Casdeiro

El origen de las sociedades de dominación y la psicosis colectiva que vivimos

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Artículo adaptado por el autor a partir de una versión previa publicada en su blog. También han sido modificadas las ilustraciones para su publicación en 15/15\15.

El origen de las sociedades de dominación: patriarcado, hipertrofia del ego y sometimiento de la naturaleza.

Una de las principales creencias en las que se nos ha educado es que los pueblos primitivos sufren niveles de vida muy bajos: hambre, enfermedades, condiciones de vida muy duras, una dependencia casi exclusiva de la caza ejercida por varones fuertes y valientes que arriesgan su vida para mantener al resto de la tribu y otra serie de mitos sin fundamento.

Sin embargo la antropología nos demuestra la falsedad de estos mitos construidos con el concreto interés de apoyar los paradigmas del desarrollo y el progreso ilimitados, el darwinismo social y la competencia como ejes de la evolución natural y de las relaciones sociales.

El antropólogo Marshall Sahlins en su obra «La economía de la edad de piedra» pone de relieve varios datos interesantes: la esperanza de vida de los pueblos primigenios está entre 65-70 años, se nutren de forma equilibrada con calorías suficientes (2000 aprox al día), siendo el 80% de estas de de origen vegetal obtenidas mediante la recolección de frutos, hojas, raíces y otras partes comestibles de las plantas. Todo lo anterior viene a refutar el mito del cazador infatigable y de fuerza colosal que alimentaba a la tribu matando mamuts y otras bestias enormes a diario.

El ecológo Bernard Campbell en su obra «Ecología humana» aporta más datos que refuerzan las investigaciones de Sahlins: los individuos de estos pueblos trabajan menos de 5 horas al día de media, en sus lenguas utilizan el mismo término para designar la función trabajo y juego y duermen más de 8 horas al día con dos siestas de media entre otros muchos indicadores sorprendentes.

El hecho de que designen con el mismo término los actos de jugar y trabajar nos da idea de que el trabajo productivo y reproductivo no están jerarquizados. Esto quiere decir que consideran tan importante recolectar frutos, cazar o pescar como preparar esos alimentos y cuidar de los niños y ancianos independientemente del sexo o cualquier otra condición de quien realice estas tareas. 

Todo esto lleva a estos pueblos a sentirse parte integrante de la biosfera y del Cosmos. Otro indicador interesante es que en los imaginarios mitológicos de estos pueblos abundan relatos con deidades asociadas a la naturaleza como una especie de madre benefactora y a desarrollar identidades colectivas frente a  identidades fuertemente individuales y egoístas propias de las sociedades modernas. Es por ello que los enterramientos de estos pueblos son simples, las tumbas presentan los mismos patrones: enterramientos sencillos y simples ya sean grupales o individuales sin distintivos de clase social o posición. Estos pueblos no practican religiones represoras de la sexualidad y raras veces muestran tabúes a los procesos corporales naturales (Taylor, 2008).

La arqueóloga Marija Gimbutas y James Mellaart señalan que las sociedades del Paleolítico, Neolítico y buena parte del Calcolítico eran igualitarias y prósperas: las pinturas rupestres muestran paisajes de vida exuberante y  las estatuillas de mujeres embarazadas que construían, simbolizaban la devoción por la fertilidad. Otro indicador de igualitarismo es que las poblaciones que construían no presentaban amurallamientos ni edificios emblemáticos que caracterizan una sociedad jerárquica con estructuras de clases o castas; al contrario, todos los edificios son de similares características, como demuestran asentamientos tales como Catal Huyuk (Turquía). Además, la escasa presencia de restos humanos con signos de violencia en el registro arqueólogico demuestra la inexistencia de guerras como forma de violencia organizada de un grupo contra otro.

Este tipo de pueblos los podemos encontrar en el registro arqueológico a lo largo y ancho de todo el planeta antes de los procesos que dieron lugar al origen y desarrollo de las sociedades de dominación, desde Catal Huyuk en Turquía hasta los bosquimanos de Botswana, los pueblos nativos de Norteamérica, las tribus del Amazonas y los aborígenes de Australia.

Es fácil hacerse una idea del tipo de vida que tenían estos pueblos a lo largo y ancho de todo el mundo: los galos como los del cómic de Asterix vivían en pequeñas aldeas formadas por casas similares construidas con materiales locales y rodeadas por bellos y majestuosos bosques de donde se obtenía miel, bellotas, moras, higos y otras plantas comestibles, jabalíes, conejos, ciervos, perdices, codornices y otros productos de caza y como no, plantas medicinales que el o la druida empleaba para curar.

Los galos y otros pueblos europeos conquistados por los romanos se dedicaban a la horticultura, recolección y caza, formando redes o confederaciones de aldeas. Imagen: Wikimedia Commons.
Los galos y otros pueblos europeos conquistados por los romanos se dedicaban a la horticultura, recolección y caza, formando redes o confederaciones de aldeas. Imagen: Wikimedia Commons.

Según Felix Rodrígo Mora, en la Península Ibérica ocurría lo mismo: Iberos y Celtas hacían pan con bellotas y castañas, se calcula que ¾ de su alimentación se basaba en la recolección, un dicho popular dice que una ardilla podía recorrer el país sin bajarse de un árbol.

Gran parte de estos pueblos se organizan como recolectores-cazadores, es decir tenían un metabolismo forrajero ya fueran nómadas o sedentarios, pero no es el desarrollo de la agricultura, ni la sedentarización o la aparición de núcleos de miles de habitantes, ni la división o la complejidad del trabajo productivo las que originaron la aparición de una nueva cosmovisión, organización social y la hipertrofia del ego (Taylor, 2008).

Las sociedades de dominación presentan características bien diferentes de estos pueblos: jerarquías sociales, división del trabajo por géneros y clases sociales, considerando el trabajo productivo como más importante que los cuidados (cocinar, cuidar a niños, enfermos y ancianos…). Disfrutan de mejor consideración social y se remuneran más aquellos sectores más alejados de la producción de alimentos y más sofisticados tecnológicamente (regla del notario de José Manuel Naredo). Son sociedades que presentan sumisión de las mujeres y la naturaleza, una cosmovisión ególatra, etnocéntrica, androcéntrica y antropocéntrica, núcleos de población masificados, enterramientos diferenciados según clase social, religiones patriarcales y machistas, represión de la sexualidad y los procesos corporales (Rodrigáñez, 2007), gran desarrollo de la guerra y las armas, etc.

Los Romanos como todo imperio con un poder centralizado construían magníficos edificios y se organizaban en sociedades muy jerarquizadas y desiguales. Imagen: Soldado romano arrastrando esclavos encadenados (Wikimedia Commons. Autor: Jun, en Flickr).
Los Romanos como todo imperio con un poder centralizado construían magníficos edificios y se organizaban en sociedades muy jerarquizadas y desiguales. Imagen: Soldado romano arrastrando esclavos encadenados (Wikimedia Commons. Autor: Jun, en Flickr).

Pero por qué, dónde y cuándo empezó a producirse este cambio en las sociedades: la teoría de la desertización del Sáhara y del sudoeste asiático

Lechos sedimentarios de paleolagos y paleosuelos que contienen polen fósil indicativo de una vegetación de sabana atestiguan que el norte de África, oriente próximo y los desiertos de Arabia y de Rajastán conocieron períodos más húmedos durante la primera mitad del Holoceno (González, 2015)

La selva ensanchaba sus límites hacia el norte y hacia el sur en varios cientos de kilómetros, ocupando paisajes que hoy son de sabana, la cual a su vez ganaba terreno al desierto del Sáhara.

Existen pruebas arqueológicas que indican que en áreas hoy superáridas y recubiertas de dunas, pastaba una fauna típica de sabana (Taylor, 2008).

El Sahara antes de la desertización. Fuente: Uriarte, Historia del clima de la Tierra.
El Sahara antes de la desertización. Fuente: Uriarte, «Historia del clima de la Tierra».

Áreas donde la lluvia anual media es hoy de sólo 25 mm existía una población humana que se alimentaba esencialmente de tortugas de aguas dulces, de moluscos y de peces, en lo que en la actualidad es un paisaje semidesértico se han encontrado restos de grandes bivalvos fluviales, de hipopótamos y de cocodrilos de aquella época.

Las pinturas rupestres también muestran la evolución en la organización social y la cosmovisión: antes de la desertización las pinturas del Sáhara mostraban animales pastando en praderas, mujeres pariendo o amamantando mientras que tras la desertización las pinturas representan a guerreros y ejércitos en la batalla (Eisler, 2003; Taylor, 2008).

«Sleeping Antelope Tin Taghirt» de Linus Wolf - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sleeping_Antelope_Tin_Taghirt.jpg#/media/File:Sleeping_Antelope_Tin_Taghirt.jpg
«Sleeping Antelope Tin Taghirt» de Linus Wolf – Trabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.

Hacia el 5.500 antes del presente, las lluvias comenzaron a disminuir y un milenio más tarde, el Sáhara tenía un clima semejante al actual, lo que ayudó a la densificación de la población a orillas del Nilo y a la aparición de la civilización faraónica lo que conllevó importantes innovaciones tecnológicas para sobrevivir: arado, irrigación, así como un orden social basado en la competición por los recursos menguantes y una transformación de las creencias espirituales y la cosmovisión hacia la naturaleza y las mujeres: se rompen los ciclos naturales y aparecen los primeros problemas de de degradación ecosistémica graves.

Es con la aparición de civilizaciones complejas (4000 a.C aprox en el sudoeste asiático) basadas en la agricultura extensiva y la jerarquización, cuando se rompen por primera vez los ciclos naturales de materia y energía a niveles locales.

Por ejemplo en la antigua Mesopotamia, varios imperios lograron grandes incrementos en la producción de cereales gracias a la irrigación. Esto llevo a un aumento poblacional, mayor fortaleza militar y control de las rutas comerciales frente a otros proto-estados nacientes. La necesidad de controlar mayor territorio y población requiere de una complejidad creciente: mayor número de escribas, de soldados, de funcionarios, de constructores de caminos, es decir de recursos y energía para administrar mayor territorio y mayor flujo de bienes e información (Tainter, 1990).

Llega un momento en el que el incremento de la complejidad no reporta beneficios sino que los consume debido a la ley de rendimientos decrecientes. Esta ley se aplica también para aspectos energéticos, llegado a un punto la TRE (tasa de retorno energético, la cantidad de energía producida entre la invertida) decrece paulatinamente al tener que construirse mayores y más largos canales de riego, expandir el cultivo a tierras menos fértiles y más lejanas incrementando el coste del transporte. A esto se unen los problemas de degradación ambiental como la salinización del suelo por sobreirrigación, erosión, desertización por sobrepastoreo, etc. 

Según Joseph Tainter y Jared Diamond, serían las expansiones territoriales de los primeros estados en Mesopotamia los que forzaron a extender más el cultivo y e intensificar el riego hasta que los suelos se agotaron y se volvieron improductivos por la deposición de sales disueltas en el agua de riego. Esto provoca que las entidades políticas vecinas con menor grado de complejidad social se vuelvan más eficaces y conquisten a las que están en proceso de crisis o colapso. 

Expansión de las sociedades de dominación.

Las sociedades de dominación fraguadas en la escasez, la competencia y la violencia fueron imponiéndose progresivamente a las sociedades más igualitarias que las rodeaban. Por ejemplo los romanos, un imperio con poder centralizado y muy militarista logró derrotar a los Galos y esclavizar a gran parte de los habitantes de la Galia, destruyendo ciudades y pueblos (Laguna, 2010). Lo mismo se puede decir de los conquistadores españoles en América, de hecho los cronistas y misioneros españoles de la conquista como Fray Bartolomé de las Casas afirmaban que los indios eran buenos e ingenuos por naturaleza y que vivían en una especie de paraíso terrenal donde no tenían que trabajar ni sentían vergüenza de sus cuerpos desnudos.

La expulsión del Paraíso.

Ante el lento proceso de desertización vivido en el Sáhara y el sudoeste asiático hace alrededor de 6000 años, las sociedades modificaron progresivamente su organización social apareciendo el gobierno de guerreros y más tarde reyes. Ya vimos que en el registro arqueológico surgen los primeros vestigios de muertes masivas violentas, se desarrollaron nuevas tecnologías de apropiación de los recursos más agresivas como el arado o la irrigación, las armas de metal y se extienden por doquier los mitos de la expulsión del paraíso.

No hay más que leer el Génesis que expresa literalmente: «te ganarás el pan con el sudor de tu frente», «parirás con dolor», «someterás a las bestias de la tierra, los peces del mar y las aves del cielo», «creced y multiplicaos, someted la tierra», «el varón someterá a la mujer”…

Tras el Génesis, donde Adán y Eva son expulsados de un bosque virgen donde se alimentan de frutos y plantas sin necesidad de trabajar, Abel y Caín tienen que dedicarse a la ganadería y la agricultura en medio de un semidesierto.

Desde los Sumerios hasta hoy, cada civilización ha desarrollado su propia tradición del Edén: un mundo ideal, donde los placeres y la felicidad eterna rediman los dolores y sinsabores de la existencia real.

El Relato de la Biblia tiene similitudes con la mitología egipcia, griega y babilónica, todo indica que tienen un origen común al igual que en el resto del mundo antiguo. Esto puede deberse a la permanencia en el inconsciente colectivo, a través de relatos orales pasados de generación en generación, de la existencia de una época en la que la vida era más fácil y agradable

Cabe destacar que en la tradición judeo-cristiana-islámica (aunque el Corán no habla en estos términos, la cultura popular sí ha heredado la interpretación judeo-cristiana) es la mujer la culpable de la expulsión del paraíso por incitar a Adán a probar el fruto prohibido que se relaciona con la sabiduría, distinguir entre el bien y el mal y conocer los secretos de la vida.

Conclusiones.

El actual estado de degradación de la biosfera y de las sociedades humanas no responde a un patrón biológico de comportamiento del ser humano sino más bien a una adaptación social ante un hecho concreto que supuso que unas sociedades se tornaran más agresivas que otras e impusieran su modelo organizativo.

La cooperación, el apoyo mutuo y la simbiosis son características intrínsecas al ser humano y la naturaleza. La mayor parte de nuestra presencia como especie en la Tierra ha sido desarrollando estas características de forma predominante sobre las actitudes egoístas y competitivas (entre 150.000 años antes del presente hasta hace 6.000 años). Además el ser humano no ha cesado de imaginar utopías desde que existen las sociedades dominadoras: ascetas y místicos de diversas tradiciones, socialistas utópicos, hippies etc.

En mi opinión, los botes salvavidas que construyamos ante el colapso de la civilización urbana-agro-industrial tendrán que tener como referentes gran parte de los rasgos identitarios de  las sociedades igualitarias (cosmovisión, relaciones igualitarias…) además de recuperar saberes tradicionales, bioconstrucción, plantas medicinales, ser capaces de producir nuestros alimentos, evitar estar expuestos a estrés y contaminantes y depender lo mínimo del trabajo asalariado, que se antojan asuntos fundamentales para estos fines.

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Referencias

  • Campbell, B. G. (1985). Ecología humana: la posición del hombre en la naturaleza. Salvat.
  • de Las Casas, B. (2006). Brevísima relación de la destruyción de las Indias. Stockcero, Inc.
  • Diamond, J. M. (2006). Colapso: como as sociedades escolhem o fracasso ou o sucesso. Record.
  • Eisler, R. (2003, primera edición: 1987): El Cáliz y la Espada. Nuestra historia, nuestro futuro. Cuatro Vientos. Santiago de Chile.
  • Gimbutas, M. (1965). Bronze age cultures in central and eastern Europe. De Gruyter Mouton.
  • González Reyes, L. (2015). «La influencia de los cambios climáticos en los cambios sociales». 15/15\15, revista para una nueva civilización. URL: https://www.15-15-15.org/webzine/2015/07/01/la-influencia-de-los-cambios-climaticos-en-los-cambios-sociales/
  • Laguna, M. V. (2010). Breve Historia de los Celtas: La apasionante historia de un pueblo legendario y sus más grandes héroes Viriato, Vencigetórix y Boudicca. Ediciones Nowtilus.
  • Larrasoaña, J. C., Roberts, A. P., & Rohling, E. J. (2013). «Dynamics of green Sahara periods and their role in hominin evolution». PloS one, 8(10), e76514.
  • Mellaart, J., & Wheeler, M. (1967). Çatal Hüyük: a neolithic town in Anatolia (Vol. 56). London: Thames and Hudson.
  • Mora, F. R. (2011). Los montes arbolados, el régimen de lluvias y la fertilidad de los suelos. URL: https://encrucijadaalcorcon.files.wordpress.com/2012/05/los-montes-arbolados-el-rc3a9gimen-de-lluvias-y-la-fertilidad-de-las-tierras.pdf
  • Rodrigáñez, C. (2007). Pariremos con placer. Apuntes sobre la recuperación del útero espástico y la energía sexual femenina. Ediciones Crimentales. URL: https://produccioneslesbofeministas.files.wordpress.com/2011/10/pariremos-con-placer.pdf
  • Sahlins, M., Fondevila, E. R., & Castro, E. G. M. (1977). Economía de la Edad de Piedra. Akal.
  • Tainter, J. (1990). The collapse of complex societies. Cambridge University Press.
  • Taylor, S. (2008). La caída: Indicios sobre la edad de oro. La historia de seis mil años de locura y el despertar de una nueva era.
  • Valero Capilla, A. & Naredo Pérez, J. M. (1999). Desarrollo económico y deterioro ecológico. Visor.
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Geógrafo por la Universidad de Sevilla y activista de diversos movimientos sociales. Actualmente divulga sobre el agotamiento de los combustibles fósiles y la destrucción de la biosfera como causas profundas de la crisis de civilización que vive el sistema urbano-agro-industrial. Todo ello lo ha llevado a apostar por proyectos de transición y empoderamiento comunitarios como alternativas al actual modelo productivo en colapso.

23 Comments

  1. Creo que el artículo cojea en un par de puntos fundamentales.

    Primero, fue a partir de la sedentarización y la posesión de terrenos cuando aparecen las primeros señales de fuertes diferencias de clase, y con ellas las primeras guerras (la primera está documentada en Jerico, un poblado neolítico). Las guerras (que son conflictos organizados, no espontáneos entre dos o más pueblos) siempre se producen por motivos económicos, aunque se apunten a otros motivos (religiosos, sociales), la principal causa de toda guerra es la economía. Lo que explica su aparición a partir de la sedentarización, muy anterior a las primeras civilizaciones. Las sociedades neolíticas estaban bastante jerarquizadas, algo que se puede observar por los diferentes rituales de enterramiento en un mismo poblado.

    Es cierto que idealizamos nuestra sociedad de bienestar, pero no es menos cierto que la esperanza de vida es mucho mayor que en cualquier otra sociedad. Claro que como bien apunta el escritor del artículo, habría que plantearse la «calidad de vida» que tenemos en los supuestos años de más que disfrutamos, ya que lo hacemos a costa de estresarnos, trabajar como burros y alejarnos de la naturaleza tanto física (vivimos en aglomerados de cemento sin ver un árbol) como mentalmente (destrozándola con nuestra dejadez e inconsciencia).

    En definitiva, me ha encantado el artículo, aunque creo que hay cosas matizables, opino como el autor que hemos pagado un precio muy alto por vivir en esta sociedad competitiva hasta la náusea. Creo que una sociedad interconectada gracias a la red puede ser un buen aliado para crear una sociedad sin jerarquías y compuesta de comunidades, que se ayudan para progresar conjuntamente y disfrutar del progreso juntas.

  2. En general el articulo me gusta, pero voy a hacer matices, no por llevar la contraria sino por enriquecer y aportar mi punto de vista.

    La cosmovisión religiosa, las creencias de un pueblo, no son algo tan fácilmente diseñable a medida, o controlable como se podría pensar. No se puede pretender o esperar que una sociedad como la nuestra cambie sus creencias religiosas, místicas o espirituales «para que así respetemos a la naturaleza», simplemente porque comprobamos que en otras sociedades igualitarias y más «ecológicas» las creencias son otras y se las intenta imitar. Y esto no puede funcionar, digo, porque el origen de las creencias está en la experiencia de las personas, inclusive y sobretodo en una experiencia interior.

    La religión dominante en la sociedad en la que uno crece puede influir, y de hecho influye en las ideas y la mentalidad de esa sociedad, de acuerdo, pero desde ahí no se puede dar el salto a otra forma de creencia sin una experiencia interna profunda que lo provoque al romperte los esquemas anteriores. Lo podríamos llamar «revelación» interior, despertar de la conciencia, y de muchas otras maneras, pero así es: sin experiencia interior, no podrá haber un cambio de creencias. Porque la parte intelectual de nuestra mente, por sí sola, es incapaz de «crear» una nueva espiritualidad.

    Cuando se dice que muchos pueblos «originarios» adoraban o creían a una forma de divinidad maternal asociada a la Tierra (y esto es mucho resumir) es cierto esencialmente o en bastantes casos, pero es así porque esas gente lo experimentaban así, no porque lo decidieran primero y en base a eso, luego lo vivieran así. Crearon sus relatos míticos, sus narraciones orales y lo que desde aquí llamaríamos su cosmovisión o religión basándose en sus vivencias espirituales o internas. No hubo un diseñado previo, simplemente una serie de individuos más visionarios o con tendencia mística que la media (chamanes, personas «espíritu», etcétera) tenían sus visiones, sus trances, sus vivencias relativas a la relación energética o espiritual con el mundo que les rodeaba, luego la narraron a los demás y esto se asumió como una especie de «realidad».

    Las 3 religiones monoteístas que conocemos mejor: judaísmo, cristianismo e islam, están basadas igualmente en las experiencias internas de individuos que narraron a los demás lo que veian y sentían, cosas que estaban más allá de la percepción habitual en su sociedad y que los demás en su entorno aceptaron como válidas o «creíbles». (Profetas del Antiguo Testamento, Jesucristo, Mahoma) Solo después de la experiencia individual de estos individuos se organizan y crean las religiones estructuradas, a veces adoptando o integrando en su seno costumbres sociales anteriores, pero otras veces modificándolas. Y esto sólo sucedió en algunos casos, no en todos, pues muchos otros sistemas de creencias, como los «chamánicos» puros y duros no están ni remotamente tan organizados o estructurados (depende de la tribu y del individuo) Pero aún y así, es cierto que cada cosmovisión espiritual, grande o pequeñita, se basa en las experiencias internas, y así se crean religiones, sectas, nuevas mitologías, etc.

    ¿Adónde quiero ir a parar? A que yo diría, respecto a un hipotético nuevo futuro que pretendemos crear, que sólo si facilitamos una crianza emocional, psíquica y mental suficientemente libre y completa, Y CERCANA A LA NATURALEZA , o directamente inmersa en ella (lo remarco porque es esencial) como para permitir que los individuos tengan una experiencia «libre, individual, genuina y sin censuras» acerca de su relación intima con la naturaleza, surgirán las experiencias interiores capaces de revelar a los individuos su verdadero lugar en la Tierra y el Cosmos, lo cual inevitablemente se plasmaría en una cosmovisión mas simbiótica con la Tierra, no dada al expolio. Ejemplo: si EXPERIMENTAS que eres parte de una Tierra Mamá que te alimenta de sus millones de tetas, no vas a poder agredirla así como así. Vamos, te lo pensarás muy mucho antes de hacerle «daño». Pero si no experimentas esto, sino una mamá terrible que te puede matar en cualquier momento, la relación con ella a lo mejor es diferente, y hasta puedes «pasar» de mamá y aferrarte a sucedáneos «tecnológicos», si estos te prometan la supervivencia y tú te lo crees (y te lo creerás si has experimentado que mamá es peligrosa , no te cuida necesariamente y te puede matar si le da la gana).

    Existe una relación entre el medio que una sociedad habita y la religión o espiritualidad que surge en esa sociedad. E incluso existe una relación directa entre medio y modos de crianza de los niños, y la religión o experiencias visionarios que los individuos luego tienen, al crecer. Religiones surgidas en el desierto, con gentes que lidian con escasez y competitividad extrema por recursos, lo reflejan. Religiones surgidas en entornos selváticos de abundancia, también.

    No sé cuál va a ser la cosmovisión religiosa que pueda surgir en una hipotética «nueva civilización», pero estoy segura de que dependerá del contexto ambiental/natural que viven sus individuos, y también de cómo criemos a nuestros hijos, y la libertad con la que se les permita «sentir» y relacionarse con este medio natural. Inculcarles demasiadas ideas sobre creencias, espiritualidad, etc, solo permite la repetición clónica de creencias que surgieron en otros tiempos, épocas y contextos, y que tal vez ayudaron a un grupo humano a adaptarse a su contexto vital y circunstancias, pero no pueden ayudar a los humanos actuales a adaptarse «con eficacia» a las suyas.

    En resumen. La adopción de creencias o cosmovisiones de otros pueblos siempre es superficial y no es capaz de generar cambios profundos y efectivos, salvo que proceda de experiencias interiores genuinas, las cuales transforman al individuo y le «impiden» volver a ver el mundo como antes lo hacía. Desde la intelectualidad podemos fantasear con pre diseñar las creencias que «debería» tener una nueva civilización, pero esto es un ejercicio carente de realismo, y además, tal vez, no exento de arrogancia. Volvámonos hacia la naturaleza, pero de verdad, facilitemos que nuestros hijos tengan experiencia de la naturaleza, criémolos en la máxima libertad interior posible, y surgirá lo que tenga que surgir: lo que mejor les «prepare» para afrontar su realidad natural, ambiental y social.

    Pienso incluso en Fukuoka y su toma de conciencia: nunca hubiera podido dar el salto desde la veneración de la tecnología científica hacia su comprensión de los procesos naturales silvestres, de no haberse ido a vivir al campo, permitiéndose sentir luego sin censuras lo que sintió.

    Saludos,

    Urbóreas

  3. Estimada María, muchas gracias por tus comentarios. En efecto, a mí también me pareció muy extraño la primera vez que leí que la agricultura no fue una consecuencia directa de una sedentarización previa.

    El proceso podría haber sido así:

    Unas condiciones ambientales favorables a un ligero crecimiento poblacional a final del Pleistoceno o principios del Holoceno en el sudoeste asiático. Expansión de sabanas con presencia de gramíneas, especialmente el trigo salvaje. Bien, la gente observa a los animales, especialmente a los pájaros comer los granos de trigo. Experimentan, descubren cómo hacer pan tras moler los granos. Para moler los granos hace falta utilizar piedras muy grandes y pesadas que no se pueden transportar. Cómo tenían a su alcance gran cantidad de grano que se puede almacenar de un año para otro y pueden complementar su alimentación con caza, pesca, recolección de frutos, raíces y hojas silvestres y poco a poco también cultivar hortalizas, la sedentarización se hace inevitable.

    Es por ello que hoy en día se mantiene entre muchos autores que no fue la agricultura ni la sedentarización las que produjeron el origen de la dominación y de la jerarquización en las sociedades sino que fue un proceso más dinámico y complejo no basado en causas y efectos unidireccionales.

    Te dejo un documental muy bueno de la tv pública francesa que ilustra muy bien esta teoría. En él salen varios investigadores de los cuales puedes encontrar artículos científicos en internet.

    Un saludo

    Bilal

    https://www.youtube.com/watch?v=Awg1V8ap_7k

  4. Estimado Urboreas, opino como tú en el sentido de que es necesaria una (re)conexión con la naturaleza, el universo, el todo, etc… desde la propia experiencia, desde la emoción y el sentimiento a nivel individual. De igual manera pienso que el análisis racional, el método científico y la reflexión son útiles para muchos fines, por ejemplo analizar procesos históricos que han llevado a las sociedades a desarrollar dinámicas que ponen en peligro muchos aspectos de la vida.

    Un saludo

  5. Por supuesto, pienso que el análisis racional y el método científico tienen su lugar y son necesarios, imprescindibles para ciertas cuestiones.
    Las experiencias místicas, espirituales y visionarias surgen de niveles de la mente diferentes (hemisferio derecho, por ejemplo) , pero desde mi punto de vista no son incompatibles sino complementarias, tal como nuestros 2 hemisferios cerebrales lo son. (Esta es una pequeña batalla personal, mostrar que, en realidad, lo místico y espiritual no tiene porque darse de tortas con lo racional o científico, y que un ser humano pleno ha de poder vivir sin problemas la actividad de sus zonas cerebrales y corporales implicadas en ambos procesos mentales, integrándolas a ambas)

    En fin, sólo quise matizar que para que hubiera un cambio profundo, o total, han de vivirse experiencias internas, porque si no la toma de conciencia es incompleta o superficial: una parte de nuestra mente lo entiende, pero no toda. Dicho en modo «más o menos» científico (porque no soy neurocientífica, y el tema es muy complejo como ara resumirlo bien), la vivencia interior que implica sentimientos y emociones profundas es el único modo de que se vean implicadas zonas cerebrales y corporales que, de otro modo, siguen igual que antes y por lo tanto tienden a reproducir las actitudes y comportamientos anteriores, incluso aunque uno intente lo contrario.

    Salvando distancias, es algo parecido a querer cambiar una adicción solo pensando en lo mala o dañina que es. Es útil y necesaria esta toma de conciencia y análisis racional, pero las adicciones son muuuuy difíciles de erradicar así, salvo que se introduzcan actividades o experiencias que, además del análisis racional, «reformateen» por así decirlo, ciertas zonas profundas (sentimientos, emociones, vivencias corporales) en las que, en parte, se enraíza la adicción.

    Saludos

  6. El tema del origen de sociedades basadas en la dominación es complejo y, probablemente hubo caminos distintos en diferentes lugares del planeta. Además, está sujeto a controversias, como no puede ser de otra manera al haber llegado hasta hoy en día informaciones de difícil interpretación. Todo esto lo abordamos en profundidad en «En la espiral de la energía» (perdón por la cuña publicitaria). Resumo algunas ideas aquí.

    Este origen de sociedades dominadoras no se produjo con el salto a la agricultura ya que durante los primeros 4.000 años de sociedades agrícolas las sociedades mayoritariamente tuvieron estas caractarísticas:

    i) Siguieron teniendo mayoritariamente un carácter igualitario, a tenor de lo observado en las poblaciones hortícolas actuales y de un pasado reciente, y de lo que muestran las representaciones artísticas de la época (centradas mayoritariamente en una vida cotidiana no jerarquizada), la arquitectura (sin presencia de estructuras de mayor relevancia) y los enterramientos (donde no aparecen diferencias significativas) (Gimbutas, 1991; Bahuchet, 1993; Eisler, 2003; Christian, 2005; Kottak, 2006; Mann, 2006; Wright, 2006; Ponting, 2007; Fagan, 2008; Taylor, 2008; Spier, 2011).

    ii) Los liderazgos pudieron recaer en personas que ejemplificasen la generosidad y la capacidad de empatía (Harris, 1986, 2006; Kottak, 2006). Además, no debieron ser hereditarios (Fagan, 2008).

    iii) Los hombres y las mujeres gozaron del mismo poder, como se puede inducir de las manifestaciones artísticas (estatuas femeninas con realismo sexual), los enterramientos (sin diferencias entre los sexos) y las costumbres sociales que se han podido deducir de los restos hallados (DeMeo, 2000; Eisler, 2003; Taylor, 2008). Esto no impidió que siguiese existiendo una cierta separación de tareas entre hombres y mujeres, de forma que los primeros se encargaron de las más arriesgadas y con más movilidad (caza, cultivo, comercio), mientras las mujeres realizaban las de menor movilidad (cultivo, cuidado doméstico) (Fagan, 2007; Hernando, 2012).

    iv) Los bienes comunes (especialmente la tierra) debieron primar frente los individuales (Bahuchet, 1993; Mander, 1996; Wright, 2006; Fagan, 2008).

    v) En consecuencia con lo anterior, el trabajo debió ser fundamentalmente colectivo y cooperativo (Mander, 1996; Fagan, 2008).

    vi) Los excedentes agropecuarios se siguieron gastando en muchas ocasiones en celebraciones que unían a distintos grupos humanos. Estas celebraciones también tenían un efecto de nivelación económica y de redistribución de la riqueza (Polanyi, 2011; Spier, 2011). En todo caso, este no fue el único formato y también existieron otros, como la donación rotativa de bienes entre comunidades (Polanyi, 2011).

    vii) Las guerras siguieron siendo algo extraño y de menor intensidad (aunque pudiese aumentar la conflictividad) como indica que los primeros poblados no estaban fortificados (ni siquiera está claro que las murallas de Jericó no fuesen para avenidas y no para defensamilitar) ni en lugares de difícil acceso, las comunidades no tenían casi armas, no aparecen enterramientos masivos con signos de violencia (salvo excepciones) y siguen sin aparecer pinturas sobre batallas. Probablemente, los conflictos entre comunidades se resolverían mayoritariamente mediante juegos rituales (Gimbutas, 1991; Christian, 2005; McNeill y McNeill, 2010; Taylor, 2008; Faulkner, 2013).

    Por lo tanto, a pesar de la producción de excedentes propiciada por la agricultura, de la posible dedicación de miembros de la sociedad para otros fines distintos de la consecución de alimentos y del incremento de la densidad de población, muchas sociedades siguieron siendo igualitarias y sin Estados.

    ¿Por qué surgió entonces la sociedad dominadora?

    En la etapa forrajera y los primeros 4.000 años de agricultura, los seres humanos tuvieron mayoritariamente una identidad relacional (más basada en ser parte de un grupo que entenderse como individuos). Esta identidad había predominado en un momento histórico en el que las sociedades tenían poca capacidad de control sobre su entorno y la fuente de seguridad era el colectivo. Sin embargo, especialmente desde la aparición de la agricultura, se habían ido generando una serie de circunstancias que posibilitaron la eclosión de una identidad individual en los hombres, que sería la base de las relaciones de dominación posterior.

    Por una parte, aumentó el comercio y, con ello, la movilidad masculina. En la etapa forrajera y la primera agricultura los hombres, en general, asumían tareas que implicaban más movilidad y riesgo. Cuanta mayor es la movilidad de una persona más se expande su universo y más capacidad de decisión tiene que desarrollar para adaptarse a él. Estos factores fueron generando a algunos hombres una sensación de menor dependencia del colectivo, al tiempo que construían una imagen del yo independiente del nosotros/as. Además, a medida que la sociedad se fue haciendo más compleja, más especializada, más hombres fueron teniendo trabajos más específicos que les proporcionaron sensación de control. Y a esto se unió el distanciamiento con la naturaleza fruto de la capacidad de controlarla en parte mediante el cultivo. Así, algunos hombres fueron desarrollando una identidad individual en el plano. Esta identidad fue sustituyendo a la relacional. Pasaron de “egos interdependientes” a “egos independientes”. Probablemente este fue un proceso inconsciente y no planeado, desarrollado de forma gradual e imperceptible (Hernando, 2012).

    ¿Por qué una identidad individual es necesaria para pasar a sociedades basadas en la dominación? i) Concebir una mayor individualidad implica poder entender al resto como potenciales enemigos/as: al igual que una persona sabe que se guarda para sí emociones y estrategias, también concibe que otras lo hagan. ii) Una menor conexión con la naturaleza también aumenta la sensación de inseguridad, a lo que se puede responder mediante su control. iii) Para trabar una relación de dominación hace falta una distancia emocional respecto a lo dominado, una disminución de la compasión (pasión compartida). iv) El control sobre el resto también requiere saber cuáles son los deseos y necesidades propias y situarlas por encima (egoísmo). El poder sobre la naturaleza fue asociado al poder sobre las personas desde el principio y probablemente la concepción de uno realimentó al otro.

    La individualización no solo fue consecuencia de la necesidad de tomar más decisiones, sino que incrementó esta capacidad. Por ejemplo, permitió una mayor concepción lineal del tiempo, del pasado y del futuro, lo que posibilitó prever acontecimientos y aprender del pasado. También tener una visión de la realidad metafórica y no metonímica (pasar, al menos en parte, del mito a la razón). Además, estos hombres empezaron a valorar más el cambio y no la repetición como las identidades relacionales. Es más, la razón fue una necesidad para la tranquilidad emocional, pues la seguridad fue dejando de depender de una instancia superior y requirió “ampliar y perfeccionar constantemente los modelos de representación del mundo” (Hernando, 2000, 2012). Estos aspectos también ayudaron a la dominación.

    Pero este cambio solo se operó al principio en algunos hombres, pues la mayoría de la comunidad (especialmente las mujeres) continuó con una identidad relacional. En estas/os últimas/os, para satisfacer su necesidad de seguridad fue relativamente sencillo no recurrir solo al espíritu-fuerza, sino también a los nuevos hombres individualizados (Hernando, 2012).

    Es difícil conseguir pruebas de la evolución psicológica de las poblaciones, sin embargo hay elementos que apuntan a que se produjo esta individualización alrededor de 4000 a.C. en varias zonas de Afroeurasia. Por ejemplo, el enterramiento comunal pasó a ser sustituido por el individual, aunque este último ya existía antes. Además, estas tumbas tienen signos de identidad y de propiedad privada (como objetos personales). Otro indicio es el cambio en las religiones, en las que aparecen héroes individuales. Es más, muchos de estos héroes (masculinos) luchan contra diversas manifestaciones de la naturaleza, lo que denota esta creciente desconexión con el entorno; y es que son personas que se valen de la violencia para conseguir sus fines. Por último, cuando empezaron a aparecer leyes escritas, las responsabilidades de los actos fueron progresivamente individuales. En cambio, según se observa en las sociedades forrajeras actuales y muchas sedentarias tradicionales, esa responsabilidad es comunitaria (Diamond, 2013).

    A partir de este punto se abren varias vías de desarrollo de la civilización dominadora, no necesariamente excluyentes, pues el camino recorrido debió ser distinto para cada sociedad y en cada momento histórico. La que describe el artículo de Bilal fue probablemente una de ellas, en la que los cambios climáticos cumplieron un papel fundamental.

  7. A pesar de no ser parte integrante permanente de este foro, quisiera agregar unas meditaciones apuntando a una sociedad futura, en base a los conceptos planteados en el artículo.
    Lo primero que debo plantear, es que yo creo que ninguna experiencia pasada es útil, pues todas ellas forman parte del proceso que nos ha llevado a dónde estamos hoy. Y por ello, creo necesario reformular y replantear todos los conceptos base de nuestra existencia y razón de existir, tanto como individuos, como sociedad. Ello en base a un concepto diferente. Necesariamente nuevo. Construído totalmente sobre otras bases Y por ello, decidí escribir un libro que entregara una nueva base que sirviera como sustento para perfilar esta nueva sociedad, concepto que quedó plasmado en un libro que escribí llamado „Adiós a los Dioses“.
    Cuando terminé de escribir „Adiós a los Dioses“, donde de manera tangencial se aborda el tema de la disfuncionalidad de la sociedad moderna, ya estaba pensando en su continuación pues muchas cosas quedaban en el tintero. Y la más importante, como ya se ha mencionado, era tratar de vislumbrar una sociedad posible, construída en base a los conceptos planteados en el libro, en cuanto a que nuestra mayor capacidad como humanos es la capacidad creativa. Por ello, ésta debería ser la razón de existir de esta sociedad. Junto con incorporar otros conceptos planteados en el libro, como la no existencia de Dios, y que por ello somos dueños de nuestro destino, que nos lleva a entender que debemos aceptar que tenemos límites físicos, los cuales debemos respetar, como la necesidad de mantener una población máxima, y nuestra necesidad del medio ambiente para vivir. De igual manera se plantea que nosotros somos el resultado de un proceso creativo, que explica casi completamente por qué somos como somos, y la razón de cada una de nuestras cualidades como humanos (incluyendo la capacidad creativa).
    Sociedad que debería ser esencialmente igualitaria, donde todos fueran importantes. Lo cual me parece posible, en la medida que las funciones de cada individuo en esta sociedad se defina en base a sus talentos creativos. Y aquellos mejor dotados para crear, a pesar de que todos estamos dotados para ello, asumieran al principio el liderazgo de su adaptación a una vida en equilibrio con la naturaleza, precisamente creando lo que fuera necesario. Es importante notar que los procesos creativos no tienen fechas, toman el tiempo que toman. Y por ello, no hay fechas que cumplir, no son externamente estresantes, lo son para su creador en la medida que él trata de resolver un problema y desafío personal. Crear siempre es un proceso agradable para el creador. Y es siempre virtuoso.
    A medida que esta sociedad lograra una tecnología en equilibrio con la naturalea, y aceptara vivir dentro de límites. Sería posible lograr un bienestar general, que al final permitiera a todos ser creadores. Viviendo en una estructura funcional, orientada a los procesos creativos, pero como sociedad. Cada uno en una posición adecuada a su capacidad, y porque todos son necesarios, todos serían importantes.
    Finalmente debo agregar que tal como queda planteado en ese libro, la „naturaleza humana“ es resultado de una necesidad funcional asociada a la capacidad para poder ejecutar procesos creativos, y por ello, cuando nuestra naturaleza humana funciona en sintonía con los procesos creativos, todo encaja de manera virtuosa.
    Por ahora trabajo en el bosquejo general de este segundo libro, orientado a proponer una sociedad posible, construída en torno a nuestros talentos. Pero esencialmente el libro pretende abordar cómo orientar nuestra naturaleza humana de una manera positiva, siempre, es decir, a usarla para la función para la cual se nos dotó de ella. Y uno de los aspectos más relevantes a definir es la razón que cada individuo debe tener para vivir, y con ello, la razón de existir de esa sociedad. Todo ello es posible de integrar, en base a un concepto que se desprende de lo planteado en „Adiós a los Dioses“, lo que he llamado, la „Teoría de la Funcionalidad“, es decir, que todo existe en el Universo para una función, el concepto esencial que se desprende de todo proceso creativo, incluso los más sencillos, a escala humana.
    A pesar de todo, queda mucho que decir en el tintero, pues el problema planteado tiene muchas ramificaciones, pero si se emplea la Teoría de la Funcionalidad como referente, es posible poner cada cosa en su lugar, y encontrar un lugar para cada cosa, en lo relativo a la convivencia en sociedad de los humanos.

  8. Muchas gracias Luis por tus aportes y enhorabuena por el magnífico libro La Espiral de la Energía. Lo recomiendo a todos el mundo. Sin duda una obra maestra. La primera parte que aborda todos estos temas es apasionante y con una amplísima bibliografía.

    En cuanto al tema de la crianza de niñ@s me gustan mucho las tesis de Casilda Rodrigañez, recomiendo su lectura.

    Saludos a tod@s y gracias por aportar al debate.

  9. Casilda Rodrigáñez me resulta muy interesante, aunque no comparto toda su perspectiva (bueno, creo que es imposible compartir al 100% la perspectiva de nadie, ja ja) pero en fin, su lectura contribuye a reconectar al ser humano con el «sentir» instintivo, lo cual es algo fundamental.
    Lo que echo de menos en la mayoría de libros acerca de crianza, si no en todos, es que todavía ven al ser humano como un ente desligado de su entorno físico/biológico no humano. Sólo se centran en los cuidados humanos, y muy especialmente en los de la madre. Pero desde mi punto de vista somos, como animales, el producto de un entorno complejo. Muchisimos «problemas» de la crianza los veo relacionados con el entorno, tanto el social (más allá de la madre, o del padre) como el material no humano: el espacio físico es determinante. Somos capaces de ver que un animal enjaulado se estresa y no es «como podría llegar a ser» pero aún estamos ciegos para ver que las crias humanas que pasan 20 de sus 24 horas diarias encerrados en espacios estrechos pueden sufrir un estrés similar, al menos a partir de cierta edad (cuando ya caminan y sienten el impulso de explorar el mundo) Y así con todo.
    Pero en fin, es un tema super complejo y no me puedo poner a desarrollarlo ahora mismo. Solo dejar ahí el inciso.
    Por cierto, me ha encantado lo aportado por Luis González Reyes. Tomo nota del libro.

    • Sí, el libro de Ramón & Luis es una obra de referencia. Por no decir «la» obra 😉

      Muy interesante tu perspectiva de la crianza natural incluyendo el medio. ¿Sabes de alguna autora que lo haya abordado así? ¿Quizás alguna antropóloga o etóloga?

  10. La agricultura y la sedentarización no trajeron al Estado, el Estado apareció y luego impuso esas prácticas. El origen del Estado se encuentra en la cosmovisión y moral humana. No caigamos en el mito dl buen salvaje, los yanomamis se dedican y sufren el rapto de mujeres en un patriarcado puro y duro, en cambio, hay culturas civilizadas prerromanas que son matrilineales. Dejo un extracto de este texto http://polodeguinea.com/?page_id=22 .

    «Había leído sobre la violencia de los yanomamis. La emoción de descubrir a un pueblo que vive en la prehistoria, hizo que mi corazón se acelerara y todos mis sentidos estuvieran alerta. La verdad es que estaba un poco acojonado…
    José Valero hizo las presentaciones con el personaje que parecía ser el jefe. Entendía el castellano y le dijimos que admirábamos a su pueblo. Los más valientes. Queríamos vivir unos días con ellos para aprender descubrir como era un poblado tan famoso y hacer unas fotos. Le entregamos unos machetes, sal, mostacilla (cuentas de colores de cristal perforado para hacer collares) y dinero.
    En los primeros momentos nuestros movimientos eran lentos a propósito, sonrientes y mostrándonos agradecidos. No veíamos ninguna mujer, supimos que las tenían escondidas, por posibles raptos.
    Los Yanomamis nos aceptan y nos dejan instalarnos.»

    Y esta gente vive totalmente en la selva. Solo les falta que llegue el día que a uno de su tribu, bien avispado, se le ocurra convencerles de que cultiven o tengan ganado para asegurarse el sustento (y él proponerse como pacificador si hay robos del fruto del trabajo) y el Estado ya ha nacido. No es oro todo lo que reluce entre las tribus indígenas, debemos buscar nuestro propio camino, más parecido al del campesinado comunal del S IX y X de Iberia, cuya forma de vida está bien explicada por FRM.

    • Sí, seguramente sea como tú dices, Didi. ¿No hablaba también un poco de eso Jared Diamond en su último libro? No obstante no me fiaría yo mucho de FRM como autoridad histórica, visto lo amigo que es de filtrar datos para que encajen con sus presupuestos y tergiversar otros cuando le conviene. Yo me quedo tan solo con sus propuestas de futuro, no con su análisis del pasado, que cojo muy pero que muy con pinzas.

      • Yo no lo veo tan desencaminado en su expliación del pasado. En Valle de Lierp, en el pirineo aragonés (mi refugio ante el colapso donde tengo familia), aún se conserva un amplísimo comunal de varios km2, un cuarto del valle, y hasta la nueva reforma del PP en esta materia, conservaban el concejo abierto, degenerado, eso sí, porque la gente hablaba a gritos y buscaban la crítica de las propuestas hechas y no acuerdos en consensos, en una institución que ya no casaba con la cosmovisión de la gente que la componía, y desapareció.

        Y es justo lo que cuenta FRM. Quizá tenga puntos en los que peca de buenismo, pero nadie nació perfecto.

  11. En su obra «La Caída» Taylor señala interesantes fuentes que sostienen que la presión de los conquistadores en Norteamérica modularon gran parte de los aspectos vitales de los pueblos originarios. Por ejemplo se hicieron mucho más belicosos, aprendieron a usar armas de fuego y a utilizar los caballos como armas de guerra. Incluso llegaron a pelear entre sí diferentes tribus. Lo mismo puede haber ocurrido en el Amazonas.

    Estoy de acuerdo en que no sólo tenemos que tener a los pueblos primigenios como referencia sino también nuestras propias culturas, por eso pongo el ejemplo de los pueblos prerromanizados de Europa.

    He aquí un interesante sitio en facebook sobre este tema:

    https://www.facebook.com/europaindigena?fref=ts

    Creo que Silvia Federici toca lo que comentas ampliamente en Calibán y la Bruja sobre el campesinado en la edad Media de Europa.

    Parece que la historia es una espiral. David Graeber en «En Deuda» también trata el tema. Antes del imperio Romano, sociedades más descentralizadas con poca importancia de la moneda para la vida cotidiana. Tras la caída del imperio romano vuelta a una situación similar con el feudalismo y con la Modernidad y la industrialización vuelta a una economía monetarizada y luego financiarizada.

    ¿Cómo será el futuro? Escribámoslo nosotr@s

    Espero que más parecido a la época prerromana y medieval en ese sentido que al Imperio Romano.

    Saludos

    • Sería bueno organizar una quedada, aunque sea por Skype, porque todos los que giramos entorno a la reruralización, la educación, sanidad demás asuntos sociales que deberían pasar a control popular, la lucha contra el Estado o nos preocupamos por los límites y excesos del crecimiento económico y el desarrollo tecnológico y la salud de Gaia (es decir , los estamos luchando por una revolución integral que abarque todos los campos de la vida humana) deberíamos comenzar a hacer acciones concretas, no solo publicaciones en internet. Debemos, como tu dices, hacernos dueños de nuestro destino, y deberíamos comenzar a debatir el cómo, a hacer un pensamiento y estrategia colectiva, a hacer un programa, y todo aquello que haga falta para movilizarnos horizontalmente y de forma planeada. En cualquier caso, si alguien quiere hablar del asunto, mi correo es el que dejo más abajo, e ir formando algo, aunque de momento y de forma temporal solo sea un grupo cibernético.

      [DATO PERSONAL eliminado por el moderador: por favor, no divulguéis datos personales. Podemos organizar esto sin poner datos personales en público.]

  12. Les felicito por el artículo, por los comentarios y por el nivel en general. Me alegra encontrar gente así, que tratan estos temas…
    En general creo que es un buen artículo, que invita a reflexionar, con citas importantes…
    Lastima que tiene una perspectiva esencialmente masculina y por lo mismo deriva en un tono algo machista, algo de lo que no es del todo consciente su autor…
    Para mi, la violencia y la apropiación de las cosas y de la mujer, convertida en esa concepción machista, en un objeto más, surgió con la agricultura y con el cambio de dieta y el sedentarismo de los agricultores frente al de los cazadores recolectores.
    Estos cambios hicieron pasar la grasa corporal relativa de la mujer del 12,5% y se subieron los niveles hormonales de gonadotropyna y otras hormonas en cadena, se acelera la maduración sexual y se adelanta la menarquia a los 12-13 años, en lugar de los 16-17.
    Aparte de ser un cambio cultural terrible para la mujer, incrementa de forma notable el indice de natalidad y crea un nuevo paradigma poblacional, que termina por desequilibrar las cosas de manera brutal…
    La mujer de los pueblos agricultores, deviene en una sombra de lo que fue la mujer de los pueblos cazadores recolectores, transformada físicamente, impedido su desarrollo físico y psíquico y explotada reproductivamente, deja de influir como lo había hecho antes en todo el devenir social. Este vacío de poder posibilita el patriarcado y sus consecuencias, incremento de la natalidad, nacimiento de la propiedad privada,violencia, frustración…
    Esta causa subyacente y no intencionada al menos en un principio, se mantiene mayoritariamente hoy y continua alimentando las desigualdades de género y el machismo, es posible que a estas alturas haya incluso adaptaciones epigeneticas …

  13. Bilal, me ha parecido interesante tu artículo también por la gran importancia del tema elegido.
    Indudablemente se está haciendo imperioso superar el déficit de naturaleza en el que vive el ciudadano (para mí el consumista-productivista patológico). Y es indispensable y urgente un regreso a la naturaleza. En este sentido muchos tenemos una sensación algo parecida a la que tuvieron los románticos poco después de la Revolución Industrial. Pero no hay que ser extremista, mi padre mantenía que la humanidad se comportaba como un borracho intentando caminar: se inclina mucho hacia un lado y para evitar caerse se inclina mucho hacia el lado opuesto, con gran peligro de pegarse una costalá. Históricamente hemos sido incapaces de mantener un equilibrio, una mesura (palabra que nada tiene que ver con moderación que se refiere más a la cantidad que a la calidad) pese a todos los males que nos está produciendo el consumismo-productivismo neoliberal, no hay que tirar todo el conocimiento (incluso el tecnológico) por la borda. Se trata de regresar a la agroecología de ciclo cerrado pero no a las cavernas. Por ejemplo es evidente (como muy bien dice María Pérez) que nuestra esperanza de vida es más del doble de la que tenían los pueblos primitivos.
    Como los románticos, Estamos empezando a odiar a La Revolución Industrial (y no sin una buena parte de razón) porque, en general la confundimos con el uso atroz que el capitalismo hace de ella.
    Se trata de que en el futuro se promueva un fuerte decrecimiento del productivismo-consumismo (dos términos imposible de separar), mejor dicho su total anulación, pero ello es algo que nada tiene que ver con tener que anular toda la producción industrial.
    Y lo digo siempre:
    Hay que lograr una transición que vaya desde:
    El consumismo-productivismo al consumo responsable-producción local e indispensable.
    El industrialismo crematístico al a la industria local de circuito corto
    Por ejemplo, hay que terminar con el industrialismo crematístico de la desastrosa revolución verde, como la de Monsanto, Neslé, Mac´Donals, Coca-cola, etc.
    Y en cuanto a lo da la desertización, quiero hacer un indispensable comentario, hay que precisar su concepto o más bien sus conceptos. Así como no hay que confundir conceptos como consumismo y consumo (que incluso muchos autores ecologista lo confunden), tampoco hay que confundir (como en casi todos los casos se confunde) desertización y desertificación.
    La desertización es una pérdida de casi toda vegetación y de vida que la mantiene, debido a causas naturales principalmente por cambios climáticos geológicos.
    La desertificación es lo mismo pero debido solo a causas antrópicas.
    En este sentido, cuando Bilal y otros debatidores hablan de desertización lo hacen de forma muy imprecisa, es como si solo existiera la desertización natural y durante la era entrópica da la desertización solo quedan algunos vestigios. Así de fuerte es la desertificación ocasionada por la humanidad de la que a veces hay que dudar de su “humanitarismo”
    Poe ejemplo, amigo Bilal, cuando dices “Porque y donde empezó […] la teoría de la desertización del sahara y del Sudeste asiático” No especificas si este fenómeno de formación de desiertos fue del tipo de desertización o de desertificación. Personalmente me inclinaría a que estos desiertos que mencionas fueron desertificacciones en lugar de desertizaciones. Y es importantísima esta matización. Pues desde que apareció el hombre y con él la revolución agrícola, la revolución industrial, la revolución verde, etc. la desertificación amenaza con terminar todos los ecosistemas de la superficie del planeta. Y esta ocasiona de-siertos a una velocidad vertiginosa (curiosamente algo de lo que nunca se habla), una velocidad de 7Km/año.
    Y finalmente, en cuanto a tus citas religiosas al cuento del Génesis, solo comentarte que en la actualidad existe un equipo internacional de doctores del todo respetables, que está preparando un informe en el que se declara a la religión como una enfermedad mental, una pandemia tan grave como lo es el síndrome de insuficiencia de naturaleza que padecen los presentados como superiores: los “ciudadanos”.
    Bueno Bilal a ver si te animas a que iniciemos esa novela que diseñábamos mientras subíamos por el calvario

  14. Perdonad la tardanza en contestar.
    1º Miguel, creo que Casilda Rodrigáñez toca el tema del adelanto de la menarquía en el neolítico por el cambio de dieta y señala lo que dices.

    2º Julio. Los datos de esperanza de vida de pueblos «no caídos» recientes, los he sacado de «La economía de la edad de piedra» de Marshall Sahlins. http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CCEQFjAAahUKEwjVo5u8_qjHAhWH7hoKHURbAFk&url=http%3A%2F%2Fwww.antropocaos.com.ar%2FSahlins-Marshall-Economia-de-la-Edad-de-Piedra.pdf&ei=ixbOVZWyMYfda8S2gcgF&usg=AFQjCNEAErzUCH_dq7acQGShsxH7SIRJnA&sig2=w6aPcuq-D3sHGJ9iYWzIBg

    En cuanto a la desertización, proceso sin intervención humana y desertificación, proceso consecuencia del impacto humano sobre el territorio… Está bien empleado en el artículo puesto que la desertización de Saharasia fue antes de la aparición de la agricultura, la ganadería y de la sedentarización. Procesos de desertificación ocurrieron después con la aparición de ciudades estados, eliminación de bosques para la agricultura intensiva-extensiva, irrigación, ganadería y sobrepastoreo. El ejemplo es la lenta e imperceptible, a escala humana, salinización que se produjo en las tierras de cultivo de Mesopotamia que llevo a algunas ciudades estado a colapsar por la reducción de la producción de alimentos.

    Y por último cito el Génesis y otros relatos mitológicos como también hacen otros autores entre ellos Casilda Rodrigañez, porque en estos relatos hay algunas referencias a hechos históricos que ocurrieron realmente entre ellos está la expulsión del paraíso que no es más que la desertización de Saharasia y la disputa entre Abel y Caín, entre agricultores y ganaderos por los recursos y el agua menguantes.

    Un abrazo

    Bilal

  15. Lei el articulo, tiene fuentes que…no me molestsre en investigar, las doy por buenas….y es que es obvio lo falaz de las conclusiones de este pesimo columnista….que tiene una sunjetividad, un sesgo lamentable…..dice que la antropologia ha pronado que en POBLACIONES PEQUEÑAS,.RODEADAS DE PAISAJES HERMOSOS…..las cosas les iban bastane bien…..nada nuevo bajo el sol….a una aldeita de recolectores, de no mas de 50 personas, situados en un area con buen clima las cosas LES VAN BIEN…Y SIN PROBLEMAS…¿Se necesita de un estudio antropologico para decir eso? Obviamente no. Ahora la conclusion ERRONEA que nomse fundamenta en nada de las fuentes usadas es que…..una aldea bien situada con pocos miembros sea el estado standar de nuestra especie…….¿Que hay de todas las aldeas mal situadas o situadas frente a accidentes climatologicos importantes o geograficos?….pues nada, no le interesan al columnista el solo quiere probar su punto y solo recolecta la informacion que le de la razon.

    Finalmente pasa al momento en que surge la maligna aparicion de los estados jerarquicos..¿Eso sucede por arte de magia demoniaca? O es la evolucion natural de sus exitosisimas aldeas bien situadas?…..un grupo de 20 perspnas no necesita plantearse problemas logisticos, legales, militares…..pero si tiene exito y aumenta su p8blacion a 200 o a 2000 no existe forma de que no necesiten jerarquias, para todas estas funciones…..no hay otra forma…..pero a eso el columnista en su desenfrenada necesidad por probarnos que la civilizacion es mala y la fuente de todo mal…..se le ….OLVIDA decir eso…….surge la maldad y destruye a las felices aldeas…..miente totalmente, el asunto, tratando de parcializar las cosas, negando el jecho de wue toda cultura jerarwuica es la evolucion naural de sus pequenas aldeas exitosas (por mera suerte).

    Y asi es la vida por mucho que a este tipo no le guste…su articulo es una basura total.

    • Pues Creo recordar que de aldeíllas pequeñas poco. Catal Huyuk y Gobeli Tepek deberían estar alrededor de 5000 habitantes. Y decirle que los comentarios de Luis González complementan los datos sobre la expansión hacia la dominación

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