coherencia
[del lat. cohaerentia, íd.]
2 Actuación de acuerdo con el pensamiento.
Cuando uno se plantea iniciar un proceso de cambio es casi siempre porque se ha dado cuenta de una incoherencia entre lo que pensaba y lo que hacía. Así, quien empieza a hacer deporte por ejemplo es porque se da cuenta de la incoherencia entre querer estar sano y llevar una vida sedentaria.
Unos resolverán la incoherencia detectada haciendo un paseo de 20 minutos cada día, otros necesitarán hacer una cima cada semana y otros necesitarán crear un club excursionista. Pero todos son dignos de reconocimiento y apoyo incondicional.
El problema está en aquellos que ni se dan cuenta de la incoherencia o, aún peor, se dan cuenta pero no hacen nada.
En el caso de Argelaguer en transición, la incoherencia surge cuando hacemos consciente el pensamiento de que el modelo social y económico que domina nuestra sociedad es injusto, irresponsable, insolidario y egoísta y ver que nuestra actuación diaria contribuye a mantenerlo. Por otra parte, cuando además nos damos cuenta que este modelo nos lleva a un agotamiento de los recursos, a un cambio climático y a una destrucción de la biodiversidad con graves consecuencias para la vida de todos los seres vivos y las generaciones futuras, entonces la incoherencia de no actuar se hace muy pesada.
En nuestro caso, esta incoherencia nos lleva a iniciar lo que hemos llamado un proceso de transición que hará que nuestro comportamiento se aleje progresivamente de un modelo no deseado a otra modelo más acorde con nuestro pensamiento. Ganando, en el proceso, coherencia.
Este proceso de transición puede ser individual, familiar o comunitario y lo pueden hacer también instituciones como escuelas, hospitales, administraciones…
Desafortunadamente siempre habrá quien en lugar de ayudarte en el proceso y reconocer el esfuerzo realizado en avanzar hacia la coherencia te recordará tu incoherencia en defender la transición y seguir utilizando el coche, vivir en una casa de 120 m2, utilizar móviles inteligentes y ordenadores, comprar alimentos que no son de temporada ni de proximidad, seguir consumiendo cantidades ingentes de plástico o utilizar el avión o el tren de alta velocidad para ir de vacaciones, entre otros.
Pero no debemos hacer caso de aquellos que intentan descalificarnos o menospreciarnos. El camino de la transición es largo, difícil y duro (pues el modelo actual no ayuda nada) y, además, es un camino lleno de incoherencias.
Salud y buena transición.
En mi opinión, a la incoherencia se la debe combatir. Yo escribo desde un ordenador, pero estoy ahorrando e investigando fincas, mirando posibilidades constructivas para la casa (lo mejor en cuanto a precio, habitabilidad y legalidad son las yurtas) y haciendo comunidad con los amigos y familia que tengo en mi zona para huir. Un club de montañismo no es luchar en contra, es un placebo.
La incoherencia, en mi opinión, es un enemigo a batir, no algo con lo que aprender a convivir.
Yo coincido con Didi en que es algo que combatir y que no debemos ser autocomplacientes sino autocríticos y siempre localizar y tratar de corregir esas incoherencias. Pero también estoy con Miquel en que hay que aprender a vivir con un cierto grado de incoherencia. Hay incoherencias graves, medianas y leves; hay unas inevitables y otras más fáciles de combatir.
Por tanto la clave está en fijarnos si la crítica por la incoherencia es constructiva o destructiva. Yo, personalmente, tiendo a ser muy crítico señalando incoherencias o inconsistencias de la gente, sobre todo de las organizaciones y más aún si son partidos políticos que asumen un discurso y luego entran acto seguido en flagrantes contradicciones. Pero pretendo serlo con ánimo constructivo, para señalar esa incoherencia que quizás algunos de ellos no sean capaces de ver. A mí mismo me ha pasado, que no ves la inconsistencia de alguna práctica personal o militante con tu discurso, y agradeces a quien te la señala. Por eso la clave es diferenciar y no generalizar.
Por lo demás, aunque me ha parecido demasiado adulterado y dulcificado, un llamado a la acción como este post, siempre está bien.