En Oñate el compromiso ciudadano se mide en «txantxis»

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(Originalmente publicado en el semanario Argia. Reproducido según licencia Creative Commons BY-SA. Traducción: Jesusmari Soubies.)

El Txantxi se ha creado para impulsar el compromiso con la economía local y la participación ciudadana, para fidelizar el consumo en el pueblo y disminuir la fuga del gasto. Se puede utilizar en las tiendas de Oñate y el cambio con el euro aporta un beneficio del 5%.

Txantxia-infoAmaia es Oñatiarra (natural de Oñate). Como todos los sábados, ha quedado en el bar Aldapa con sus amigos y, de camino a casa, ha comprado el pan en la panadería Errota. Pero, esta vez, no ha pagado en euros, ni con la tarjeta, sino con los billetes de vivos colores que por primera vez cambiaba en la oficina de trueque: con la modena social de Oñate, el txantxi. Ha sido la primera vez; pero no será la ultima. A la hora de la compra, aunque cada txantxi tiene el valor de 1€, cuando se realiza el trueque, se concede una bonificación del 5%: a cambio de 100€, 105 txantxis. Ha sabido que en total hay seis billetes diferentes: correspondientes a 20, 10, 5, 1, 0,5, y 0,10 txantxis, que llevan impresas imágenes de los lugares más significativos de los alrededores de Oñati.

Si no se usan en el plazo de 3 meses, tendrá que actualizar los txantxis, perdiendo el 3% de su valor. Pero ya sabe que no sucederá tal cosa, pues el txantxi está aceptado en 91 establecimientos habituales: en empresas de fontanería, en carnicerías, en peluquerías, librerías…

Un impulso al pequeño comercio

De Wikimedia Commons. Autor: ZaratemanMiren es la dueña y responsable de una de esas empresas. Respaldó el txantxi desde el mismo momento de su puesta en marcha, consideraba que era una medida imprescindible como ayuda al pequeño comercio de Oñate. «Sin iniciativas como esta, una parte considerable del dinero que se genera en Oñate, se gasta fuera». La mayoría de los compradores todavía no utiliza el txantxi, pero se va notando que poco a poco su uso va creciendo y que más personas están dando el paso, y que ha provocado la reflexión sobre la importancia del consumo local. Cuando se quiera, se pueden cambiar los txantxis por euros, pero perdiendo el 3% de su valor. Por eso, cada vez que necesita algo, los utiliza para comprar a los comerciantes o empresas que se han adherido a la moneda local.

Un fondo de dinero para la iniciativa social

Cuando Miren y el resto de los comercios adheridos al txantxi vuelven a cambiar su recaudación de txantxis en euros, ese 3% que dejan en la Oficina de Trueque va a parar a un fondo económico con el que se impulsa la actividad social. Son los propios comerciantes los que tienen la oportunidad de decidir, entre los proyectos que se presentan, para qué se utilizará dicho fondo. Asimismo, con ese fondo también se hace frente a los gastos que origina el sostenimiento del propio txantxi.

Desde el propio Ayuntamiento están haciendo esfuerzos para que la moneda social tenda un camino cada vez más sólido y próspero. Para ello, entre otras cosas, los premios se otorgan en txantxis y, en algunas empresas, se está impulsando que una parte del salario que cobran los trabajadores sea también en txantxis.

Txantxia

[N. del T. para aclarar el nombre de txantxi: Aquí, en Gipuzkoa, los de cada pueblo tiene un nombre relacionado con un animal. Los de Oñate son sapos y los de mi pueblo, Azkoitia, somos ranas. Así los de Oñate son txantxikuak y nosotros los de Azkoitia somos zakelak, sapos y ranas en euskera. Otros pueblos tienen otros animales. Esto es así desde tiempos inmemoriales…]

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