño precisamente porque da un espaldarazo a todo lo que venimos denunciando desde Max Planck: el reduccionismo y el mecanicismo, la intromisión ideológica de lleno pero que se quiere esconder, el mito del progreso tecnológico que nos lleva a la ruina, la visión mercantilista de la ciencia-tecnología, etc.
Por suerte, esos «científicos» no han avanzado nada en sus argumentos desde hace 25 años. Siguen con los mismos tópicos y simplezas de entonces. Aunque quizás piensan que la sociedad está aún más infantilizada hoy que hace dos o tres décadas y crean que ahora sí pueda funcionar. Yo no lo creo. Lo veo como los estertores de un paradigma moribundo.
Saludos, primero decir que su artículo es realmente bueno, que desmonta la famosa carta.
Me gustaría aportar que el promotor de la famosa carta es el director científico de una multinacional privada que desarrolla alimentos transgénicos, entre otras cosas. Claro conflicto de interés económico.
Cómo han señalado en otros comentarios, algunos de los firmantes se codean con Monsanto.
Es, a mi entender, asqueroso el mensaje que han dado. Porque creo que el gran problema de esta carta es que entra en el imaginario de la gente, se implanta la idea con los grandes medios de comunicación y hay gente que no sabe sobre esta disciplina científica y repiten lo que han odio en los medios sin analizar el contenido. La propaganda es muy peligrosa.
Un gran saludo!
La realidad es que la ciencia sin conciencia acaba siendo beneficio de las multinacionales, por suerte aun quedan soñadores que creen que las cosas se pueden hacer mejor.
Un saludo