Kate Greenaway (1888)

El Pensamiento Único (un repaso histórico)

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1. Antecedentes ideológicos del Pensamiento Único

El Positivismo

El Positivismo es una teoría social que insiste en que hay que atenerse a lo «positum», a lo puesto, a «lo que está ahí», sin que valgan rastreos que quieran explicar las causas de la situación, ni siquiera, por supuesto, críticas posibles a la misma. Auguste Comte (1798 -1857), uno de los padres del positivismo, mantenía que la sociedad debería estar estructurada de modo piramidal, con un reparto jerarquizado de funciones: hay personas que tienen que apretar tornillos, el jefe de personal que cuida de los ritmos de trabajo y el presidente del consejo de administración que toma las decisiones últimas de qué se produce y cómo se produce. En esta jerarquía social él piensa que la cúspide de la pirámide debería estar ocupada por los técnicos y los científicos, este esquema de pensamiento del Positivismo comtiano recuerda en demasía a la posterior ideología del Pensamiento Único. Esta forma de pensamiento, positivo y operacional, es lo que Marcuse denominó Pensamiento unidimensional. El pensamiento «positivo» (positivista), sobre todo el anglosajón, es el padre del Pensamiento Único ultra-liberal y del consenso de Washington. Marcuse describe los mecanismos a través de los cuales en el discurso del positivismo se valida exclusivamente por la ciencia y la tecnología.

Sobre todo el positivismo inglés de Herbert Spencer (1820-1903), es el que más se asemeja a la actual ideología del Pensamiento Único. Él fue un convencido defensor del evolucionismo darwinista aplicado a la vida social. Frente al positivismo comtiano francés, el positivismo inglés se convirtió, con Spencer, en la expresión ideológica paradigmática de una clase social, la burguesía, y, como tal, en una doctrina individualista, darwinista social y liberal.

El Darvinismo Social

El Darvinismo Social, en el que se basa Herbert Spencer (entre otros), es una mala interpretación de Darwin se hace de su pensamiento una inadecuada aplicación a la vida social, sosteniendo que en la sociedad, se produce la pervivencia del más fuerte. Así, hay gente que genéticamente está llamada a cumplir una determinada función, unos son los fuertes, otros los débiles y esto es ley sagrada, sin que podamos oponernos a ello, sin alternativa posible. La «selección natural» es un mecanismo implacable y cualquier intento de limitarlo, venido de estructuras o poderes públicos, se torna innecesario, inútil y —en cualquier caso— inconveniente.

2. Precursores críticos del Pensamiento Único

Escuela de Frankfurt, y principalmente Herbert Marcuse

En 1964 la Escuela de Frankfurt, y principalmente Herbert Marcuse (Berlín, 1898-1979) habló de algo similar al Pensamiento Único que denominó Pensamiento Unidimensional, como crítica al pensamiento de la sociedad positivista con su tecnológica avanzada. Para Marcuse este tipo de pensamiento es el resultante del “cierre del universo del discurso” impuesto por la clase política dominante y los medios: “Su universo del discurso está poblado de hipótesis que se autovalidan y que, repetidas incesante y monopolísticamente, se tornan en definiciones hipnóticas o dictados”. En su ensayo El hombre unidimensional Marcuse realiza una crítica profunda del estado de la sociedad tecnológica de su tiempo.

En la Escuela de Frankfurt, principalmente se destaca el factor manipulación e instrumentalización por el consumo, la publicidad y la propaganda.

Herbert Marcuse se muestra esencialmente pesimista respecto de la posibilidad de contrarrestar el Pensamiento Unidimensional y expresa su convencimiento de su triunfo e imposición. Propone, sin embargo alguna alternativa consistente en la incorporación de la negación (la «negatividad»), el «acto de negarse» a participar en la manipulación.

3. El Pensamiento Único según Ramonet

Pero quien acuñó (en enero de 1995 en un editorial de Le Monde Diplomatique) el término de Pensamiento Único fue Ignacio Ramonet, quien lo describe partiendo de una idea de izquierda anticapitalista y lo define: “como una traducción a términos ideológicos de la pretensión universal de los intereses de fuerzas económicas del capital internacional”.

A este esquema de pensamiento, Ramonet opone una reflexión basa en la complejidad y la contradicción. El término Pensamiento Único alcanzó una gran difusión en la izquierda y los movimientos antiglobalización. Los principales rasgos del Pensamiento Único que describe e Ramonet eran:

  1. la preeminencia de la instancia económica sobre la política y
  2. la consideración del mercado como el único medio para una asignación eficaz de los recursos. La hegemonía absoluta de la economía sobre el resto de los dominios sociales.
    Sistemas para conseguirlo:

    • El mercado como mano invisible capaz de corregir cualquier tipo de disfunción social.
    • La importancia de la competitividad (para sobrevivir en el mercado).
    • El librecambio sin límites.
    • La mundialización (globalización), pero solo en su acepción económico-financiera.
    • La división mundial del trabajo (para bajar los costes salariales).
    • La desregulación sistemática de cualquier actividad de carácter social.
    • La privatización.
    • Y en general una reducción tendencial del Estado en todas sus formas. Según la fórmula: «Menos Estado, más Mercado».

4. Oportunismo eufemístico de la derecha

A veces la derecha desarrolla un oportunismo y camuflamiento (que le son inherentes) utilizando el término Pensamiento Único contra la izquierda. Nicolas Sarkozy lo usa con frecuencia en este sentido. Lo hizo por ejemplo en el discurso tras su victoria electoral en las presidenciales francesas de mayo de 2007: “El Pensamiento Único, que es el pensamiento de quienes lo saben todo, de quienes se creen no sólo intelectualmente sino también moralmente por encima de los demás” (Nicolas Sarkozy, Discurso de Bercy, 29-abril-007).

Un ejemplo de uso de este tipo eufemismo en España es el que hizo Esperanza Aguirre a propósito de las elecciones francesas ganadas por Nicolas Sarkozy, afirmando que «Francia se ha rebelado contra el Pensamiento Único, que es el de la izquierda». Por su parte, el eurodiputado del Partido Popular, Alejo Vidal-Quadras lo empleó aplicado al nacionalismo catalán como «Pensamiento Único nacionalista».

5. Ejecutores del Pensamiento Único

Escuela de Chicago

Por los años sesenta del s.XX la Universidad de Chicago (los Chicago Boys) va a tener un papel muy importante, en este caso no para criticar al Pensamiento Único sino para ir creándolo y no solo en la vida intelectual americana, sino en la de todo el mundo. Allí se está forjando un grupo de jóvenes de los que luego van a salir un elenco de economistas de fama mundial. Rescatan la imagen de la mano invisible del mercado, de Adam Smith, del protagonismo hegemónico de la economía, el papel mínimo del Estado, la idea de las privatizaciones y la desregulación como claves para resolver todos los problemas del mundo, incluso de los países menos desarrollados. Aplican el lavado de cerebro de las mentes humanas (también descrito por Naomi Klein en su libro La doctrina del shock), consistentes en conseguir cabezas vacías, no pensantes, sumisas y consumistas-productivistas. La primera puesta en práctica fue en el Chile de Pinochet y luego en todo el Cono Sur de América, impuesto por las dictaduras de entonces, con sus escuadrones de la muerte y sus tristemente célebres Operaciones Cóndor, llevadas a cabo con participación de los Estados Unidos.

Los neocon

Los neocon (o neoconservadores) son una ideología ultra conservadora que surge en los años 80 y triunfa globalmente, sobre todo después de la caída del muro de Berlín (1989). Los gobiernos de Reagan y Thatcher van a dar forma práctica y concreta a todas estas ideas que predicaban el capitalismo popular, la hegemonía de lo privado, vivienda privada, micro empresario privados emprendedores-conpetitivistas, desmantela-miento de lo público etc, etc.

El Consenso de Washington

El Consenso de Washington (WC, por sus siglas en ingles) fue el paradigma del Pensamiento Único.

Curiosamente en los ámbitos ideológicos que defendían el Consenso de Washington (e incluso posiciones más extremas del liberalismo), también se aludía a esta ideología como a la única posible, tal como expresó Margaret Thatcher con su famoso “There Is No Alternative” (no hay alternativa) que luego sería imitada por otros políticos como el ex-canciller socialdemócrata alemán Gerhard Schröder quien utilizó la expresión germana “Es gibt keine Alternativen”.

El programa del WC realizado por Williamson por encargo de Bush padre, consiste en una recopilación de los objetivos de las históricas ideologías (gérmenes del pensamiento único que acabamos de describir), y que aun se sigue aplicando sucesivamente a través de diferentes encuentros internacionales en la cumbre como el tratado de Maastricht, la Constitución Europea, el Tratado de Lisboa, y ahora se está tramando su versión más profunda y restrictiva a partir del TTIP.

La troica

Actualmente el organismo tripartito (denominado La troica) encargado de aplicar rígidamente el programa del WC es, a nivel mundial el BM el FMI y la OMC y a nivel europeo el FMI, BM y BCE.

Kate Greenaway (1888)
Kate Greenaway (1888)
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Miembro de Ecologistas en Acción, doctor en Geografía e ingeniero técnico forestal. Miembro fundador de la primera asociación ecologista de Valencia, AVIAT.

6 Comments

  1. Interesantísimo análisis histórico de las raíces, tronco y hojas del liberalismo y su intento de imposición como pensamiento único. Llama la atención esa tergiversación continua de sus líderes. Además de los ejemplos que pones, me viene a la cabeza la recurrente frase de que el comunismo, socialismo y anarquismo (metidos todos en el mismo saco) son ideas viejas del pasado, de hace más de un siglo. Mientras se olvidan que las ideas que defienden ellos son aún más viejas (Malthus, Spencer, Huxley…), todo sea porque el pensamiento de izquierda surge precisamente como reacción al embate de ese pensamiento único.
    Son indudables sus éxitos viendo el mundo, y su fracaso rotundo porque es el pensamiento principal que nos ha llevado al colapso civilizatorio.

    Tal es su éxito que incluso no matizamos/comprendemos la realimentación histórica que se dio y se da entre el darwinismo social y el darwinismo biológico.

    Mi matiz, creo que más importante de lo que la izquierda asume, es que es falsa esta frase que dices:
    «El Darvinismo Social, en el que se basa Herbert Spencer (entre otros), es una mala interpretación de Darwin».
    Este error es muy común precisamente porque ha triunfado tanto el pensamiento único que nos hemos creído que el darwinismo es cosa diferente. Es genial por su parte porque el pensamiento liberal (darwinismo social) se pelea aparentemente con el pensamiento conservador religioso (creacionistas, diseño inteligente) de tal forma que han conseguido que la izquierda se olvide de cómo nace el darwinismo, y de cómo se mantiene, aliándose con el sector «científico» del darwinismo biológico mientras rechaza el darwinismo social dado que la izquierda es poco dada a interpretaciones literales de la biblia. Así estamos en su juego sin saberlo y no somos capaces de liberarnos de él.
    Si uno se toma la molestia de leer al propio Darwin, verá que la teoría de Malthus y las ideas de Spencer (fue el inventor, y no Darwin, de la idea de la supervivencia del mejor adaptado, Darwin simplemente la toma prestada) son las bases de su teoría biológica (y no el viaje del Beagle). Si uno indaga en la historia de sus relaciones personales y familiares se encontrará con Huxley, con su propio sobrino (cocreador del darwinismo social enfocado a la mejora de la raza -la blanca-).
    Si uno lee lo que escribió Darwin en su libro sobre la evolución humana, vomitará liberalismo y darwinismo social por todos lados.
    Si uno lee el origen de las especies (en su última edición), no solo se encontrará con Spencer y Malthus, también con el «socialista» Lamarck y descubrirá que Darwin era lamarckista (el darwinismo que se enseña es anti-lamarckista quizás porque eso de que los animales o la sociedad puedan en parte elegir su destino y el de sus descendientes sonaba demasiado anti-liberal).
    Por puesto, estaba Kroptokin, que admitiendo la selección natural como mecanismo (y un cierto grado de lamarckismo también) dedujo que la cooperación y no la competencia guiaban los pasos de la evolución natural (y la humana). Pero Kropotkin era anarquista… Nadie habla de cooperatividad (sí de competitividad) desde entonces…
    Cuando mencionas a la mano invisible hay que ver también el término selección natural. Cuando mencionas competitividad para sobrevivir, hay que ver competencia en la lucha por la existencia. La visión reduccionista y mecánica del pensamiento único y la del darwinismo (y neodarwinismo) son parte de la misma cadena de pensamiento que comienza con los Bacon y Descartes. El primero disfrazado de ciencia económica, el segundo de ciencia biológica.
    Curiosamente el positivismo que trata de poner en la cúspide a los científicos, es desde hace ya tiempo pero cada vez más, puesto en duda desde la propia ciencia, hoy mucho menos reduccionista y mecanicista (no así paradójicamente los científicos, que como seres humanos viven en un paradigma social dominado por ese pensamiento único).

  2. Muy bien Carlos, muy interesantes tus comentarios entre otros este:
    ……………………………………………………………………………………………………………………………………:
    «»…es falsa esta frase que dices: el Darvinismo Social, en el que se basa Herbert Spencer (entre otros), es una mala interpretación de Darwin»”.
    …………………………………………………………………………………………………………………………………
    Es que la equivocación, tal vez, resida en que yo realizo una interpretación benévola del darwinismo mas próxima a Kropotkin que a Darwin.. mi interpretación es que por la TV (da la sensación que es para justificar el darwinismo social) nos machacan siempre con documentales de una naturaleza salvaje en donde todos se devoran entre sí … y si es cierto por ejemplo que el león devora a la gacela , el cocodrilo a otros animales etc. Pero mas cierto es la existencia de la pirámide trófica en la que los carnívoros están en una cúspide muy afilada, digamos muy minoritaria , haciendo comparación de la sociedad salvaje con la «sociedad civilizada humana» , podríamos decir que los animales carnivoros son similares a la oligarquía de la sociedad humana, en donde también se comen unos a otros; el resto de especies salvajes, muy mayoritaria, (casi toda la pirámide trófica) solo practican el apoyo mutuo.

    • Es que la equivocación, tal vez, resida en que yo realizo una interpretación benévola del darwinismo mas próxima a Kropotkin que a Darwin

      …Pues ya somos dos, Julio! 😀

      De todos modos no hay como leer «El Origen de Gaia», de Carlos, para tener una perspectiva bien completa del papel y el posicionamiento tanto de Darwin como de Lamarck y Kropotkin.

      Hablando de este último ojalá alguien se anime a recuperar la vigencia y necesidad de «El apoyo mutuo» en algún artículo para 15/15\15. Por cierto, que nuestro querido príncipe libertario era mencionado en uno de los relatos del nº 0… ¡A ver si recordáis cuál! 😉

  3. Es que Darwin escribió lo que escribió y pensaba lo que pensaba. Otra cosa es que interpretara mal su propia teoría (a la luz de Kropotkin por ejemplo). Pero suena un poco paradójico.
    En todo caso, el calado ideológico de «la selección natural» es tan profundo, en especial en el mundo anglosajón, que no hay forma de encontrar (salvo a «locos», integristas o no biólogos) alguien que no la apoye. Hasta Margulis creía en ella a pesar de su crítica al neodarwinismo. Se ha convertido en un mito profundo, como el del progreso. Peor aún, porque se apoya en otro mito: la selección natural es ciencia y la ciencia es la nueva fe. Una vez introducido el mito, las ideas fascistas (la raza aria) y el neoliberalismo simplemente lo tienen mucho más fácil y es más difícil combatir el pensamiento único (¡especialmente cuando los otros pensamientos aceptan como válido el neodarvinismo «con matices»!). En mi opinión, el pensamiento único no caerá sin que caiga el neodarwinismo, y caerán a la vez. No puede haber sostenibilidad ni humanismo si en el fondo de tu alma crees que «sobreviven los mejor adaptados», es una teoría intrínsecamente violenta y cruel y no es de extrañar que la mayor oposición la haya encontrado entre personas que creen en un Dios bondadoso (¿a qué dios se le ocurre hacer leyes naturales en las que hay que luchar por la supervivencia y la mayoría de tus descendientes no lo pueden conseguir, un dios que crea un paraíso de egoístas en los que hay que explicar barrocamente la cooperación pero no la competencia excluyente, un dios de mutantes aberrantes en los que uno de cada millón tiene éxito reproductivo?). Ese pensamiento único se las apañó luego para «dialogar» solo con los más integristas de esas personas religiosas y no con el resto del mundo, científico o no.
    Así que los científicos con ideología distinta al pensamiento único han tenido que matizar la teoría de Darwin (Kropotkin, Margulis y muchos otros, también fuera de la biología) pero sin darse cuenta de que estaban elaborando una especie de teoría del «machismo responsable». Y necesitan escritos de centenas de páginas para tratar de justificar que el hombre es libre y que no es tan malo «por naturaleza».
    Esta es una de las claves también del colapso: ante la imposibilidad tecnológica de superar la crisis sistémica, no queda otra que recurrir a la parte «humana» del ser humano, pero claro, aquí viene el pesimismo existencial cuando uno se ha creído el neodarwinismo de seres intrínsecamente egoístas que «pactan» solo para sobrevivir… Estamos encerrados en un callejón cuya salida pasa por dar un giro de 540º 😉

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