En un artículo anterior vimos lo que podemos hacer en un ámbito fundamental para la transición: la movilidad. En este, veremos lo que podemos hacer para preparar nuestra vivienda.
Como en otros ámbitos, se trata fundamentalmente de tener las cosas claras, establecer objetivos y marcar unos plazos para irlos alcanzando.
Lo ideal sería poder construir nuestra vivienda desde cero con materiales sostenibles, capaz de generar nuestra propia energía, aprovechar el agua de lluvia y reutilizar los residuos que deberán ser mínimos.
Esto casi nunca será posible con lo que tenemos que plantearnos es acercarnos progresivamente a este ideal.
¿Qué puedes hacer?
Lo que sigue a continuación es nuestra experiencia, lo que hemos hecho en casa y que no pretende nada más que ser un ejemplo de cosas que se pueden hacer si nos lo proponemos.
- Mejorar el aislamiento. En este ámbito hemos instalado cristales dobles y aislado el tejado que no tenía ningún tipo de aislamiento.
- Instalar un sistema para recuperar el agua de lluvia. Unos bidones conectados al canal de desagüe del tejado nos permite recoger el agua de lluvia que utilizamos para fregar el suelo, regar, dar de beber a las gallinas y, incluso, para el WC.
- Bajar la potencia contratada de electricidad a 3,450 kw (creo que, en nuestro caso, podríamos bajarla a 2,300 kw).
- Contratar la tarifa eléctrica con discriminación horaria, lo que quiere decir que tendremos un precio que varía según unos tramos horarios establecidos. Actualmente, el tramo horario más económico (período valle) ya no es sólo durante la noche si no que incluye horas de la mañana. Resultan por tanto ¡cerca de 14 horas valle!
- Hacernos socios y contratar la electricidad a una cooperativa de consumo y producción de energía verde sin ánimo de lucro, que tiene el objetivo de reunir a miles de personas con el deseo de cambiar el modelo energético actual y trabajar juntas para alcanzar un modelo 100% renovable.
- Instalar una placa fotovoltaica de 255 w para generar electricidad. Un kit para autoconsumo como el nuestro puede producir en promedio unos 350 kWh / año lo que representa, a precios actuales, un ahorro de 70,00 euros / año.
- Instalar un equipo solar de 135 l para producción de agua caliente sanitaria que utilizamos directamente de abril a octubre y conectada a la caldera de gasóleo en los meses de menos horas de sol.
- Reducir y aislar del resto de la casa el espacio que utilizamos durante los meses fríos, lo que nos permite utilizar leña en lugar de gasóleo para calefactar el espacio que utilizamos con una chimenea.
- Cambiar las bombillas convencionales incandescentes por bombillas de bajo consumo y ajustar la cantidad de luz a las necesidades reales de cada ambiente.
- Racionalizar el uso de los electrodomésticos y eliminar aquellos que no son estrictamente necesarios. De modo que nuestro consumo medio actual es de 3,50 kwh / día.
- Construir un horno de leña, lo que nos permite cocinar utilizando una fuente de energía renovable y a nuestro alcance.
Obviamente cada uno podrá establecer las acciones y los periodos para realizarlas según crea más oportuno. Lo importante es que tomemos el control de la situación, que seamos proactivos y que vayamos aumentando la autonomía y resiliencia personal (y familiar) en este ámbito también.
Los motivos para cambiar no son sólo la necesidad de prepararnos para una sociedad pospetróleo y abocada a un cambio climático de grandes dimensiones y de graves consecuencias. También es importante romper con un modelo insolidario e injusto de sociedad que contribuye a hacer imposible el acceso a una vida digna a millones de seres humanos, la continuidad sobre la Tierra de muchas especies animales y vegetales y que no respeta los derechos de las generaciones futuras.
Moltes gràcies, Miquel! Muy útil. Nunca está mal recordar estos criterios básicos y sobre todo, conocerlos de primera mano, de alguien que los ha hecho, porque los ha visto necesarios, factibles y realistas.
No obstante, para mucha gente buena parte de ellos les resultarán irrealizables o de muy difícil aplicación por el mero hecho de vivir en un piso, en un apartamento, en un bloque de viviendas. Yo puedo verle la aplicabilidad directa en mi casa en la aldea, pero en un piso sólo las relativas a la contratación de la electricidad las veo aplicables.
Igual es que teníamos que empezar diciendo que las ciudades son muy poco sostenibles y el primer paso es mudarse al campo…
Por otro lado lo de las bombillas incandescentes… creo que tienen demasiado mala fama, provocada por su interesa prohibición en la UE. Es una luz más natural que muchas de las nuevas tecnologías lumínicas, y además puedes estar metiendo peligrosos contaminantes en casa si usas las fluorescentes compactas (mercurio). Hay que mirarlo muy bien. También la mochila energética que implican, su reparabilidad, etc. La cuestión de la iluminación no la veo tan simple como alto consumo -> bajo consumo. Además, si te autoabasteces de electricidad, el consumo de las incandescentes no es ya un problema, siempre y cuando no hagas un uso bárbaro de ellas.
El tema del auga lo solemos dejar un poco de lado, sobre todo donde ahora mismo tenemos una pluviometría alta, como es el caso de Galicia, pero es algo fundamental en previsión de un caos climático que bien nos podrá dejar sin auga durante temporadas cada vez más largas incluso en climas (aún) atlánticos. Por tanto es muy pertinente que lo hayáis incluido.
En definitiva, un buen artículo básico para cualquiera que se quiera poner «manos a la obra» para preparar su vivienda (rural).
Incluso las lámparas de incandescencia tienen la ventaja de poder ser alimentadas en corriente continua. Desde una batería de coche cargada a pedales, por ejemplo, podemos tener una serie de bombillas de coche de las de antes que nos alumbren un rato.
Coches donde conseguirlas, los desguaces están llenos. Los coches en desuso pueden ser una mina o fuente de materiales en un futuro.
En todo caso es bueno ir aportando ideas.