Para comprender los eufemismos del Capitalismo Verde es necesario tener en cuenta el ciclo cerrado de la materia orgánica (M.O.), y esto no es tan difícil de comprender como en una primera vista pareciera.
En los ecosistemas naturales y en los agrarios antes de la Revolución Verde, la M.O. tenía, dentro del ecosistema agrícola, una circulación o ciclo cerrado. ¿Qué quiere decir esto? Pues que, según la sabia economía de la naturaleza[1], la M.O. se recicla constantemente, no se despilfarra nada. Es decir, la MO. de los cultivos, anteriores a la revolución verde, se obtenía de: nutrientes del suelo (M.O. en descomposición)+agua+energía solar. Esta M.O. formada en las hojas, en las ramas… cuando moría y caía al suelo se descomponía y formaba nutriente natural (el humus) que era perfectamente asimilable por el sistema radicular y fotosintético de la planta. De forma que la M.O. se descomponía y recomponía constantemente según un ciclo cerrado.
Pero al llegar la Revolución Verde se rompió el ciclo de la M.O. ¿Por qué? Porque la agricultura industrial (potenciada por la Revolución Verde y adoptada por las grandes corporaciones agroquímicas del incipiente Neoliberalismo) en sus inmensas plantaciones mono-especificas usaba (y siguen usando) agroquímicos, es decir nutrientes químicos que aceleran en corto plazo la producción de biomasa[2]. Si que es cierto que la agroquímica de la Revolución verde proporcionó más cantidad de alimento, pero luego estos no fueron bien redistribuidos. Pese a todo permitió que la población humana aumentara demográficamente. Según un trabajo de Mórrígan: “Este aumento entre 1950 y 2010, fue de 4.500 millones». En ese mismo trabajo muestra un listado exhaustivo de los aspectos en que la agricultura industrializada depende del petróleo[3].
Por otra parte sabemos que desde el comienzo de la Revolución Verde la población humana ha aumentado en cuatro mil millones[4]. Pero todo este aumento fue a costa de introducir en el circuito de la M.O. sustancias nutrientes que no son reciclables pero si toxicas (agro-toxicas) para el suelo y también para sus nutrientes naturales que dejaban de ser reciclables; y por ello, el circuito de la M.O. permanece abierto y pudiendo mantenerse solo de los insumos agroquímicos y agro-tóxicos. Por todo esto, estos cultivos industriales caen en una dependencia total de los fertilizantes químicos. Podríamos considerar a esta agricultura de la Revolución Verde algo así como un enfermo comatoso mantenido a fuerza de atención asistida (pulmón artificial, diálisis, marcapasos… en este caso representados por los agro-tóxicos suministrados al cultivo). El problema grave de esto, a parte de su tremenda toxicidad, es que si falla la posibilidad de aportación de agro-tóxicos (algo que ya esta empezando a suceder con el comienzo del pico del petróleo y del Colapso[5]) este agroecosistema artificial de ciclo abierto se desploma y le sobreviene la muerte súbita[6], que va dando paso a la desertificación y una hambruna universal. Téngase en cuenta que tanto en supermercados de alimentación como en mercados de barrio todos los alimentos que allí se venden provienen de esta agricultura industrial derivada del petróleo. Según dijo Pfeiffer, 2006: «…la única liberación posible que pudiese conducir a la supervivencia, debería ser, por lógica, atacando la base de todo este colosal error de nuestra especie: si queremos tener alguna oportunidad de evitar el destino de los detritívoros, no queda más remedio que dejar de comer petróleo —con la máxima urgencia y con el máximo alcance»[7].
Pero es que también tenemos que la Revolución Verde y el Capitalismo Verde lo que practican en nombre de la economía es en realidad una antieconomía. En efecto, según Ahmed, la dependencia de la agroquímica de los combustibles fósiles es brutal. Así, por ejemplo, dice este autor: “Podemos medir la creciente dependencia de los combustibles fósiles con otro dato: en 1940 se necesitaban 0,43 calorías de energía fósil para producir 1 caloría de alimento; hoy día se necesitan 10 calorías fósiles[8]. Esto nos está diciendo que a causa de tanto insumo agroquímico agro-tóxico (fertilizantes y fitosanitarios) añadido, el suelo se está envenenando y perdiendo su fertilidad, por eso cuanto más se empobrece (a causa de los insumos agro-tóxicos) mas fertilizantes agro-tóxicos derivados del petróleo necesita, con lo que las petroleras se frotan las manos de avaricia, aunque ello suponga, cuando ya pronto llegue el momento de extinción de reservas petrolíferas, encontrarnos de golpe con un suelo totalmente infértil, improductivo, desertificado. Y la consecuencia inmediata será el colapso y una hambruna casi universal.
Y Como dice Michael Pollan muy gráficamente «cuando comemos del sistema alimentario industrial, estamos comiendo petróleo y vomitando gases de efecto invernadero»[9].
Además, se ha creado el término techo ecológico o limite de carga máxima de habitantes humanos que puede soportar la biosfera sin que estos se alimenten de alimentos derivados del petróleo y esta cifra varia según autores: desde solamente 1.000 millones de habitantes, población global existente en el momento en el que se comenzó a explotar el petróleo (Paul Chefurka, 2007)[10] hasta un máximo de 4.300 millones (Richard Heinberg, 2003)[11].
Dicho lo anterior, podemos decir que existen dos tipos de agriculturas:
- Agricultura de ciclo cerrado o agricultura ecológica, en la que se respeta la circulación cerrada de la M.O, con lo que no se desperdicia ni despilfarra nada, que pone por encima de todo la producción de una agroalimentación sana. Y da prioridad al respeto de los agro-ecosistemas y a la biodiversidad.
- Agricultura de ciclo abierto o agricultura industrial (o agro-química) mantenida con nutrientes (y fitosanitarios (un eufemismo[12]) químicos que son agro-tóxicos para el suelo, para las plantas y para los animales que las ingieren. A esta agricultura no le interesa conservar el agro-ecosistema de ciclo de M.O. cerrado (pese a que según Haeckel es el verdaderamente económico y reciclable). Y tampoco le interesa la alimentación sana y solo tiene un interés economicista y cortoplacista (para el exclusivo beneficio de las oligarquías) basado en el comercio de circuito largo y el monocultivo químico de enormes extensiones, abastecido indirectamente por las grandes corporaciones petroleras. Como dice Casal Lodeiro. «Nos hemos convertido en esa especie que evoluciona de heterótrofa a detritívora (dependiente de los detritus producidos por los combustibles fósiles) y que por ello se está condenando a si misma a sufrir un Colapso demográfico en el momento en el que el detritus (el stock de energía) llegue a cierto punto de agotamiento»[13].
Pues bien, poco después de la Revolución Verde vino a surgir el Capitalismo Verde que eufemísticamente nos hace pensar que tiene algo que ver con el ciclo cerrado de la M.O., aunque en la realidad se trata precisamente de todo lo contrario.
El Capitalismo Verde es un eufemismo, pues ve a la naturaleza como un stock de recursos extraíbles ilimitadamente, para ser explotados para propósitos humanos y ello a costa de una profunda degradación de multitud de ecosistemas. Ejemplos evidentes son los agro-combustibles o el de los inacabables cultivos de soja utilizada principalmente para pastos. Así, en la selva amazónica en lo que va de siglo ya se ha deforestado una superficie de selva similar al territorio de toda Alemania. Es la destrucción de un indispensable mundo verde natural, aunque les de por llamarlo eufemísticamente Capitalismo Verde.
Podemos decir que el Capitalismo Verde consta de 3 elementos: revolución verde+economía verde+comercio verde:
- La revolución verde es otro eufemismo, pues consiste la agricultura química que produce agro tóxicos que rompen el ciclo de la M. O. y pone al territorio en trance de desierto, por lo que sería mas propio llamara Revolución Marrón aunque según opinión, que acabamos de ver, de Manuel Casal Lodeiro también podría llamarse Revolución Negra.
- La economía verde también es un eufemismo pues consiste en el expolio de ecosistemas y la de deforestación para la implantación de monocultivos como la soja para el ganado y agro-combustibles, con la finalidad única de lograr proseguir con el aumento del crecimiento del PIB para una oligarquía y para cubrir la falsa excusa social de creación de empleo a base de crecimiento, cuando (según vengo declarando en mis textos, al igual que lo hace Paul Aries) la única solución para crear empleo para todos es a través de una drástica reducción de la jornada laboral. ¡Menos productivismo! y ¡menos crecimiento!
- El comercio verde no deja de ser una comercialización masiva de los productos agroalimentarios derivados de la revolución verde y de la economía verde, dentro de circuitos comerciales dirigidos a enormes macro-comercios situados a grandes distancias (miles de kilómetros). Un ejemplo súper-eufemístico de esto es el acuerdo comercial entre los EEUU y la UE para intercambiarse sus productos ecológicos, otro eufemismo, pues es algo que consume energía a lo largo de miles de kms[14]. Vivimos en un océano de eufemismos y mentiras… y todo para defender el santísimo fundamentalismo del crecimiento.
Hasta aquí he tratado de aclarar algo de lo que por lo general, incluso los de izquierda, suele hablar demasiado poco.
Por ejemplo, en textos y proyectos oficiales se suele hablar en clave eufemística, algo así como lo que hacían los nazis en la Segunda Guerra Mundial, que usaban claves cuyo verdadero significado solo lo conocía la élite del poder. Y es algo que suele suceder en la oficialidad de todo el Mundo Libre, incluso en oficialidades tan de izquierdas como la del gobierno griego de la Coalición de la Izquierda Radical, también funciona en esta clave de guerra. Al fin y al cabo estamos metidos en una guerra mundial, la guerra económica-comercial global, en donde la sagrada bandera que defender, incluso con la vida (pero claro, con la vida de los millones explotados o parados, que se mueren de hambre), es la del Dios CRECIMIENTO. Y oficialmente se usan todas las claves, eufemismos y oximorones que sean necesarios para mantener bien alto tu crecimiento en competitividad con cualquier otro. Y, por supuesto, si una agricultura ecológica no garantiza el crecimiento, pues a la agricultura agroquímica, que si lo garantiza (aunque solo a corto plazo), se la enmascara con eufemismos como: agricultura sostenible, capitalismo verde, economía verde, comercio verde, etc. E incluso se le convierte en eufemismo a la propia expresión agricultura ecológica. Usando así un continente aparente que encierra como contenido la propia agricultura agroquímica.
Pero, entre todos, el eufemismo más usado desde ya hace decenios es el de sostenible, que suele ser la tapadera de todos los demás. Por otra parte, la palabra sostenible ya está cayendo en el abuso más que en el uso, lo que no deja de ser cínico, facilón y escandaloso, cuando de sobra es sabido que no es más que un eufemismo, pero insisten en su uso porque también saben que el ciudadano común se mantiene en una feliz ignorancia de todo esto. Por eso insisten, desde decenios, en el cinismo del uso de ésta falsa palabra. Y es que lo que busca es el oxímoron quimérico del crecimiento sostenible e ilimitado (y sostenido, más que sostenible); y es un oxímoron quimérico porque se pretende crecer ilimitadamente a partir de unos recursos planetarios que son limitados.
Pues bien, en textos oficiales como los de la PAC, el Pacto de Milán, El Proyecto Integral de la Huerta Valenciana, etc. no dejan de usar términos como «sostenible», «agricultura sostenible», «agricultura periurbana sostenible», «alimentación sana», etc. Términos, en fin, lo suficientemente ambiguos pues lo que en realidad buscan, en última instancia, es el dogma fundamentalista del quimérico crecimiento ilimitado. Por eso procuran evitar hablar de «agricultura ecológica». Hablan de «comercio de circuitos cortos» porque saben que el Pico del Petróleo y el Colapso ya están aquí y ya no cabe otra que desplazarse poco. Pero de «agricultura de circuito cerrado» ni pío.
Tal vez en los pretendidos gobiernos de izquierda (absorbidos rápidamente por las amenazas del FMI) si que trata de hacer tímidos intentos de superar el Capitalismo Verde con minúsculas concesiones, pero a todas luces insuficientes, con el fin de dar la impresión de que están planteando verdaderas soluciones.
Creo que si queremos superar todo esto, solo nos quedan dos soluciones; por un lado: informar y denunciar estos eufemismos engañosos; y por otro lado, emprender intensas actividades en la base de acción directa, como por ejemplo en agricultura urbana y periurbana ecológica, que no se deje arrebatar por los oligopolios (que los denuncie) estos espacios urbanos y periurbanos que se mantienen aún desvalorizados. Una agricultura ecológica que sea eficaz y que llegue a sorprender favorablemente para que surja el contagio del ejemplo y comiencen a extenderse como una mancha de aceite por el territorio. Por eso es muy importante que las primeras experiencias de este tipo estén bien asesoradas para que sean exitosas y cunda el ejemplo.
Como conclusión final diremos que la solución para evitar el Colapso que nos puede traer este Capitalismo Verde la podemos extractar así:
Ni acción sin denuncia, ni denuncia sin acción.
Ni practica sin teoría, ni teoría sin práctica.
Notas
[1] El inventor de la palabra ecología, Ernst Haeckel, la definió como «la economía de la naturaleza».
[2] Manuel Casal Lodeiro, en su excelente obra Nosotros los detritívoros (ed. Touda, 2014, pág. 6), nos dice: «p.ej. entre 1866 y 1940 el maíz en los EE.UU. rendía unas 1,6 toneladas/ha, pasando a elevarse hasta niveles en torno a 9,4 toneladas en 2010), acelerando aún más el crecimiento de la población».
[3] Mórrígan, Tariel (2010): Peak Energy, Climate Change, and the Collapse of Global Civilization: The Current Peak Oil Crisis. Orfalea Center, University of California, Santa Bárbara, California.
[4] Según podemos leer en https://en.wikipedia .org/wiki/Human_population, desde el comienzo de la Revolución Verde la población humana ha aumentado en cuatro mil millones.
[5] Según David Price las principales vías de los mecanismos del Colapso en la población humana tras el final de la Era del Petróleo, serán en primer lugar los representados por los 4 jinetes del apocalipsis, pero Manuel Casal enumera 6 más:
- El Anticristo (parabólicamente) de la seudo-democracia (que en realidad es la antidemocracia o dictadura global disfrazada de democracia) que no se apea del burro del crecimiento, ni de la adoración al becerro de oro, en lugar de practicar el amor al prójimo y el apoyo mutuo.
- El hambre (falta de alimento), causado por la manía acumuladora de un a oligarquía y por la devastación que ello genera.
- Las guerras por los recursos, que ya escasean y más aún con tantos habitantes.
- La devastación general de la biosfera (la esquimación, la desertificación, la contaminación, el colapso de las ciudades parásitas, etc.).
- El colapso de las ciudades parásitas del abastecimiento supondrá una grave crisis demográfica con un éxodo probablemente caótico de buena parte de esos más de tres mil millones de personas. Plagados de conflictos que pueden derivar en la muerte de una parte no despreciable de los ex-urbanitas, como ha sucedido en anteriores desplazamientos masivos.
- El aumento de las epidemias, resistencia a los antibióticos, etc.
- El cambio climático será una vía indirecta en la que nuestros residuos —en este caso los gases de efecto invernadero— deteriorarán la capacidad del planeta para soportar a nuestra especie.
- Accidentes en instalaciones como presas hidroeléctricas o centrales nucleares, etc.
- Deterioro general en las estructuras económicas y sociales, con millones de nuevas personas excluidas cada año, incapaces de adaptarse, atrapadas en modos y lugares de vida insostenibles, que genera aumento del índice de suicidios, deterioro general de la salud física y mental para casi todos. El crimen aumentará para conseguir recursos, y los gobiernos se volverán más autoritarios.
- Descenso consciente de la natalidad ante las malas perspectivas e inconscientes a causa de la contaminación química persistente, que está ya provocando un notorio descenso en la fertilidad.
[6] Ibídem, pág. 5. «La llamada Revolución Verde bien podía haber denominado más propiamente Revolución negra, tanto por color del petróleo que la hizo posible como por el futuro al cual nos estaba condenando como especie. En pocas décadas cientos de miles de tractores, cosechadoras y otra maquinaria agrícola se extendieron por el mundo, miles de toneladas de fertilizantes sintéticos fueron introducidos en tierras convertidas en meras esponjas muertas».
[7] Pfeiffer, D.A. (2006): Eating Fossil Fuels: Oil, Food and the Corning Crisis in Agriculture. New Society Publishers, Gabriola Island, Columbia Británica, Canadá. El artículo que dio origen a dicho libro, fechado en 2003, fue publicado en el sitio web From The Wilderness y está disponible online.
[8] Ahmed, N. (2013): «Peak soil: industrial civilisation is on the verge of eating itself«, The Guardian (07/06/2013).
[9] Manuel Casal Lodeiro, Nosotros los detrotivoros (ed. Touda, 2014, pág. 6).
[10] Chefurka, P. (2007): «Population: The Elephant in the Room«, PaulChefurka.ca (web personal, mayo de 2007).
[11] Heinberg, R. (2003): The Party’s Over: Oil, War, and the Fate of Industrial Society. New Society Publishers, Gabriola Island, Columbia Británica, Canadá.
[12] La Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO), señala que Brasil se ha convirtiendo en el país principal en consumo de plaguicidas del mundo. El informe de ABRASCO, titulado ‘Una alerta de los impactos de los plaguicidas fitosanitarios sobre la salud’, incluye estudios científicos, con datos del Instituto Nacional del Cáncer, que muestra “una relación directa entre el uso de pesticidas y problemas de salud” y entre otras cosas menciona: “No sólo estamos utilizando más pesticidas, sino que estamos usando pesticidas más potentes y más fuertes. Nos hemos visto obligados a importar plaguicidas que ni siquiera habían sido permitidos en Brasil, para combatir las plagas que atacaron las plantas de soja y algodón transgénicos. Veintidós de los cincuenta principales ingredientes activos utilizados en los plaguicidas en Brasil hoy en día, han sido prohibidos en la mayoría de los otros países”
“Los fiscales brasileños dijeron que reclamarían al menos 16,6 millones$ de las multinacionales fabricantes de plaguicidas, por presuntas violaciones de seguridad en un centro de recogida de envases usados de plaguicidas…Esos fabricantes incluyen a las filiales brasileñas de BASF, DuPont, Monsanto, Nufarm, Syngenta, Adama, FMC y Nortox… Los cargos contra ellos se producen después de que científicos, reguladores, funcionarios de salud pública y consumidores se quejen cada vez más por el hecho de que el ascenso de Brasil como potencia agrícola, haya llevado a un uso inseguro y excesivo de pesticidas y “fitosanitarios”
[13] Manuel Casal Lodeiro, op. cit., pág. 8
[14] https://outrapolitica.wordpress.com/2012/04/07/el-comercio-y-la-economia-verde-en-rio20/
Hola Julio.
Hay una cosa que no deja de sorprenderme.
Resulta evidente que le has dedicado mucho tiempo y esfuerzo a informarte y reflexionar sobre el tema. Y a pesar de ello, caes en un viejo mito erróneo sin cuestionarlo.
«En efecto, según Ahmed, la dependencia de la agroquímica de los combustibles fósiles es brutal. Así, por ejemplo, dice este autor: “Podemos medir la creciente dependencia de los combustibles fósiles con otro dato: en 1940 se necesitaban 0,43 calorías de energía fósil para producir 1 caloría de alimento; hoy día se necesitan 10 calorías fósiles[8]. »
¿De verdad no ves nada raro en estas cifras?¿Las consideras creibles?¿No te has planteado de donde salen o como se han obtenido?
Si intentas seguir el origen. La referencia que indicas es un articulo de «The guardian» de 2013 que a su vez cita a otro articulo de NT times del 2008. En este ultimo articulo no se cita ninguna fuente.
Asi que nos quedamos sin saber de donde sale, ni como han calculado esos numeros ni lo que significan.
Pero si nos poneos a reflexionar un poco sobre estos numeros veremos que son incorrectos.
En el mundo hay 7000 millones de personas, que consumen una promedio de 2870Kcal/dia. Esto nos da que la energia total de los alimentos consumidos en todo el mundo es de 709Mtep(Millones de toneladas equivalentes de petroleo)
Si por cada caloría de alimento la agricultura necesita 10calorias de combustibles fosiles…se consumirían en total 7090Mtep. ( Todo el petroleo consumido en el mundo son 4300Mtep)
Si vamos a los datos de la iea. La agricultura mundial consumió en el 2013-194Mtep.
http://www.iea.org/Sankey/index.html#?c=World&s=Final%20consumption
Asi ese dato de que por cada caloria de alimentos la agricultura necesita 10 de fosiles parece completamente erróneo.
Sin embargo siempre que se habla del tema se menciona de manera acritica este dato ,sin cuestionarse de donde viene o si es correcto.
Vaya. Porque no sabes de dónde sale un dato, ya lo calificas de «mito erróneo». ¡Empezamos bien!
Me resulta muy extraño que te hayas puesto a buscar la fuente en Internet y no hayas dado con el dato obvio de que se refiere a la agricultura industrializada ESTADOUNIDENSE.
Lógicamente, en el mundo se cultivan alimentos de muchas maneras. Gracias al cielo, no todas son como la agroindustria yanqui, y por tanto no es válida tu refutación del dato, aplicándoselo al conjunto de la producción alimentaria mundial.
Manuel, no sabemos la fuente de este estudio.
Julio Garcia cita a Nafeez Ahmed que a su vez cita a Michael Pollan. Pero Michael Pollan no dice ha obtenido ese dato.
¿Has encontrado la fuente de este estudio?
Si no es asi… ¿como sabes a lo que se refiere?
Es falso que la agricultura industrializada estadounidense consuma 10 calorias de energia fósil por cada caloría de energia de alimentos que produce.
Es un dato tan erróneo que resulta muy sencillo rebatirlo.
Los Estados Unidos produjeron en el 2015 366Millones de toneladas de maiz.
Un kg de maiz contiene 3650Kcal, por lo que el contenido energético del maiz producido en el 2015 es de 134Mtep.
Eso es solamente la produccion de maiz. La soja supondría 46mtep, el trigo 34Mtep. Solo he analizado 3 productos agrícolas y ya tenemos un contenido energetico de 214Mtep.
Podríamos seguir hasta calcular el contenido energetico de todos los cultivos, pero quedémonos solo con estos tres, para no alargarlo demasiado.
Si fuese cierto que por cada caloria de alimento producido la agricultura industrializada consume 10 calorias de combustibles fosiles… el consumo total de la agricultura seria de 2160Mtep.
Pero segun los datos de la IEA la agricultura estadounidense con todos sus tractores, cosechadoras, camiones etc etc solo consume 22mtep de energia.
Puedes pensar que hay costes energeticos ocultos en los fertilizantes, pesticidad, herbicidas. etc. Bueno… toda la industria química del país consume 49mtep, Y fabrican muchas productos mas ademas de los agricolas.
¿Mas costes ocultos? Pongamos la energia para fabricar tractores, cosechadoras, camiones. etc. Para fabricar toda la maquinaria (no solo la agricola) los EEUU consumen 2mtep.
Vamos 73Mtep.¿Que mas podemos sumar para llegar a esos 2160Mtep que se supone que ha requerido el cultivo de Maiz, Soja y Trigo?
Los datos que he puesto son fáciles de encontrar y contrastar y tienen poca incertidubre.
Datos de produccion:
https://www.produccionmundialtrigo.com/
Contenido energetico de los alimentos
http://www.legourmett.cl/tabla-de-calorias-de-alimentos.html
Consumo de energia final por sectores y paises.
http://www.iea.org/Sankey/index.html#?c=United%20States&s=Final%20consumption
Los cálculos a realizas son muy sencillos. Asi que cualquiera puede comprobar fácilmente la validez de ese mito.
Ahora tu elijes:
1- Puedes seguir creyendo ese dato que da Julio citando a Hamed, citando a Polland… y del que no sabemos a que se refiere ni como fue calculado.
2- Puedes comprobar por ti mismo a partir de datos objetivos , fiables y contrastables si este dato tiene algún sentido.
Tu decides.
Obviaré el hecho de que no comentas nada sobre tu error anterior.
Dices que…
…como si todo el maíz producido en los USA fuese para alimentación. Error de bulto, pues una buena parte se destina para fabricar biodiesel.
También pareces dar por supuesto que la soja se come directamente, cuando en realidad se usa para piensos, es decir, como input que sumar a la producción de más calorías en forma de carne, en este caso.
Obvias también que los cálculos se refieren al ciclo completo hasta que llega el alimento a la boca, lo cual incluye trasporte, refrigeración, y cocinado.
¿La fuente? Si realmente te hubieras molestado en buscarla, hubieras dado con ella fácilmente: Hall & Day, 2009
Tienes más que pueden ser de tu interés aquí: http://www.vesperadenada.org/3-datos-de-interese-sobre-o-petroleo/
No sabia que hubiera cometido ningún error. ¿Que error he cometido y que debería comentar?
Estamos evaluando la eficiencia de la agricultura industrial y su dependencia con los combustibles fosiles.
Y como he mostrado no es cierto que la agricultura industrial consuma 10 calorias por cada caloria de alimentos producidos.
Que luego esos alimentos se utilicen para alimentar humanos, animales o coches( o acaben en un vertedero) es otra cuestión.
El articulo que citas es del 2009, Julio hace referencia a un articulo del 2008. Asi que no creo que sea ese.
Leyendolo veo que se limitan a repetir el mito de las 10 calorias, atribuyendoselo a un articulo de Odum de 1973.
No tengo acceso a ese libro pero conozco arguculos suyos en los que aplica la emergia a la agricultura y no llega a esos valores absurdos.
Creo que ese valor de 10:1 es una malinterpretacion del trabajo de Odum que se ha ido transitiendo erroneamente con el tiempo.
Es triste ver como se mantiene y transite este error tan evidente, simplemente para atacar a la agricultura moderna.
En la pagina de Vespera de nada solo encuentro repetido una y otra vez este viejo mito sin ninguna base.
Su artículo es una extraordinaria clase didáctica, ¡qué pena que sólo para unos cuantos (así supongo) que leemos esta imprescindible Revista!, aún así tengo que ser pedante, su discursiva es científica, sus argumentos de máximo nivel, pero el sistema es capitalista “…crecer, crecer so pena de perecer” avizoraba ya Marx en la década de 1860 (cuando todavía las preocupaciones ecológicas le faltaban 100 años para aparecer), crecer y crecer sin importar más que crecer es la máxima del sistema.
Nadie le hará caso, digo los que pudieran “cooperar” para que el circuito de la Materia Orgánica se realice cerrado y no abierto como es en la práctica, nadie de esos que sí pueden cumplirán o harán cumplir sus sabias recomendaciones, extraídas de inteligentes y comprobadas deducciones. ¿quién en el centro del sistema-mundo capitalista (EE. UU., Alemania, Gran Bretaña, etc) querrá disminuir su nivel de consumo que en última instancia es consumo energético?, ¿quién en la semiperiferia ascendente del sistema-mundo capitalista (China, Viet Nam etc) querrá retroceder sí ha llegado a esta posición por factores que piensa que ella misma se ha forjado con ahínco?, ¿quién en la semiperiferia descendente del sistema-mundo capitalista (España por ejemplo) está dispuesta a seguir pautas que al sigan empobreciendo?, ¿quién en la periferia del sistema-mundo capitalista (la abrumadora mayoría de la humanidad) no aspira a verse retratada en los estándares de vida y consumo que han caracterizado al mundo rico?, ¿quién no quiere en este mundo tener un coche, una casa en la ciudad y otra en la playa o la montaña, disponer de unas vacaciones como la que realizan una buena parte de la clase media occidental?. Nadie Sr Julio García Camarero; ya leyó usted seguramente las pretensiones de las personas “más sensatas”, ecológicamente hablando, en España de cara a las próximas elecciones, dilucidadas tan bien por el compañero Pedro Prieto: ¡nada más ni nada menos que fijarse en los nórdicos como modelo a seguir. Sus razonamientos son verdaderos como puños, científicos hasta el tuétano, pero en el sistema-mundo capitalista la “ciencia” es aquella que se ajusta a los requerimientos de la acumulación incesante de capital, no la suya, aunque paradójicamente, no censuren una Revista como ésta que publica su texto y otros tan revolucionarios, y que incluso le faciliten oportunidad para que traiga sus ideas a algún espacio reservado sólo para la élite que gobierna el mundo, o que personas como el compañero Pedro Prieto (y otros muchos como él, usted mismo) por “infundir” tanto miedo y catastrofismo, sin dudas nada beneficiosos a la “magna” tarea sistémica de crecer, aún cuenten con vida, y nadie AÚN les selle definitivamente la boca, enviándolos hacia el otro mundo.
No veo la gente por la labor, en la gente de todas partes más bien lo que se ve es una lucha instintiva por salvarse, y para ello acude a lo inmediato, que ya sabe usted que no se razona si es lo más ecológico. Sus razonamientos lo comprende hasta el Director Ejecutivo de Monsanto y DuPont, ¿o usted cree que no?, pero ¿estaría un capitalista de acuerdo con arruinarse siguiendo las enseñanzas que se aprende leyendo sus artículo?. Sí lo hace, Sr Julio García, vendrá otro tras de sí a ocupar su sitio. Mi solución. ¡Si la tuviera!. Pero pudiera decirle que aparecerá tras el colapso sistémico que se vivirá tras el caos sistémico en el cual ya estamos (en unas partes más adelantado en sus síntomas y manifestaciones, y en otras menos). ¿qué saldrá de la bifurcación? Tampoco es predecible, más bien incierto. ¿desde qué nivel de daños a la biosfera, al clima y a los recursos se emprenderá de nuevo la “marcha” hacia adelante (en el otro sistema, que también a ciencia cierta no sabemos si será peor que este?. Eso como usted mismo lo avizora: no será muy bueno. Lo que sí podemos estar seguros, claros y convencidos, y de ahí mis gracias a usted Sr García, es que su artículo esta incrustado entre todos aquellos que hacen un llamado a lograr ese nuevo sistema más democrático, justo y sostenible al que todos tenemos derecho a aspirar y por el que todos debiéramos luchar, y su nombre inscrito entre aquellos que no cejaron en el empeño de lograrlo.
Gracias por su texto del que ignorantes en la materia como yo pueden y necesitan aprender tanto.
No me canso en dar las gracias a la “Revista 15-15-15” por el encomiable esfuerzo de divulgación que realizan. A su Coordinador y Consejo de Redacción gracias por ello.
Rodolfo Crespo
Las gracias las merecen sin duda las personas que escriben o participan con su creatividad gráfica en la revista, Rodolfo. Y los cientos de personas que nos apoyáis leyéndonos, difundiendo nuestros artículos por doquier, siendo suscriptoras u organismos simbióticos.
No obstante, no te preocupes, que lo de silenciar o censurar ya no se lleva. No es necesario. No es energéticamente eficiente. Les basta con ignorarnos y contrarrestrar nuestra diminuta voz con miles de mensajes contrarios difundidos con su megamáquina publicitario-mediática. Nosotros como mucho aspiramos a colarnos por las grietas y dirigirnos a quienes ya han decidido bloquear esas frecuencias y poner la antena buscando otro sistema, otra civilización posible.
Muy buenas Julio García Camarero.
En su formidable artículo-ensayo usted dice, citando dos autores, que existe un “techo ecológico o limite de carga máxima de habitantes humanos que puede soportar la biosfera sin que estos se alimenten de alimentos derivados del petróleo y esta cifra varía según autores: desde solamente 1.000 millones de habitantes, población global existente en el momento en el que se comenzó a explotar el petróleo (Paul Chefurka, 2007)[10] hasta un máximo de 4.300 millones (Richard Heinberg, 2003)”. De acuerdo, tiene su lógica, con lo cual hay un excedente mundial de población de algo más de 3 mil millones de personas y va en aumento. La pregunta: ¿qué va a pasar con ellos? (los Rothschild ya sabemos: exterminarlos), ¿pero usted qué propone, porque están ahí?, ¿si lo que recomienda su artículo, con el que también estoy de acuerdo, es un sistema agropecuario de ciclo cerrado, de entrada quedarían fuera 3 mil y pico de millones de personas sin derecho a existir?; y si seguimos como vamos (un sistema agropecuario de ciclo abierto) dentro de ¿? años (no parece que sean muchos, en eso estamos de acuerdo también con usted y con la línea editorial de la Revista) estarían en juego quizás muchos más millones de personas. Entonces: ¿qué hacer?, ¿cuál es su propuesta, o de los Ecologistas y Decrecentistas?.
Está claro, estamos entre la espada y la pared, y ¡tamaña esperanza nos da el Sr Rodolfo Crespo!: después del caos sistémico y tras la bifurcación del actual sistema, que para ese entonces quedará bastante poco sobre la faz de la tierra (minerales, tierras, aire y mares no contaminados y/o no exterminados), y arreglar un organismo después de un caos, pues vaya usted a saber, espectacular la tarea.
¡Qué irónico parece ser el destino!, resulta que el desarrollo científico y tecnológico, aunque siempre realizado bajo la coraza de hierro que le ha impuesto las leyes del capitalismo, pero que a su pesar (y como subproducto diría yo), ha posibilitado el crecimiento geométrico de la población mundial y el aumento en su perspectiva de vida promedio, ahora se ha convertido, al llegar y rebasar el pico del petróleo del que todo ha dependido, en un arma tan letal que según las cifras que aporta, privará del derecho a la vida a la mitad de la población del orbe. ¡Paradigmático, no cree!. Si Newton, Einstein, Pascal, Lomonosov y demás estuvieran vivos.
A usted, ecologista, le sugiero el artículo de Diosdado Rojas Ferro aparecido en una Revista venezolana ya extinguida “La Guarura Impresa” el 6 de octubre de 2013 titulado: “A los decrecentistas y ecologistas: ni decrecimiento ni ecologismo, el capitalismo es el que es, el capitalismo realmente existente” disponible en el link http://laguarura-impresa.blogspot.com.es/2013/10/a-los-decrecentistas-y-ecologistas-ni.html
Esperamos si es posible su respuesta.
Saludos, y formidable artículo en el camino de crear una nueva civilización, aunque sin saber sí ¿para 1000 millones, 4300 millones, o para todos los que habitan hoy el planeta?. En definitiva deberíamos decirles algo a esa humanidad de, para quién y para cuántos valdrá la pena luchar.
¿o es que la suerte ya esta echada?
Yo es que no doy crédito. Y también, me desmoralizo un poco.
Resulta que este interesante y riguroso texto del Dr. Camarero, expone claramente que una de las urgencias más importantes que tenemos es la lucha contra la perversión de la palabra que han manipulado. Seguro Sr Camarero!
Hace poco, a propósito de una charla-coloquio en mi ciudad, me documenté con datos del Magrama y con Estudios Autonómicos, de la supuesta superfice de «agricultura ecológica» en mi Comunidad, y llegué, mirando las miles de tablas que publican, tanto a nivel nacional como a nivel regional, a ver con mis propios ojos, números y variedades de lo que ellos consideran superficie ecológica y cultivos ecológicos:.
No pude menos que escandalizarme y ahora al leerle, usted lo borda. Es exacto.
Sin embargo, ese es el reto, lo mucho que aún debemos intentar.
Su artículo es impecable y se lo agradecemos infinito. Y el dato, irrebatible es que además del déficit de petróleo–( anda si se acabara ya de una vez…) es que no tenemos ni uno, ni un sólo ciclo biológico esencial cerrado, el del nitrógeno es de los más alarmantes- tanto que lo divulga por doquier Olivier de Shutter y otros muchos concienciados, que no son científicos. Pero se ve que hay muchos intereses creados y mucha gente a la que le pagan por utilizar las matemáticas de forma perversa manipulando los datos y además, encima, pretenden colocarse el sombrero de científicos…De todas formas, la realidad hoy ya no tiene velos. Lo vean o cierren los ojos, no pueden dejar de mirar. Sigo pensando que nos falta insitir rebatiendo con rigor.
En cuanto a lo de los escenarios de futuro, hay aquí en esta revista bastante escrito sobre este punto y lo que está claro es que las comunidades que se organicen en armonía con su entorno, aumentarán su biodiversidad lo que redundará en su salud en primera instancia, salud holística a todos los niveles con lo cual serán capaces de estar lúcidos para afrontar lo que llegue. Porque todo se vende, y lo que no es cultivable y estaba protegido, lo utilizan como turismo de campo a través y latas por doquier, con los cientos de rutas – carreras-y tontunas qu además justifican para contribuir a las asociaciones de enfermos de nuevos síndromes raros, patrocinados por las farmaceuticas que son las que además están interesadas en la compra de comidas-veneno para luego vender venenos-curas. ( risas…) pero anda, los raritos somos nosotros…
Muchas preguntas me vienen a la cabeza mientras leo tu articulo Julio ¿Qué motivo a fortunas como la de los Rockefeller a invertir en la mejora de las tres variedades mas significativas de la alimentación mundial? ¿el hambre que todavía siguen padeciendo nuestros hermanos? Los mismos motivos se siguen argumentando ahora, y además añaden más razones porque ya pretenden que aceptemos sin más las consecuencias de las alteraciones en el sistema climático global, para vendernos la segunda revolución verde, apoyada ahora en cultivos transgénicos (resistentes a plagas ,sequias, con aportes de vitaminas para suplir carencias… ) en una mayor tecnificación y en la que ahora llaman agricultura inteligente, la que pretende meternos por la puerta de atrás en forma de TTIP.
¿Qué ha motivado a las grandes compañías petroleras a diversificar sus inversiones en el sector de la alimentación? ¿Cuál será el nicho de negocio una vez terminada la abundancia del venerado recurso? ¿Qué mueve a gobiernos de países como Arabia Saudi y China a acaparar acuíferos y tierras fértiles, mas allá de sus fronteras? ¿Por qué el FMI incita a pagar la deuda de los países mas pobres a costa de sus recursos naturales? ¿Cómo puede ser que las mismas compañías que nos envenenan con sus agrotoxicos, nos venda sus remedios en forma de medicamentos?
Sobre si se puede alimentar a la humanidad de manera ecológica les recomiendo la siguiente lectura http://viacampesina.org/downloads/pdf/sp/ES-paper6.pdf
Se acercan tiempos difíciles, caóticos. Organizar la resiliencia debería ser una obligación de nuestros gobiernos, pero el obcecamiento de la política económica y su ansia de seguir creciendo como único mecanismo para salir de esta crisis sistémica solo les permite moverse en el falso imaginario de la llamada economía verde. Economía verde que siguen imponiendo de forma perfectamente organizada y globalizada ,aunque sepan que son sus últimos cartuchos que le queda al capitalismo para seguir depredando. La tecnociencia vendrá a nuestro rescate, así lo piensan la mayoría de los consumidores. Los menos, comprenden que estamos alterando el equilibrio necesario para seguir vivos, pero no entienden que con su dinero, “honradamente ganado con el sudor de su frente”, no pueden seguir consumiendo estilos de vida impuestos, se niegan a renunciar a necesidades que ellos consideran ya primarias para el llamado bienestar, y desde su conocimiento apuntan las mismas soluciones que les venden; renovables, biocombustibles, biomasa, coches eléctricos, nanotecnología, ingeniería genética, y un largo etcétera de falsas soluciones. Para los que ya no consumen, el futuro no existe Es tan utópico como la propia idea.
Las grandes mentiras de la historia de la humanidad; la religión, las bondades del petróleo, la revolución verde y la “sostenibilidad”
Quisiera sin ánimo de cogerme la Revista para mí (ya que es mi segunda entrada en el mismo post), opinar en un mismo comentario un aspecto de la respuesta que en mi anterior entrada ha realizado el Coordinador de la Revista 15-15-15, y después otro aspecto del muy buen comentario de la Sra Inés, ninguno refutando nada sino argumentando.
Dice el coordinador: “no te preocupes, que lo de silenciar o censurar ya no se lleva. No es necesario”. Permítaseme llamar la atención sobre algo: Las personas que escriben en esta Revista 15-15-15 son de las pocas personas (aunque cada vez hay más de ellas, y en algún otro sitio también) que se atreven a cuestionar las prácticas y justificaciones del sistema social histórico en que viven, que es la economía-mundo capitalista, y que no está mal llamarla por su nombre; es muy loable lo que hacen porque, cuando menos, se considera una herejía o blasfemia dudar de ellas, o siquiera reflexionar en ellas; no solamente son valientes sino también temerarias, porque la mayoría de las veces el sistema se vuelve contra ellas, o las excluye y margina , si no es que las castiga por descarriadas inadmisibles. Y es que lo extraño del moderno sistema –mundo capitalista, lo característicamente verdadero de él, es que cualquier duda que sobre él se emita es teóricamente legítima. Digo teóricamente porque, en la práctica, los poderosos dueños del sistema-mundo capitalista/“moderno” TIENDEN A SACAR LAS UÑAS DE LA SUPRESIÓN ORTODOXA SIEMPRE QUE LA DUDA LLEGA AL PUNTO DE SOCAVAR EFICAZMENTE ALGUNAS DE LAS PREMISAS CRÍTICAS DEL SISTEMA. ¿Qué pasará compañeros de la Revista 15-15-15 cuando sus “dudas” socaven eficazmente algunas de las premisas CRÍTICAS (mayúsculas intencionales) del sistema?. Ya lo verán cuando llegue el día. No está mal estar preparados y sobre todo conscientes de ello, la batalla no ha hecho sino empezar, y será dura, ¡bueno qué decirles a vosotros! que la han retratado tal cual sería: el infierno pero en la tierra.
Dice Inés “hay muchos intereses creados y mucha gente a la que le pagan por utilizar las matemáticas de forma perversa manipulando los datos y además, encima, pretenden colocarse el sombrero de científicos”. En primer lugar no es que haya intereses creados, es que es el funcionamiento in situ del sistema-mundo capitalista; digo esto porque puede pensarse que, quitando del medio a mucha de esta gente alrededor de la cual se han creado estos intereses, todo se puede solucionar, y no es así lamentablemente, la cuestión es el SISTEMA, a veces lo de intereses suena más a subjetivo (sobre lo que se puede trabajar y en efecto se puede mejorar), pero aquí la cuestión es otra, es objetiva, por tanto sistémica. Y no le “colocan el sombrero de científicos” , es que son los CIENTÍFICOS; como dije en el anterior comentario del admirable y querido compañero Pedro Prieto desde hace más o menos 200 años ha venido floreciendo e impregnando a todo el mundo una forma de “verdad” que lo que ha hecho es reflejar la realidad y las necesidades del poder y los imperativos económicos del capitalismo histórico, y que toda la actividad científica que se ha desplegado, y que ha sido mucha, ha constituido la máscara que ha ocultado la irracionalidad de la acumulación incesante de capital, esencia y núcleo de este sistema histórico.
A Inés y al compañero Manuel Casal Lodeiro nuestro saludo, y gracias por permitirme participar en una revista de cuyo importantísimo tema editorial no puedo considerarme sino un aprendiz. Gracias por ello reiteradas.
Si, algunos científicos. Tuve el privilegio de escuchar una vez al Gran Científico del Siglo XX François Jacob, yo era jovencísima, justo me estrenaba en el mundo de la investigación en mi primera estancia fuera, antes de la tesis y en su inglés completamente afrancesado puede entenderle perfectamente, se llamaba Científicos del Día y Científicos de la Noche. Fue dada en Alemania, y no se cortó ni un pelo en hablar, como alguien que desde dentro vivió lo que pasó con muchos de ellos durante la segunda guerra..
Enfín, muchos – arriesgando pues nos dedicamos a ésto- jamás hemos colaborado ni colaboraremos y a menudo firmamos conjuntamente , muchos manifiestos en contra de la barbarie que se le hace a la Naturaleza, la barbarie de los nuevos métodos de los ensayos clínicos, la falta de ética etc..Los otros, me reitero, son colaboradores del sistema, conscientes de que su prestigio científico y su continuismo, depende de la pasta y para eso deben hacerle la ola a los ministerios y las empresas, lo hemos sufrido con saña estos 8 útimos años en los que en el campo de la Bioquímica y la Biología Molecular, especialmente ha habido una verdadera sangría en nuestros Centros de Investigación, o empresas y trangénicos y medicamentos y lobbies financiados por el santander o fuera de los dineros..pero hemos podido seguir haciendo algo, protegíendonos entre nosotros, hasta para poder preservar todas nuestras muestras- muchas se han perdido, prestándonos reactivos… no se imagina, por favor no generalize pues nos dan por todos lados, y yo diría que hay más o menos mitad y mitad, pero desde dentro, el 80% de los científicos estamos en contra del sistema por simple aplicación del método científico y lo que significa que no entendemos de dogmatismos y que todo es circunstancial.. lo que pasa es que muchos estamos callados o lo estábamos. Necesitamos apoyo de la ciudadanía y nuestra lucha, o donde más dao nos hacen es que el periodismo se ha encargado de la divulgación científica de corte amarillista y malversada, que la gente se cree, porque maltraducen y manipulan los resultados originales y literalmente cambian su significado. Un ejemplo de nuestra amiga responsable del Observatorio OMG de Ecologistas, con la que algunos científicos colaboramos y esperamos se nos unan muchos más:
http://www.observatorio-omg.org/blog/no-%E2%80%9Cla-ciencia%E2%80%9D-no-ha-confirmado-que-los-transg%C3%A9nicos-son-seguros
HOLA AMIGOS DEL 15-15-15, estuve casi dos meses de baja médica, y desconectado de toda actividad. Hoy ya de alta he podido comprobar que mi artículo sobre revolución y capitalismo verde ha suscitado una docena de comentarios, con alusiones directas a mi persona. Voy a intentar dar respuesta aunque sea bastante tardía.
Alb. , me parece que Ud. se ha montado una cuenta de calorías que por fuerza tiene que dar resultados muy distorsionados, pues ha comparado a la agricultura industrial con la global planetaria, sin tener en cuenta que la gran mayoría de los países no practican esa agricultura industrial tan consumidora de energía de insumo como la de los EEUU. Por lo demás estoy totalmente de acuerdo con las respuestas de Manuel Casal y creo que ellas son suficientemente concluyentes.
Nardito, que ha tenido la valentía y el acierto de “poner el dedo en la yaga” y hurgar en un tema en un tema espinoso pero cave y que se suele eludir por ser central en el sistema capitalista y en el concepto de crecimiento. Y hace falta ser valiente para abordar el tema del crecimiento-decrecimiento demográfico, porque es algo que está totalmente ligado al crecimiento económico y a la ecología del planeta. Para abordar el problema de la demografía por mi parte me acaba de publicar un artículo el periódico virtual Rebelión un articulo titulado EL CAPITALISMO Y SUS CUATRO JINETES DE LA APOCALIPSIS, y como tu fuiste el que me motivó a escribirlo supongo que te gustará leerlo.
Bienvenido de vuelta, Julio. Nos alegra que ya estés mejor.
(El artículo al que se refiere Julio lo podéis encontrar en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=214551 )