El pasado jueves 26 de noviembre fue aprobada, por unanimidad, una moción municipal para sumar a Móstoles al movimiento de Ciudades en Transición. Este hecho se ha producido con un compromiso explícito por parte del conjunto de los grupos políticos de: (i) realizar en futuro una declaración institucional que incorpore a Móstoles a alguna de las redes emergentes que a nivel internacional están cohesionando estas experiencias y (ii) traducir este compromiso en hechos, con el desarrollo de un proyecto piloto en colaboración con los actores que, desde la sociedad civil, vienen impulsando el plan Móstoles, Ciudad en Transición.
La idea central del plan Móstoles, Ciudad en Transición es organizar a la ciudadanía mostoleña bajo una propuesta que actúa, simultáneamente, en diferentes frentes. Los grandes retos de la sostenibilidad, como el pico del petróleo o el cambio climático, van a exigirnos transformar el modelo productivo. La idea es empezar con esta transformación y explorar, al mismo tiempo, las posibilidades de un sistema social más justo y participativo junto a patrones culturales que den sentido y significado a la vida común, desconectando la experiencia del buen vivir del incremento de nuestro impacto ecológico. Sin un enfoque integral, la transición pospetróleo fracasará porque esta debe ser un replanteamiento de nuestros modos de vida en todas sus vertientes (economía, política, sociedad, imaginarios, idea de felicidad). Sólo así podremos enfrentar una crisis civilizatoria que, en última instancia, está provocada por la incompatibilidad radical entre una biosfera finita y un sistema depredador que necesita la expansión económica permanente para funcionar (y que además es profundamente excluyente y vitalmente asfixiante).
Este plan ha nacido tras un largo proceso de estudio, reflexión y autoformación. En su diseño final se han incorporado propuestas de un número significativo de movimientos sociales locales. Previamente, el curso Crisis de civilización, transiciones poscapitalistas, con 17 charlas en las que intervinieron algunas de las figuras más relevantes del pensamiento y la práctica ecosocial en el Estado español, había logrado implantar, en el ámbito de los movimientos sociales mostoleños, un lenguaje común y un diagnóstico de época compartido.
Móstoles, Ciudad en Transición plantea un Móstoles futuro en el que han sido implantados 24 proyectos, cuya existencia supondría haber realizado avances importantes para empezar a organizar la ciudad con un mayor nivel de independencia respecto al petróleo. Al mismo tiempo, estos proyectos se traducirían en cambios en la vida cotidiana de los mostoleños y las mostoleñas que permitirían explorar la aventura del poscapitalismo. Ninguno de estos 24 proyectos son quimeras. Son realidades viables, y muchos ya están en marcha en muchos lugares del mundo.
Estos 24 proyectos se clasifican en cuatro ejes de trabajo:
- Eje de economía social: la idea de este eje es construir una red económica local en base a distintas formas de cooperativismo económico que nos permita cerrar los ciclos socioeconómicos. En otras palabras, que la riqueza de Móstoles se quede en Móstoles facilitando formas de producir más democráticas y participativas. Algunas de estas nuevas formas de producir se enmarcarían dentro de lo que se denomina economía social y solidaria y otras serían experimentos que buscan ir más allá de las relaciones de mercado.
- Eje de nuevo modelo productivo: para enfrentar el pico del petróleo y el cambio climático, es necesario un nuevo modelo productivo. Este tiene que basarse básicamente en relocalizar (volver a producir y consumir productos hechos cerca) y en descarbonizar (funcionar con fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles).
- Eje de cultura y articulación comunitaria: para que todo el proceso sea posible, es necesario reparar los tejidos comunitarios deteriorados por la ofensiva neoliberal de las últimas décadas. Estas comunidades fortalecidas serán la base de una nueva cultura organizada en valores opuestos a los valores del capitalismo (solidaridad frente a competencia, creatividad frente a consumo, suficiencia frente a derroche, riqueza de relaciones sociales frente a riqueza mercantil).
- Eje de educación para la transición: llevar a buen puerto una iniciativa en Transición obliga a hacer un esfuerzo de aprendizaje y de divulgación importante. Esto incluye adquirir conocimientos y metodologías que permitan la expansión progresiva de una conciencia crítica respecto al capitalismo como sistema social y una perspectiva ajustada de nuestro tiempo, entendiéndolo como una crisis civilizatoria.
Desde su nacimiento, GANAR Móstoles consideró nuestra labor como una de las líneas maestras de su proyecto e incorporó la noción de transición como uno de los pilares desde los que pelear por otro modelo de ciudad. De esta simbiosis ha surgido esta moción, que no es más que un paso muy pequeño, un paso en un largo camino que viene de lejos, que quiere llegar mucho más lejos, pero, sin duda, un paso importante.
Aunque el texto de la propuesta presentada es de perfil bajo, no hemos renunciado a plantear en ella lo fundamental de nuestras coordenadas. Y esto tanto a nivel de diagnóstico (pico del petróleo, límites del crecimiento) como de las soluciones (la transición no es un problema técnico, sino de modelo social). Nuestra intención con esta moción ha sido generar un marco asumible por una amplia mayoría que, en el plano institucional, posibilite desarrollos posteriores de alguno de los 24 proyectos del plan Móstoles, Ciudad en Transición. De modo más concreto, vamos a apostar por traducir el compromiso institucional en una ambiciosa red de huertos urbanos combinada con un potente programa de intervención pedagógica en centros educativos. El resto de los proyectos, así como nuestras tareas de divulgación e investigación, seguirán en marcha de modo autónomo, como hemos hecho hasta ahora.
La actividad independiente de las instituciones es importante porque sabemos que la política institucional es un campo minado para la transformación social. No pecamos de ingenuidad, y una moción puede convertirse en papel mojado si no viene amparada por todo un esfuerzo externo, realizado desde la autoorganización y la autogestión. Pero sabemos, por experiencia propia, que la autogestión también tiene límites. Necesariamente, un proceso de transición tiene que ser un proceso de experimentación con estrategias duales: un pie dentro de los ayuntamientos y diez pies en las calles, en las comunidades, en la construcción desde debajo de las alternativas y las utopías concretas.
Queremos aprovechar estas líneas para dar una muestra de cariño público a ese pie, dentro del ayuntamiento, que está haciendo todo el trabajo sucio para que el camino sea posible: el equipo humano de GANAR Móstoles. Un conjunto de activistas, con mucho más sentido de la responsabilidad social que vocación de carrera política, que está haciendo una labor muy difícil, tremendamente desgastante a nivel humano y en un contexto muy hostil. Labor necesaria y que, al mismo tiempo, no siempre cuenta con la adecuada comprensión de aquellos que están fuera, incluidos muchos de los que estamos más cerca. Mucho ánimo, mucha fuerza y muchas gracias.
Vamos que lo que se quiere proponer es la Anarquía, lo digo porque todo lo que se pone son conceptos anarquistas, vamos que se puede leer del tema y así informarse sobre los miles de proyectos de índole similar que se han dado en la historia de trabajar en lo común, para saber ya de errores digo yo… Un ejemplo en el texto «La actividad independiente de las instituciones es importante porque sabemos que la política institucional es un campo minado para la transformación social. «. Ya sé yo que mucha gente lo sabe pero para decirlo, que parece que es delito decir, Anarquía, cuando no hay nada más sano. Lean a la Wollstonecraft, Flora Tristán, a Claramunt, etc por citar a algunas mujeres, buena base para seguir construyendo Móstoles, Salut!
creo que es un interesante artículo con ideas tan fuertes como las siguientes :
-que la riqueza de Móstoles se quede en Móstoles.
– «solidaridad frente a competencia, creatividad frente a consumo, suficiencia frente a derroche, riqueza de relaciones sociales frente a riqueza mercantil» (se parece un poco a midoble decalogo de mi manifiesto … aunque esto sea menos completo).
-…»sabemos, por experiencia propia, que la autogestión también tiene límites. Necesariamente, un proceso de transición tiene que ser un proceso de experimentación con estrategias duales: un pie dentro de los ayuntamientos y diez pies en las calles, en las comunidades, en la construcción desde debajo de las alternativas y las utopías concretas».
Trasmitimos el primer vídeo de la iniciativa, promocional de las jornadas que se realizarán en la penúltima semana de abril en Móstoles: